I post this because of reasons | onxy

Mar 27, 2013 15:41

Titulo: Reasons
Fandom: SHINee
Pairing: Onxy
Rated: T
Summary: ¿Serán ciertos los rumores? No que Onew fuma (eso lo sabe todo el mundo) sino... ¿estará saliendo con Jungah? ¿Y en qué lugar deja eso a los besos que se han dado últimamente Xyli y él?
Advertencia: Slash
Nota: Para lurque, proud!onxyosa, inspirado en los artículos que están saliendo últimamente de Onew. (Xyli es un OC creado por nosotras para que erradicar el Onchicken del mal. Xyli cuenta como sexto integrante de SHINee -es bailarín, maknae, rapero y además un glotón de pura cepa). Para todo lo demás, aquí le tenéis.



Lleva casi una hora dando vueltas en la cama, dormitando y haciéndose el dormido cada vez que Taemin va a llamarle. No suele ser tan perezoso, pero esa mañana está especialmente cansado, esa mañana siente un pequeño presentimiento de que debería quedarse ahí todo el día.

Es la cuarta vez que Taemin entra para intentar despertarle y es la sexta que finge estar roque. Se gira sobre sí mismo murmurando cosas incomprensibles hasta que escucha que le habla con gravedad, con una seriedad inaudita entre ellos, con un tono de voz lo suficientemente tenso como para que se digne a prestarle algo de atención.

-¿Qué quieres? Pesado...

-Xyli, levanta, en serio.

Su voz es rara, y Xyli sólo recuerda una vez en la que Taemin utilizó ese tono.

-¿Has vuelto a tirarte a mi hermano? -ríe con sorna.

Taemin relaja la expresión y deja salir una pequeña risa. Le mira con un toque de compasión, como si de repente se hubiera acordado de que es el hyung y tiene que cuidar de su donsaeng.

-Hay algo que tienes que ver -dice antes de salir de la habitación que comparten para darle algo de espacio.

Un presentimiento empujaba a Xyli al colchón, y más lo hacen esas palabras; pero se levanta. Sea lo que sea que tiene que ver, le vaya a gustar o no (y por la forma en la que Taemin ha hablado, todo apunta a que no), tendrá que hacerlo algún día... Es demasiado activo para plantearse siquiera una vida entera sin salir de la cama.

Se lava la cara y acude a la última llamada de Taemin. Está sentado frente al ordenador de sobremesa que tienen en el salón, concentrado y solo. Por la forma en la que mira la pantalla, seguro que está en un portal de noticias, y puede imaginarse la bronca que le espera porque seguro que, de nuevo, le han pillado o fumando o haciendo algo que no debía. Lo raro es que no estén los demás para regañarle, lo raro es que el mánager no le haya llamado, lo raro es que Jinki no le mire con severidad...

Pero Jinki no está porque es él quien aparece en la foto del portal. Fumando cigarrillos electrónicos, además. Y con Jungah, de After School, a su lado.

Taemin le mira y comparte unas palabras silenciosas con sus ojos. Taemin sabe. Taemin ve más allá del rostro indiferente que se le ha quedado, ve que le afecta, que le duele.

-No sé si quiero leerlo -confiesa en la intimidad que Taemin le brinda.

-Tarde o temprano te enterarás...

Se pone a leer el artículo antes incluso de que Taemin termine su frase. No quiere que su rostro refleje sorpresa cuando se lo digan a la cara, no quiere que Jinki vea, no quiere que Jinki sepa.

Taemin tiene varias pestañas abiertas, seguro que todas hablarán de lo mismo, y seguro que ha empezado por la más fuerte para que luego el resto no le parezcan para tanto. Y así sucede. Después del primer artículo en el que hablan de años de relación, rumores sobre infidelidades y otros noviazgos, sobre su mal comportamiento y peores hábitos... los demás artículos le parecen chiquilladas.

