Luces cegadoras [1/1]

Feb 05, 2013 20:30

Título: Luces cegadoras
Resumen: Esas luces que nos dejaban ciegos, a ti y a mí.
Pareja: Kurt&Blaine
Cantidad de palabras: 500 + título
Tipo: Capítulo único y corto.
Género: Blangst (sí, es género).
Advertencia: Sin beteo, todo error es mío. Spoilers de la temporada 4.
Notas: Desde lo de mi papá que no escribía algo en una 'sentada', así que va para ti, para que lo leas. Que te debo todas mis historias, papá.

Luces cegadoras

Al ver la sonrisa de Kurt en la pantalla de su computadora, cuando le contaba sobre su día a día en New York, con su noche que nunca duerme y cada pequeño detalle insulso pero que parecía tan importante, fue como si de pronto se diera cuenta de que aquella pequeña ave que cuidó durante mucho tiempo, aquella a la que alimentó, arrulló y amó, ahora podía vivir sin él.

Sonaba completamente extraño, y era aún más escalofriante al pensarlo, pero la idea le había llegado de la nada y no podría evitar compararlo.

La primera vez que vio a Kurt era un ave caída, derrotada, triste. Sin poder volar y en busca de un refugio… y Blaine estaba feliz de darle todo lo que necesitara para poder escucharlo cantar, porque estaba seguro de que su voz sería tan hermosa que podría alegrar toda una vida. Así que le dio un lugar para sentirse seguro, a su lado, con su amistad, en Dalton, donde Kurt logró lamer sus heridas y darse cuenta de que era lo suficientemente fuerte para superarlo todo, donde se recuperó lo suficiente para sentirse lo fuerte para enfrentarse de nuevo al mundo bajo sus reglas.

Así que cuando estuvo lo suficientemente bien lo dejó ir, pero no muy lejos, aún cerca de él. Cuidándolo a cada momento a distancia, permitiéndole crecer nuevamente en su ambiente, ayudándole a lograr creer de nuevo en sí mismo pero sosteniéndolo de la mano, nunca dejándolo volar tan lejos porque temía que se encontrara con algo para lo que no estuviera listo y quería demostrarle que él siempre estaría ahí.

Cuando Blaine sintió que Kurt, por fin, podría volar sin él lo dejó ir. A New York, donde no podría tomar su mano cuando lo sintiera ponerse nervioso, o besarle la mejilla para tranquilizarle y decirle que todo estaría bien, o hacer una oda por su cuerpo, lamiendo, besando y mordiendo cada pequeño espacio de piel para mostrarle cuán imperfectamente perfecto resultaba para él.

Y ahora a la distancia, a cientos de kilómetros, bajo las reglas que Kurt había impuesto sin querer, con el poco tiempo que le proporcionaba porque aquellas luces que siempre siguió ya estaban a su alrededor y a su alcance lo cegaban tanto que no podía verle, a él, a Blaine, quien seguía en tierra velando y esperando por él.

Ahora Blaine se daba cuenta de que sí: cuidó, apoyó, veló y amó aquel hermoso hombre que llegó a él roto. De que sí: él le ayudó y le mostró lo mucho que podía lograr.
De que sí: ahora quien necesitaba a su pequeña ave era él, que ahora sin Kurt, sin alguien a quien cuidar (y que, sin darse cuenta, también había logrado cuidar de sí mismo con las sonrisas que le proporcionaba, las palabras no dichas y los besos correspondidos), ahora Blaine era el que se sentía solo, triste y roto.
Y ansiaba más que nunca que las luces dejaran de cegarlo también a él.

-tipo: drabble, !fanfic, -claim: klaine, -fandom: glee, -género: slash

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