La verdadera Tsubaki
Titulo: La verdadera Tsubaki
Fandom: Soul Eater
Pairing: Tsubaki/Mifune
Rated: K+
Summary: Proteger a Black Star era su obligación, los medios eran su elección.
Nota: Para esciam como regalo de Navidad atrasadísimo, regalo de cumpleaños un poco menos atrasado y respuesta al prompt del meme nada retrasado ♥ (siento la tardanza, espero que te guste ^^)
Resultaba extraño caminar sin Black Star al lado, era incluso perturbador el no sentir su presencia en todas partes llenando cada átomo que se encontraba alrededor, cada pétalo de cada rosa, cada pequeña brisa de aire, cada diminuta piedra en el suelo. Black Star tenía la capacidad de llenar un espacio para el que Tsubaki no encontraba sustituto alguno; Black Star era todo lo que ella había aprendido a conocer y depender y no tenerle revoloteando y parloteando alrededor suyo le hacía sentir sola… y libre.
Curiosamente libre, más y menos ella que nunca.
No era común que un arma se enfrascara en una misión sin su técnico, sobre todo cuando se trataba de una que podría terminar con su vida en un abrir y cerrar de ojos como lo era esta. Sin embargo y contra todo pronóstico, Tsubaki caminaba con la cabeza bien alta, decidida, con toda la racionalidad que siempre la acompañaba echada a un rincón de su interior. Quizá sí que se le estuviera pegando algo de Black Star al fin y al cabo, porque ir de misiones suicidas desarmada era una locura típica de su técnico, no de ella.
Las cintas advirtiendo del peligro inminente no alteraron a Tsubaki mientras las cruzaba lentamente, alerta y esperando que de un momento a otro a que Mifune apareciera, porque lo haría en cuanto sintiera una presencia cerca de donde Angela se encontrara, Tsubaki lo sabía y por eso había ido a la boca del lobo.
Y apareció, de la nada, como si el viento lo hubiera arrastrado hacia allí impulsado por una suave brisa. Tsubaki ni siquiera trató de defenderse cuando le vio en aquella pose ninja con las katanas alzadas al viento dispuesto a atacarla; sabía que no haría ningún movimiento contra ella si no lo había hecho ya.
-¿Qué quieres? -preguntó Mifune trazando círculos alrededor del arma, mirándola con cautela, tratando de olvidar la atracción instantánea hacia ella que le había embriagado desde la primera vez que la había visto.
-No vengo a por Ángela -le informó con calma Tsubaki, sin moverse del lugar.
No bajaba la cabeza ni hablaba avergonzada, Mifune se fijó en su mirada decidida y astuta, en todo lo que ocultaba tras aquellos ojos siempre había habido y su técnico cubría con su personalidad que no pasaba desapercibida.
Mifune sentía que estaba viendo a la verdadera Tsubaki.
-Pareces distinta desde la última vez que te vi.
-No mates a Black Star -pidió Tsubaki encontrando sus ojos.
Mifune se detuvo un momento en su paseo alrededor del arma. Había creído que se trataba de una especie de trampa, que de un momento a otro el técnico saldría de la nada y le atacaría, que intentarían sorprenderle visto que en su primer intento por atacar no habían tenido mucho éxito… pero en aquel momento, mirando a Tsubaki a la cara, contemplando su ruego, sus ojos volviendo a posarse en el suelo y con ello toda su porte y elegancia desapareciendo para dar paso a la inseguridad que siempre había mostrado, Mifune ya no lo tenía tan claro.
-¿Sabes? Hablar de él te hace parecer débil -le dijo ladeando ligeramente el rostro, bajando la katana-. Todo lo que tenga que ver con tu técnico te hace parecer débil.
-No le mates -volvió a repetir ella, alzando el rostro.
La Tsubaki que a Mifune le gustaba apareció de nuevo entre los rastros de su flequillo con aquella mirada de determinación. El ninja casi creyó que sonreiría, pero no llegó a hacerlo.
-Si queréis acercaros a Ángela me temo que tendré que hacerlo -dijo con tranquilidad, acercándose a ella lentamente-. Y es una pena, porque la vida de tu técnico me importa bien poco, pero no me gustaría tener que matarte a ti… -le acarició la mejilla sin dejar de mirarla.
Tsubaki le sostuvo la mirada y continuó en silencio, impasible.
-No lo mates -repitió una tercera vez y su mirada fue dura.
-Mantenlo alejado de aquí, entonces.
-Lo intentaré.
-Entonces intentaré no matarle -fue la única respuesta de Mifune.
Permanecieron así un momento más antes de que Tsubaki cesara de golpe el contacto entre ellos, poniendo distancia y alejándose por donde había venido con la misma tranquilidad y lentitud que al principio. Cada paso que daba le arrebataba un poco más de esa seguridad repentina que la había envuelto.
-Tsubaki -la llamó por su nombre, haciendo que esta se detuviera de espaldas a él-, te mereces algo mucho mejor, en serio.
Tres segundos fueron los que continuó estática sin mover un solo músculo, Mifune creyó haberla escuchado suspirar, pero no pudo estar seguro siquiera porque una bola de humo se confundió con el aire en aquel preciso instante, poniéndolo en alerta de nuevo.
Para cuando el humo se disipó, lo único que quedaba de Tsubaki eran los recuerdos de una mirada que decía mucho más de lo que nadie vería de ella jamás. El recuerdo de la verdadera Tsubaki, la que sólo Mifune había visto.
