No quiero decir adiós - Fanfic
TÍTULO: No quiero decir adiós
FANDOM: Harry Potter
PAIRING: Draco/Hermione
CHARACTERS: Draco Malfoy, Hermione Granger
DISCLAIMER: Ninguno de los personajes son míos, si lo fueran no estaría trabajando día sí y día también.
CLASIFICACIÓN: G
SUMARY: Siempre luchando, si no era contra sus sentimientos era contra magos oscuros. A apenas dos meses del nacimiento tiene que irse, de nuevo por Navidad. ¿Qué hará Hermione sin él?
NO QUIERO DECIR ADIÓS
Disclaimer: Ninguno de los personajes son míos, si lo fueran no estaría trabajando en un estanco día sí y día también.
Le miró. Sabía que ambos sufrirían cuando se tuviera que ir.
Estaba acostada en la cama, dormida, mientras él acariciaba su cabello y la miraba tiernamente, sintiéndola cercana a su corazón.
.-Hermione… -susurró luego de acercarse despacio y aspirar el olor a manzana de su cabello.
Ella abrió sus preciosos ojos marrones y le miró, sonriendo. De inmediato su radiante sonrisa desapareció, tan pronto como comprendió que pasarían las Navidades separados, de nuevo, que por mucho que se quisieran no habría manera de que pudieran estar juntos hasta el siguiente año.
Nunca habían pasado unas Navidades juntos, a pesar de mantener una relación desde hacía tres años.
.-No quiero que te vayas -suspiró ella reprimiendo un sollozo. Sus palabras habían parecido una súplica-. Te necesito.
Él le miró con ojos tristes, sintiéndose increíblemente vacío.
.-Tengo que hacerlo, Hermione, sabes que tengo que hacerlo -dijo él, luchando contra las ganas de abrazarla, besarla y amarla.
.-Que lo sepa no significa que quiera que lo hagas -replicó ella. Él cerró los ojos fuertemente, cada vez más arrebatador su deseo de sentirla cerca de su cuerpo, aún más cerca de lo que lo estaba.
Y cuando pensó que no aguantaría más, que no podría evitar el echarse a llorar con ella, que hacía un rato que sus ojitos del color del caramelo derramaban saladas y calientes y dulces lágrimas que, no sabía cuándo, él había comenzado a besar mientras la abrazaba fuertemente y sus ojos grises escocían y quemaban.
Un fogonazo y una explosión de luz les sacaron de su trance, y él se levantó rápidamente y se acercó a la ventana para ver qué demonios era lo que perturbaba su tranquilidad.
Sus ojos se abrieron en demasía cuando vio quiénes eran. Iban a buscarle.
.-Son ellos, Hermione, tengo que irme -dijo acercándose a ella y besándola suavemente en la frente.
.-No quiero decirte adiós -dijo ella, sus ojos tristes y su alma destrozada.
Él gruñó, luchando contra la fuerza que le empujaba a quedarse allí con ella y no acudir a esa estúpida guerra a la que a ella le prohibía ir.
Recordaba que, tres años atrás, cuando había comenzado todo aquello, él había hechizado a Hermione para que no pudiera hacer nada que pusiera en peligro su vida, tal como había hecho su padre años antes con su madre y, más tarde, con él. Hechizo que él utilizaría con su hijo cuando abandonase el vientre de Hermione, aproximadamente dos meses después. Lo haría si conseguía sobrevivir.
.-No digas adiós, entonces. Di sólo hasta luego -repuso él, y, por primera vez en su relación, le confesó sus sentimientos-. Te quiero, Hermione.
La castaña mujer le abrazó con locura.
.-Vuelve pronto, Draco.
FIN