Chico malo [6/?] [Glee]
Título: Chico malo - 6. Creer
Resumen: A Blaine Anderson le gustaba Kurt Hummel.
Pareja: Blaine&Kurt
Cantidad de palabras: 1033 + título
Tipo: Drabble
Género: Romance/Angst
Advertencia: ---
Notas: ¡Culpa de Merii por recordarme la imagen de Muchacha10 donde Blaine es un bad!boy, serán una serie de drabbles, supongo, las ideas corren por mi cabeza.
Y heme aquí, después de un muy difícil examen, en el que me fue muy bien, pero por el cual no pude actualizar la semana pasada. Lo siento :(
Chico malo
1. Pasillo
2. Basurero
3. Casillero
4. Piano
5. Navigator
6. Creer
El viaje a la casa de los Hummel fue acompañado por el silencio. Blaine había tomado la decisión de llevar a Kurt a su casa y tomó las llaves del auto antes de que el contratenor aclarara su mente y se pusiera a discutir.
Cundo estaban por llegar Kurt se dio cuenta de que Blaine jamás le pidió su dirección o señales de por dónde ir pero de todas formas se encontraban a unas calles de distancia y el chico de rizos no parecía titubear en la dirección.
-¿Cómo sabes dónde vivo? -preguntó, manteniendo su mirada en sus manos.
-¿Ya estás mejor? -cuestionó Blaine-. Me preocupa tu silencio, para ser sincero.
-Blaine…
-Bien, bien -suspiró-. Pero que necio eres, Kurt -dijo con una enorme sonrisa-. Bien, una vez vine con Finn al principio del semestre, dudo que te hayas fijado en mí, estabas entretenido con tus amigas.
En el momento en que Blaine mencionó a sus amigas fue cuando cayó en cuenta, él pasaría esa noche en la casa de Rachel, no en la suya.
-Espera, alto -anunció, provocando que Blaine detuviera en Navigator de pronto-. Hoy me quedaré en casa de Rachel, no en la mía.
-¿Ah sí? -preguntó Blaine, cuestionándolo con la mirada.
-Sí… ellas decidieron reunirnos hoy para conversar y tener una noche de chicas y…
-¿Noche de chicas? -cuestionó Blaine, sonriendo ampliamente-. Eso suena interesante. Bueno, dime cómo llegar a casa de Rachel.
Kurt tartamudeo un poco, negándose, pero al final desistió y comenzó a explicarle cómo llegar.
-¿Entonces qué te hicieron? -preguntó, viendo de reojo a Kurt.
-Ya te lo dije, ¿no? -lanzó un largo suspiro-. La verdad es que no sé cómo los mantienes controlado en tu presencia pero esos neandertales me odian.
-Ese es un secreto -pronunció muy serio. Unos segundos después siguió con el interrogatorio-: ¿Fue Karofsky?
-Blaine…
-Kurt, necesito saber.
-Sí, fue él -susurró, bajando la cabeza-. Cuando se trata de lanzarme contra la pared siempre es él.
-Ese idiota… todos te molestan, yo lo sé -gruñó negando con la cabeza-. Pero él es peor, es muchísimo peor.
Kurt asintió. Sí, Karofsky era el peor de todos, de hecho lo había amenazado de muerte si le decía a alguien que lo había besado meses atrás.
-¿Por qué? -preguntó, mientras daba vuelta en la calle de Rachel.
-Porque me odia, ¿por qué más?
Blaine entrecerró los ojos pero no volvió a preguntar nada, estacionándose frente a una casa que, era obvio, era la de Rachel.
-Antes de dejarte ir… muéstrame tu espalda -dijo muy serio, manteniendo la mano cerca de los controles de los seguros de las puertas.
-¡¿Qué?! -gritó, moviéndose para quedar de espaldas a la puerta-. No, no lo haré.
-Tienes aquí dos opciones, Kurt… -empezó, poniendo el seguro para evitar que se abrieran las puertas-. O lo haces por las buenas, tú solo, o lo hago yo… y no creo que te vaya a gustar eso.
-Blaine… yo… no puedo… -murmuró viendo por la ventana de Blaine, viendo la casa de su amiga, calculando si podría escapar.
Blaine soltó el aire lentamente y tomó a Kurt de las muñecas con fuerza.
-Kurt, por las buenas o por las malas, tú decides… -advirtió, jalándolo hasta que las piernas de ambos se rozaron-. Sabes que tengo la fuerza para quitarla…
Ante el silencio del castaño, Blaine manejo los espacios para voltearlo, aún y cuando Kurt intentaba detenerlo, quedando con la cara frente a la ventana y con las muñecas tomadas con fuerza en una de las manos del de cabello negro.
-Blaine… déjame ir…
-No, no lo haré -aclaró, por si le quedaba alguna duda.
Cuando la mano derecha de Blaine rozó la espalda baja de Kurt éste no pudo evitar temblar, no quería eso, no lo quería. No quería verse débil ante Blaine.