-Creía que querrías saberlo antes de que llegue.

-¿Dónde está?

-Reunido con mánager hyung...

Cómo no. Le estará cayendo la bronca del siglo por dejarse ver. O le estarán felicitando por encubrir un escándalo mayor, como pasó con Jonghyun. Quién sabe.

Xyli vuelve a su dormitorio sin decir una palabra, pidiendo intimidad en silencio. Le molestan los ojos, le gustaría arrancárselos de las cuencas y tirárselos a Jinki en la cara. Son rumores, se recuerda. Que haya visto a Jungah y a su líder tonteando en varias fiestas no significa que hayan pasado de un polvo. Que Jinki últimamente esté muy tranquilito respecto a relaciones esporádicas no significa que de repente le haya dado por echarse novia.

Y tampoco debe de significar nada que desde hace un par de semanas se besen de forma ocasional y espontánea o se acaricien por debajo de las mantas.

Escucha la puerta de la calle abrirse y contiene al aliento sólo para suspirar cuando escucha la voz de Jonghyun y Minho. Escucha a Minho besar a Taemin y a Jonghyun quejarse por tal muestra de cariño frente a sus heterosexuales ojos. Puede imaginarse a Taemin susurrándole que le ha echado de menos en cuanto Jonghyun se da la vuelta; puede imaginarse la sonrisa de oreja a oreja de Minho.

Mierda. Éso es lo que quiere. No ha tenido una relación de verdad desde que lo dejó con Sujong hace un par de años (si es que a aquella obsesión puede llamársele relación); necesita mimos. Él, el duro de Xyli, el indiferente Park Jaehyun, el rompecorazones y arrancapantalones. Necesita cariño. Y puede conseguir el de cualquiera, claro, puede hasta acceder a recibir el del insistente Sujong si no hubiera decidido pasar página definitivamente. Pero no quiere cualquier cariño. Quiero su cariño. Y Taemin era el único que le brindaba algo parecido durante las noches de soledad; él llorando por Minho, Xyli por Jinki. Consolándose, creando una hermandad infinita. Y el imbécil de Minho tuvo que darse cuenta de que estaba enamorado de Taemin justo un par de semanas después de que Jinki y él se dieran su primer beso y sus sentimientos mutaran hasta convertirse en una gigante masa de mierda. No odia a Minho, pero desde entonces se toma sus partidas a la Play con algo más de seriedad.

La puerta vuelve a abrirse pasados unos minutos y la voz de Kibum se cuela por debajo de la puerta. Xyli respira tranquilo. No quiere ver a Jinki, no está preparado para mirarle a la cara, no está preparado para la reunión que seguro hará en cuanto llegue.

Se pega una ducha para distraerse y alejar las imágenes de Jinki entre sus piernas, de Jinki mirándole con los ojos brillantes de emoción, de Jinki abrazándole contra su pecho, de Jinki besándole con los ojos cerrados. Pero sólo consigue acordarse más.

Recuerda la primera vez que se besaron. Se recuerda a sí mismo muy borracho, muy lanzado, soltándole indirectas por todos lados, buscándole. Recuerda a Jinki esquivo y a sí mismo lloriqueando por un triste beso. Recuerda llegar a casa y a Jinki poniéndole el pijama, se recuerda insistente, deseoso por juntas sus labios. Recuerda a Jinki cediendo y besándole antes de dormir. Recuerda su “nuestro primer beso no debería ser así”. Y recuerda a Jinki marchándose y sus mejillas calientes y sonrojadas.

Recuerda su “éste es el primer beso al que me refería” al par de semanas, después de cinco minutos sin respiración contra la boca del otro. Lento pero con mucha saliva, acariciando mejillas y rodeando cinturas. Recuerda su sonrisa radiante, sus ojos brillantes clavándose en sus pupilas. Se recuerda sin respiración.

