Jun 21, 2014 21:54
Me siento verdaderamente mal. Estoy segura de que, a simple vista, uno no se daría cuenta, porque nunca he sido muy de mostrar mis emociones abiertamente, pero está claro en el modo en que mis ojeras no dejan de crecer y en el aumento súbito de peso. A pesar de finalmente haber encontrado un trabajo, y ser capaz de comprar cosas por mí misma, me encuentro sumida en un estado de profunda depresión que ya no sé cómo controlar.
Nada me hace feliz y poco a poco he ido perdiendo el interés en todas las cosas que, hasta cierto punto, me habían devuelto la alegría, si bien de forma superficial.
No quiero hablar con nadie, no quiero ver a nadie. No soporto el ruido, la luz, ni verme al espejo. Me encuentro monstruosamente gorda, me repudia contemplar mi cuerpo, y esto sólo por no hablar del desastre emocional que estoy hecha por dentro.
Nadie lo entiende. Me siento perdida, y totalmente sola.
Mi madre, hasta ahora el único faro cuya luz se había mantenida encendida siempre para mí, me ha dejado sola también. Después de que cierta persona de su pasado volviera a su vida, por tercera vez -o algo así-, decide dejar a su pareja, a sus otros intereses y a mí detrás, sin que nada le importe, y ha ido tan lejos como para decirme que se irá si es que llego a oponerme a ello.
A ella no le interesa nada de lo que yo, su propia hija, o cualquier otra persona tenga qué decirle. Se ha convertido en una quinceañera malcriada a la que lo único que le interesa es responder los mensajes de texto de un sujeto que ni siquiera está interesado en ella más que para sentirse importante otra vez.
Me da asco.
Por otro lado, la persona que más he llegado a amar, me rechaza por última vez, y es difícil, porque aunque lo sabía, que alguien llegue al punto de decir que prefiere echarse a llorar que estar contigo, o que la toques, es lo más horrible que una persona puede enfrentar en el terreno tan emocional de los sentimientos.
Ya no me importa nada.
Sé perfectamente que voy a vivir y a morir en la soledad. Sé perfectamente que no hay nada ahí afuera para mí, que no importa cuánto lo intente, cuánto lo desee, no sólo porque soy asquerosa físicamente, sino también porque soy una lacra como persona, jamás habrá alguien que se interese por mí por más de cinco minutos. Que jamás llegará el día en que ame y sea amada con la misma intensidad.
Que soy estúpida y nadie va a amarme jamás.
Ustedes, quienes jamás han pasado por esto, no tienen idea; piensan que es sencillo salir a la calle y saber que la gente no te mirará más que con pensamientos llenos de asco; que en las tiendas, los vendedores te llamarán "señora" sin importar si eres joven, o te has arreglado, y has intentado salir a la calle lo más bonita que piensas que puedes llegar a ser.
Piensan que con un "te quiero, pero no de ese modo", y que con asegurarte que eres hermosa, o que eres increíble, y que algún día habrá alguien, es suficiente, pero no se dan cuenta -o lo saben, pero prefieren ignorarlo- que es el mismo discurso que durante toda tu vida te ha dado tu madre, sobre su hija preciosa, su muñeca hermosa para quien todo el mundo es feo y siempre se merece algo mejor.
A alguien que jamás llegará.
Me siento llena de rabia; me siento impotente, incapaz de hacer cualquier cosa, ya sea por alguien más o por ella misma, y cada vez estoy más convencida de que no voy a vivir demasiado. No tengo ninguna motivación, no existe nada para mí, y la idea de llegar a vieja estando sola, sin hermanos, sin pareja y sin hijos, me deprime mucho más que cualquier otra cosa.
Digo que estoy bien estando sola, que tener a alguien sólo me ocasiona problemas, pero entonces,
¿qué saben ustedes?
¿Qué saben de esa persona que vive dentro de mí, que llora todas las noches y que lo único que necesita es ser amada?
No lo saben. No intenten decir que lo entiende. Que todo estará bien.
long post,
personal