Justo cuando Blaine alcanzó a divisar un trozo de piel pálida, cubierta con un poco de color en el lado derecho, un sonido los distrajo. Algo que sonaba muy similar a ‘Kurt’ y que era una voz femenina.
-¡¿Kurt?! -repitió Mercedes, asombrada de lo que veía en el auto. Si sus ojos no la engañaban ese era Blaine Anderson… fastidiando a su blanquito-. ¡Hey, idiota!, déjalo -gritó, intentando abrir la puerta sin éxito.
-Kurt, controla a tu amiga, por favor -dijo Blaine sonriendo, alejándose del contratenor y permitiéndole dar la vuelta para enfrentar a Mercedes, quien estaba del lado del conductor, pero sin soltar sus muñecas.
-¿Pero quién te crees que eres? Suelta a Kurt -siguió la chica de color, mientras recorría la distancia para llegar al lado de Kurt.
Blaine se rio un poco ante la exasperación que tenía la chica, pero no demostró ninguna intención de soltar al castaño.
-Mercedes, estoy bien -aseguró Kurt cuando su amiga llego a su puerta-. Blaine, suéltame y abre la puerta, así ella deja de estar preocupada.
-¿Estás loco? Ella se ve con ganas de asesinarme… -respondió el chico de cabello negro, aún sonriendo.
-¡Y así será! -gritó Mercedes frunciendo el ceño.
-Blaine… -comenzó Kurt.
El chico suspiró y lo soltó, acariciando un poco ambas muñecas, para después abrir las puertas. En cuanto Mercedes vio saltar el seguro abrió la puerta y sacó a Kurt del auto, procediendo a revisarlo cuidadosamente en búsqueda de algún cambio físico.
-Estoy bien, Mercedes -aseguró Kurt-, Blaine no me hizo nada malo. Yo confió en él, tranquila.
La chica de color comenzó con una pataleta de las suyas, asegurando que no debería de fiarse de un chico como ese y que más le valía no hacerle daño a su blanquito o se las vería con ella.
Kurt siguió su estallido por uno minutos antes de notar a Rachel del otro lado del auto, donde ya también estaba Blaine, aunque la chica estaba bastante alejada de él. Ambos observándolos, uno con diversión, la otra con temor.
-¿Entonces entramos? -preguntó Rachel, viendo de reojo a Blaine.
-Claro -aseguró Blaine, auto-invitándose a la fiesta.
En cuanto Kurt y Mercedes llegaron a su altura Kurt fue arrastrado por Blaine rumbo a la casa, las chicas siguiéndolos de cerca, dispuestas a averiguar qué diablos pasaba ahí.
7. Noche de chicas
Resumen: A Blaine Anderson le gustaba Kurt Hummel.
Pareja: Blaine&Kurt
Cantidad de palabras: 1033 + título
Tipo: Drabble
Género: Romance/Angst
Advertencia: ---
Notas: ¡Culpa de Merii por recordarme la imagen de Muchacha10 donde Blaine es un bad!boy, serán una serie de drabbles, supongo, las ideas corren por mi cabeza.
Y heme aquí, después de un muy difícil examen, en el que me fue muy bien, pero por el cual no pude actualizar la semana pasada. Lo siento :(
Chico malo
1. Pasillo
2. Basurero
3. Casillero
4. Piano
5. Navigator
6. Creer
El viaje a la casa de los Hummel fue acompañado por el silencio. Blaine había tomado la decisión de llevar a Kurt a su casa y tomó las llaves del auto antes de que el contratenor aclarara su mente y se pusiera a discutir.
Cundo estaban por llegar Kurt se dio cuenta de que Blaine jamás le pidió su dirección o señales de por dónde ir pero de todas formas se encontraban a unas calles de distancia y el chico de rizos no parecía titubear en la dirección.
-¿Cómo sabes dónde vivo? -preguntó, manteniendo su mirada en sus manos.
-¿Ya estás mejor? -cuestionó Blaine-. Me preocupa tu silencio, para ser sincero.
-Blaine…
-Bien, bien -suspiró-. Pero que necio eres, Kurt -dijo con una enorme sonrisa-. Bien, una vez vine con Finn al principio del semestre, dudo que te hayas fijado en mí, estabas entretenido con tus amigas.
En el momento en que Blaine mencionó a sus amigas fue cuando cayó en cuenta, él pasaría esa noche en la casa de Rachel, no en la suya.
-Espera, alto -anunció, provocando que Blaine detuviera en Navigator de pronto-. Hoy me quedaré en casa de Rachel, no en la mía.
-¿Ah sí? -preguntó Blaine, cuestionándolo con la mirada.
-Sí… ellas decidieron reunirnos hoy para conversar y tener una noche de chicas y…
-¿Noche de chicas? -cuestionó Blaine, sonriendo ampliamente-. Eso suena interesante. Bueno, dime cómo llegar a casa de Rachel.
Kurt tartamudeo un poco, negándose, pero al final desistió y comenzó a explicarle cómo llegar.
-¿Entonces qué te hicieron? -preguntó, viendo de reojo a Kurt.