Recuerda las veces que se metía en su cama porque Minho y Taemin no le dejaban dormir. Recuerda que entonces Minho le caía de puta madre. Recuerda a Jinki haciéndose a un lado medio dormido y rodeándole con sus brazos. Recuerda sus caricias, sus besos en la frente que iban descendiendo hasta encontrar sus labios. Recuerda haberse quedado dormido en la boca de Jinki.

Recuerda aquella noche loca en el Iris cuando se metieron en los reservados sin haber bebido una sola gota de alcohol y habían empezado a besarse sin control y quedarse sin aire. Recuerda a Jinki desnudándole con la mirada y con las manos, recuerda su cabeza entre sus piernas, recuerda la mejor experiencia sexual de su vida. Y recuerda salir de allí y emborracharse, recuerda los besos improvisados y camino al taxi, recuerda su propia mano en los pantalones de Jinki, recuerda pegarle contra la pared de un callejón y masturbar su gran miembro sin tregua.

Y recuerda hace dos noches, en medio del pasillo de casa, el cuerpo de Jinki completamente pegado al suyo y su lengua registrando su boca; así, por sorpresa. Se lo había encontrado en el pasillo para ir a la cocina a cenar y le había agarrado y le había pegado contra la pared. Recuerda el impacto inicial, los segundos desperdiciados en reaccionar. Recuerda sonreír contra sus labios inconscientemente y apretarle más contra su propia piel. Recuerda cómo el beso fue aminorando intensidad y rapidez, recuerda que se convirtió en el mejor beso que jamás había recibido. Recuerda la mirada que le echó al separarse, recuerda sus miradas de reojo en la cena. Recuerda las mariposas dándose de hostias contra las paredes de su estómago.

No puede asimilar la idea de que todo eso sólo haya sido especial para él. No puede. No puede imaginarse a Jinki haciendo esas cosas con todas las personas con las que se acuesta. No. No puede ser así, no puede ser así con él y con los demás también.

Y le pican los ojos, pero no precisamente por el champú que se le ha colado por las sienes.

Se toma su tiempo, pero aun así ha de salir de la protección de la ducha en algún momento. Suspira, cierra el grifo y se seca lo suficiente como para poder poner música y no distinguir los murmullos que provienen del salón. Si ha llegado Jinki o no, no quiere saberlo. No está preparado para saberlo.

Cuando decide salir a comer algo, Jinki todavía no ha llegado. Y así se tira todo el día, conteniendo la respiración cada vez que oye algún ruido fuera de la casa y aguantando los comentarios de sus compañeros con respecto al escándalo. Todos tienen sus teorías, todos tienen una opinión. Incluso el propio Xyli se ha generado una, una opinión y una máscara de indiferencia que se quita únicamente cuando va al baño a lavarse la cara. A ojos del resto, a Xyli ni le va ni le viene si los rumores son ciertos o no más allá de cómo pueda afectar ello al grupo.

-Jinki me ha mandado un mensaje -comenta Jonghyun cuando Xyli regresa al salón-, dice que no vendrá a dormir, que ya mañana nos cuenta bien.

Se siente un poco molesto incluso porque haya contactado con Jonghyun antes que con él. Aunque bueno, era predecible teniendo en cuenta la historia que tienen detrás. Si no puede evitar sentir celos de sus relaciones pasadas, ¿cómo pretende soportar la noticia de que tenga una presente? La idea le revuelve el estómago.

Cenan y se van a la cama. Está siendo el día más largo de la historia, pero Xyli no quiere que se termine, no quiere que llegue mañana. Se queda hasta tarde viendo la televisión con Kibum en el sofá. Él también parece distraído, tal vez porque la situación le recuerda demasiado a la de Jonghyun con Sekyung, tal vez porque Jonghyun ha salido de fiesta aprovechando que mañana por la mañana no tiene nada que hacer.

Se pregunta si Kibum sabe. Porque Kibum suele saberlo todo. Será algo insoportable y bipolar, pero el cabrón es listo.