Fandom: Soul Eater
Pairing: Tsubaki/Mifune
Rated: K+
Summary: Proteger a Black Star era su obligación, los medios eran su elección.
Nota: Para esciam como regalo de Navidad atrasadísimo, regalo de cumpleaños un poco menos atrasado y respuesta al prompt del meme nada retrasado ♥ (siento la tardanza, espero que te guste ^^)
Resultaba extraño caminar sin Black Star al lado, era incluso perturbador el no sentir su presencia en todas partes llenando cada átomo que se encontraba alrededor, cada pétalo de cada rosa, cada pequeña brisa de aire, cada diminuta piedra en el suelo. Black Star tenía la capacidad de llenar un espacio para el que Tsubaki no encontraba sustituto alguno; Black Star era todo lo que ella había aprendido a conocer y depender y no tenerle revoloteando y parloteando alrededor suyo le hacía sentir sola… y libre.
Curiosamente libre, más y menos ella que nunca.
No era común que un arma se enfrascara en una misión sin su técnico, sobre todo cuando se trataba de una que podría terminar con su vida en un abrir y cerrar de ojos como lo era esta. Sin embargo y contra todo pronóstico, Tsubaki caminaba con la cabeza bien alta, decidida, con toda la racionalidad que siempre la acompañaba echada a un rincón de su interior. Quizá sí que se le estuviera pegando algo de Black Star al fin y al cabo, porque ir de misiones suicidas desarmada era una locura típica de su técnico, no de ella.
Las cintas advirtiendo del peligro inminente no alteraron a Tsubaki mientras las cruzaba lentamente, alerta y esperando que de un momento a otro a que Mifune apareciera, porque lo haría en cuanto sintiera una presencia cerca de donde Angela se encontrara, Tsubaki lo sabía y por eso había ido a la boca del lobo.
Y apareció, de la nada, como si el viento lo hubiera arrastrado hacia allí impulsado por una suave brisa. Tsubaki ni siquiera trató de defenderse cuando le vio en aquella pose ninja con las katanas alzadas al viento dispuesto a atacarla; sabía que no haría ningún movimiento contra ella si no lo había hecho ya.
-¿Qué quieres? -preguntó Mifune trazando círculos alrededor del arma, mirándola con cautela, tratando de olvidar la atracción instantánea hacia ella que le había embriagado desde la primera vez que la había visto.
-No vengo a por Ángela -le informó con calma Tsubaki, sin moverse del lugar.
No bajaba la cabeza ni hablaba avergonzada, Mifune se fijó en su mirada decidida y astuta, en todo lo que ocultaba tras aquellos ojos siempre había habido y su técnico cubría con su personalidad que no pasaba desapercibida.
Mifune sentía que estaba viendo a la verdadera Tsubaki.
-Pareces distinta desde la última vez que te vi.
-No mates a Black Star -pidió Tsubaki encontrando sus ojos.
Mifune se detuvo un momento en su paseo alrededor del arma. Había creído que se trataba de una especie de trampa, que de un momento a otro el técnico saldría de la nada y le atacaría, que intentarían sorprenderle visto que en su primer intento por atacar no habían tenido mucho éxito… pero en aquel momento, mirando a Tsubaki a la cara, contemplando su ruego, sus ojos volviendo a posarse en el suelo y con ello toda su porte y elegancia desapareciendo para dar paso a la inseguridad que siempre había mostrado, Mifune ya no lo tenía tan claro.
-¿Sabes? Hablar de él te hace parecer débil -le dijo ladeando ligeramente el rostro, bajando la katana-. Todo lo que tenga que ver con tu técnico te hace parecer débil.
-No le mates -volvió a repetir ella, alzando el rostro.
La Tsubaki que a Mifune le gustaba apareció de nuevo entre los rastros de su flequillo con aquella mirada de determinación. El ninja casi creyó que sonreiría, pero no llegó a hacerlo.
-Si queréis acercaros a Ángela me temo que tendré que hacerlo -dijo con tranquilidad, acercándose a ella lentamente-. Y es una pena, porque la vida de tu técnico me importa bien poco, pero no me gustaría tener que matarte a ti… -le acarició la mejilla sin dejar de mirarla.
Tsubaki le sostuvo la mirada y continuó en silencio, impasible.
-No lo mates -repitió una tercera vez y su mirada fue dura.
-Mantenlo alejado de aquí, entonces.
-Lo intentaré.
-Entonces intentaré no matarle -fue la única respuesta de Mifune.
Permanecieron así un momento más antes de que Tsubaki cesara de golpe el contacto entre ellos, poniendo distancia y alejándose por donde había venido con la misma tranquilidad y lentitud que al principio. Cada paso que daba le arrebataba un poco más de esa seguridad repentina que la había envuelto.
-Tsubaki -la llamó por su nombre, haciendo que esta se detuviera de espaldas a él-, te mereces algo mucho mejor, en serio.
Tres segundos fueron los que continuó estática sin mover un solo músculo, Mifune creyó haberla escuchado suspirar, pero no pudo estar seguro siquiera porque una bola de humo se confundió con el aire en aquel preciso instante, poniéndolo en alerta de nuevo.
Para cuando el humo se disipó, lo único que quedaba de Tsubaki eran los recuerdos de una mirada que decía mucho más de lo que nadie vería de ella jamás. El recuerdo de la verdadera Tsubaki, la que sólo Mifune había visto.