-Ya te lo dije, ¿no? -lanzó un largo suspiro-. La verdad es que no sé cómo los mantienes controlado en tu presencia pero esos neandertales me odian.
-Ese es un secreto -pronunció muy serio. Unos segundos después siguió con el interrogatorio-: ¿Fue Karofsky?
-Blaine…
-Kurt, necesito saber.
-Sí, fue él -susurró, bajando la cabeza-. Cuando se trata de lanzarme contra la pared siempre es él.
-Ese idiota… todos te molestan, yo lo sé -gruñó negando con la cabeza-. Pero él es peor, es muchísimo peor.
Kurt asintió. Sí, Karofsky era el peor de todos, de hecho lo había amenazado de muerte si le decía a alguien que lo había besado meses atrás.
-¿Por qué? -preguntó, mientras daba vuelta en la calle de Rachel.
-Porque me odia, ¿por qué más?
Blaine entrecerró los ojos pero no volvió a preguntar nada, estacionándose frente a una casa que, era obvio, era la de Rachel.
-Antes de dejarte ir… muéstrame tu espalda -dijo muy serio, manteniendo la mano cerca de los controles de los seguros de las puertas.
-¡¿Qué?! -gritó, moviéndose para quedar de espaldas a la puerta-. No, no lo haré.
-Tienes aquí dos opciones, Kurt… -empezó, poniendo el seguro para evitar que se abrieran las puertas-. O lo haces por las buenas, tú solo, o lo hago yo… y no creo que te vaya a gustar eso.
-Blaine… yo… no puedo… -murmuró viendo por la ventana de Blaine, viendo la casa de su amiga, calculando si podría escapar.
Blaine soltó el aire lentamente y tomó a Kurt de las muñecas con fuerza.
-Kurt, por las buenas o por las malas, tú decides… -advirtió, jalándolo hasta que las piernas de ambos se rozaron-. Sabes que tengo la fuerza para quitarla…
Ante el silencio del castaño, Blaine manejo los espacios para voltearlo, aún y cuando Kurt intentaba detenerlo, quedando con la cara frente a la ventana y con las muñecas tomadas con fuerza en una de las manos del de cabello negro.
-Blaine… déjame ir…
-No, no lo haré -aclaró, por si le quedaba alguna duda.
Cuando la mano derecha de Blaine rozó la espalda baja de Kurt éste no pudo evitar temblar, no quería eso, no lo quería. No quería verse débil ante Blaine.
Justo cuando Blaine alcanzó a divisar un trozo de piel pálida, cubierta con un poco de color en el lado derecho, un sonido los distrajo. Algo que sonaba muy similar a ‘Kurt’ y que era una voz femenina.
-¡¿Kurt?! -repitió Mercedes, asombrada de lo que veía en el auto. Si sus ojos no la engañaban ese era Blaine Anderson… fastidiando a su blanquito-. ¡Hey, idiota!, déjalo -gritó, intentando abrir la puerta sin éxito.
-Kurt, controla a tu amiga, por favor -dijo Blaine sonriendo, alejándose del contratenor y permitiéndole dar la vuelta para enfrentar a Mercedes, quien estaba del lado del conductor, pero sin soltar sus muñecas.
-¿Pero quién te crees que eres? Suelta a Kurt -siguió la chica de color, mientras recorría la distancia para llegar al lado de Kurt.
Blaine se rio un poco ante la exasperación que tenía la chica, pero no demostró ninguna intención de soltar al castaño.
-Mercedes, estoy bien -aseguró Kurt cuando su amiga llego a su puerta-. Blaine, suéltame y abre la puerta, así ella deja de estar preocupada.
-¿Estás loco? Ella se ve con ganas de asesinarme… -respondió el chico de cabello negro, aún sonriendo.
-¡Y así será! -gritó Mercedes frunciendo el ceño.
-Blaine… -comenzó Kurt.
El chico suspiró y lo soltó, acariciando un poco ambas muñecas, para después abrir las puertas. En cuanto Mercedes vio saltar el seguro abrió la puerta y sacó a Kurt del auto, procediendo a revisarlo cuidadosamente en búsqueda de algún cambio físico.
-Estoy bien, Mercedes -aseguró Kurt-, Blaine no me hizo nada malo. Yo confió en él, tranquila.
La chica de color comenzó con una pataleta de las suyas, asegurando que no debería de fiarse de un chico como ese y que más le valía no hacerle daño a su blanquito o se las vería con ella.
Kurt siguió su estallido por uno minutos antes de notar a Rachel del otro lado del auto, donde ya también estaba Blaine, aunque la chica estaba bastante alejada de él. Ambos observándolos, uno con diversión, la otra con temor.
-¿Entonces entramos? -preguntó Rachel, viendo de reojo a Blaine.
-Claro -aseguró Blaine, auto-invitándose a la fiesta.
En cuanto Kurt y Mercedes llegaron a su altura Kurt fue arrastrado por Blaine rumbo a la casa, las chicas siguiéndolos de cerca, dispuestas a averiguar qué diablos pasaba ahí.
7. Noche de chicas