Recuerda el escándalo de Sekyung. Xyli estuvo de parte de Jonghyun, por decirlo de alguna forma. Se metía con Kibum, le hacía rabiar y le recordaba que no tenía ningún derecho a hacerle esas putadas a Jonghyun y perjudicar, además, al grupo. Le llamaba nenaza por estar lloriqueando y comportándose como si tuviera tres años porque Jonghyun tuviera novia. Una novia que ni siquiera era de verdad. No comprendía cómo podía estar de mal humor todo el día, cómo podía reclamar suyo algo que no era.

Pero ahora lo entiende. Vaya si lo hace.

-Siento haberme portado como un gilipollas -suelta de repente.

Los felinos ojos de Kibum se clavan en su rostro con sorpresa. Parece como si acabara de aterrizar después de unas vacaciones.

-¿Qué?

-Cuando lo de Sekyung.

-Oh -Kibum dirige su vista a la televisión, mirando sin ver.

A pesar de lo duro que fue Xyli en aquel tiempo, a Kibum jamás le faltó el apoyo en su compañero, ni un abrazo, ni unas palabras de consuelo. Nada. Sólo era un poco brusco de lo sincero que estaba siendo con respecto a su opinión sobre el tema. Pero Kibum agradecía que no le bailara el agua y que le escupiera las verdades a la cara. Nunca se lo dijo, pero ambos lo sabían.

-¿A qué viene eso ahora?

Xyli llena los pulmones de aire:

-Estaba pensando que...

El sonido de las llaves en la cerradura amortigua su voz. Xyli contiene el aliento, pero se relaja al contemplar la posibilidad de que seguramente sea Jonghyun; al fin y al cabo Jinki no iba a aparecer hasta la mañana siguiente.

Pero aparece y las pulsaciones de Xyli se disparan.

-¿Todavía estáis despiertos? -murmura dejando los zapatos en la entrada.

-No podíamos dormir. ¿Cómo estás?

-Cansado -comenta acercándose a ellos mientras se quita la chaqueta y les mira de forma intermitente-. Ha sido un día muy largo.

Xyli le mira de vez en cuando para que su enmudecimiento no sea perceptible y finge estar concentrado en el documental de animales submarinos que están retransmitiendo.

-Ya ves. Supongo que mañana nos reuniremos, ¿no? -pregunta Kibum, optando por no atacar directamente con el tema.

-Sí. Hoy es muy tarde ya. No tardéis en iros a la cama, ¿vale? Mañana será un día largo también.

-Buenas noches -logra despedirse Xyli mientras Jinki se aleja.

-Así que mañana tendremos un día movidito -comenta Kibum suspirando con resignación.

-Yuhu. Me puedo imaginar la de preguntas que vamos a tener que evitar.

-Al menos ya tenemos experiencia -ríe sin ganas.

No pasa mucho tiempo más cuando Kibum decide irse a dormir. Xyli piensa en imitarle, pero no quiere estar solo y sabe que Taemin estará en la habitación de Minho aprovechando que Jonghyun no está. Puede imaginarse a Taemin convenciéndose a sí mismo de que sólo se quedará un rato y no encontrando la excusa para marcharse cuando Minho le pregunte por qué no se queda a dormir. Puede imaginarse a Taemin cediendo ante la idea de que Xyli vaya a dormir con Kibum. Pero Taemin no sabe que Jinki está ya en casa. Así que la televisión le hace compañía.

Le sobresalta un ruido sordo y se incorpora de golpe en el sofá. Se ha quedado dormido; lo sabe porque en la pantalla ya no hay animales marinos, sino seres humanos teniendo sexo.

-No quería interrumpirte -murmura Jinki.

Xyli cambia de canal rápidamente y se restriega los ojos.

-Me he quedado dormido... ¿qué hora es?

-Muy tarde -Jinki va hasta la cocina y enciende la luz-. Deberías ir a dormir.

-Vete a la mierda -murmura para sí mismo. Como si pudiera dormir. Para unas horas que ha podido cerrar los ojos ha tenido que ser precisamente él el que le despierte.

Se levanta y se despide con un balbuceo mientras avanza por el pasillo. En algún momento se detiene y suspira. No va a poder dormir, no va a poder conciliar el sueño sin saber antes a qué se enfrentará mañana. Retrocede sobre sí mismo y se asoma a la puerta de la cocina para verle distraído con su colacao, ¿cómo puede sentir algo por un tío que fuma marihuana como un condenado pero que no puede vivir sin colacao? Tan grande y tan pequeño a veces...

-¿Es verdad?

Jinki levanta la vista de su taza.

-¿Eh?

-Que si es verdad. Los rumores. Tú y Jungah -especifica al recibir únicamente silencio.

-No sé qué dicen exactamente los rumores.

Xyli rueda los ojos. Ahora entiende cómo Kibum y Jonghyun pueden odiarse y quererse a la vez, porque las ganas de tirarle una silla a la cabeza aumentan con cada segundo que pasa. Se ajusta su máscara de indiferencia y carraspea para no gritarle ni insultarle.

-Pues que estáis saliendo -se encoge de hombros.

-Sí.

Silencio.

-¿Y es verdad o es una artimañana de la compañía?

-Es cierto.

La facilidad con la que deja salir las afirmaciones le duele, pero continua sosteniéndole la mirada como si lo que le dice le entrara por un oído y le saliera por el otro.

-¿Y lleváis mucho?

-Un par de semanas.

Como ellos. Es increíble que un tío que se está tomando un colacao y hace dos minutos parecía tan perdido en el mundo esté hablando con tal frialdad y sus palabras sean tan dolorosas. Es increíble. Y una gran mierda.

-Creía que no querías relaciones.

-Y así era, pero ésto es diferente.

Xyli no puede evitar soltar la carcajada que le ha subido por la garganta.

-¿Ah, sí? -se acomoda en el marco de la puerta, de pronto parece divertido por la situación.

-Sí.

Debería irse a la cama; ya tiene lo que quería. Jinki tiene pareja y le conoce lo suficientemente bien como para saber que si mira a los ojos cuando dice algo es porque no hay nada más cierto en el mundo. Se imagina la escena desde fuera y no puede evitar recordarse a Kibum. Tiene veneno en la sangre, tiene ganas de hacer daño, de soltar cuatro borderías, de decirle que no debe ser muy diferente cuando se ha estado liando con él.

Pero él no es Kibum. Aunque en esos momentos puede entender hasta el más recóndito de sus pensamientos, ésos que siempre habían sido un misterio.

-Me alegro entonces -se vuelve a colocar la máscara haciendo uso de toda su fuerza de voluntad y se marcha por el pasillo.

Pasados unos minutos, Jinki relaja los músculos y se echa hacia atrás en el asiento, suspirando. Le duele la cabeza hasta la saciedad y siente una horrible presión en el pecho. Mentiría si dijera que no esperaba algo más de resistencia, algo más de dureza; pero Xyli siempre logra sorprenderle. Tal vez se confió creyendo que Xyli sentía algo por él, tal vez no le haya afectado tanto como creía su noviazgo con Jungah, tal vez le es completamente indiferente, tal vez todo lo que han estado compartiendo desde hace unas semanas sólo ha sido especial para él.

Coge el móvil del bolsillo del pijama y hace una llamada por teléfono.

-Estabas tardando.

-Se lo ha tragado -responde Jinki con seriedad, con cansancio.

-¿Le ha afectado?

-Elimina el vídeo.

-Vas directo al grano, ¿eh? Dime, ¿le ha afectado?

Jinki suspira. Desde el primer momento en el que le enseñó el vídeo subido de tono de Xyli y él en la calle y se dio cuenta de que eran perfectamente reconocibles, supo que iba a meterse en un chantaje continuo. Y así es.

-No. No le ha importado en absoluto -y la certeza de ello le quema la piel, le duele-. Estabas equivocado, Sujong.

-Xyli puede llegar a ser muy buen actor.

-He cumplido con mi parte del trato, ahora borra el puto vídeo.

-Qué mal humor... Así que dices que no le ha afectado nada, ¿verdad?

Sabe que le molesta que eso sea así, por eso va a donde duele. Y Jinki odia que le duela.

-No sé por qué no quiere volver contigo, pero no es por mí -se masajea las sienes y su rostro se crispa.

-Bueno, ya nos hemos asegurado de que no sea por ti -ríe con burla Sujong al otro lado del teléfono.

-Ya tienes lo que querías, ya me he alejado de él. Termina con esto ya.

-¿Qué te hace pensar que no tengo más copias? ¿Te fías de mi palabra?

Jinki sonríe.

-¿Qué te hace pensar que me fío de ti y que no he hablado con mi mánager y mis agentes y están localizando la llamada para ir a arrancarte los vídeos de las manos y de paso meterte en la cárcel por posesión de marihuana? -dice en tono amenazante y no puede evitar acentuar su sonrisa al sentir la sorpresa de Sujong.

-Estoy a un click de mandar vuestra vida a la mierda.

-Y yo a otro de mandar la tuya al trullo.

Silencio. Tenso silencio.

-Estamos los dos cogidos hasta los cojones, ¿eh, Sujong?

Se oye un suspiro al otro lado de la línea. Sujong no conoce a Jinki más allá de lo que sale en la televisión, pero por suerte Jinki sí conoce algo más a Sujong, lo suficiente como para saber que está en un verdadero aprieto, que la cárcel es lo último que querría en su vida y que no se arriesgaría a perder su libertad ni siquiera por Xyli.

-Borrados.

-Ahora sí que me fío de ti -sonríe Jinki, aunque miente.

-No vuelvas a acercarte a Xyli -amenaza, sin embargo-; tengo más vídeos aunque tú no salgas en ellos.

-No creo que tengas que preocuparte más por ello, no creo que quiera volver a acercarse a mí -murmura con resignación.

-Y que siga así.

Se siente una marioneta cuyos hilos domina Sujong, se siente un completo imbécil por estar cediendo ante el chantaje, y más que nada, se siente furioso.

-Ten cuidado la próxima vez que vendas marihuana, no vaya a ser que me vaya de la lengua -no puede evitar decir. No tiene ningún plan, pero espera ser lo suficientemente serio como para que parezca que lo tiene todo bajo control.

-Ten cuidado no vaya a ser que diga que tú eres cliente habitual.

-Me pregunto a quién creería la policía... -sonríe con seguridad.

-Hijo de puta -maldice Sujong en voz baja justo antes de colgar.

La sonrisa de Jinki se extingue nada más alejarse el móvil de la oreja. Apoya los codos en la mesa y se pasa las manos por el pelo ya de por sí revuelto. Tenía que proteger a Xyli y al grupo. Como líder, como amigo y como todo. Tenía que pagar las consecuencias de su descuido; normalmente es muy discreto con sus relaciones, pero con Xyli pierde el norte. Cuando Xyli le besaba en las calles lo único en lo que podía pensar era en que quería más, no en esperar a llegar a casa.

Xyli siempre ha sido su debilidad.

-Mierda -suspira sin poder contenerse y de repente se siente exhausto.

Se levanta de la silla con cuidado de no hacer demasiado ruido y empieza a recoger lo poco que ha ensuciado en la cocina antes de irse a dormir.

Y el ruido de la taza en el fregadero y el de sus propios pensamientos amortigua el sonido de la madera al crujir, delatando a un más que sorprendido Xyli todavía en el pasillo.

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