All I want for Christmas is you
Titulo: All I want for Christmas is you
Fandom: SHINee
Pairing: 2min
Rated: K
Summary: Minho quiere hacerle el regalo perfecto a Taemin... Sin darse cuenta de que él no necesita nada material.
Advertencias: Slash
Nota: Regalo atrasado de Navidad para lis_wickham ♥ Ojalá te guste ^^
Se acerca la Navidad y el apartamento de SHINee está más agitado que nunca: tienen muchos quehaceres, muchas entrevistas, muchos conciertos y ganas de hacerlo bien. Pero los miembros no sólo están agitados por la cantidad indecente de trabajo que tienen sobre sus hombros, sino por los regalos. Esos que para algunas personas son el único motivo por el que celebran la Navidad, esos que para otras resulta una aberración, esos que para ellos son un motivo más para darse fuerzas y caminar unidos hacia el éxito.
Minho está sobre la cama poco mullida de la habitación individual que le han proporcionado los del Dream Team, tumbado boca arriba, pensativo. A su lado descansa el oso de peluche que Taemin le había regalado antes de su partida.
-Para que te ayude a dormir, hyung.
Minho había sentido ganas de decirle que él no necesitaba un peluche para conciliar el sueño, pero había tal brillo en los ojos del maknae que no pudo hacer menos que sonreír y abrazarlo, murmurando un tímido “gracias”.
El carismático miembro del grupo, casi contra su voluntad, se abraza al muñeco y lo estrecha entre sus brazos, embriagándose del olor que desprende, el olor de Taemin, ese que tanto le falta estando tan lejos. Quiere regalarle para Navidad algo especial, algo que no sean los típicos calcetines que la familia siempre te proporciona, algo que le haga ilusión, algo que realmente quiera. El problema es que no sabe qué.
-Minho-ah, grabamos en diez minutos -oye la voz de Danny al otro lado de la puerta.
-¡Ya voy, hyung!
Y, tras volver a embriagarse del olor de su peluche, sale del dormitorio para continuar su jornada de trabajo.
A los pocos días, tras haber grabado otro maravilloso capítulo con el equipo del Dream Team del que ya forma oficialmente parte, Minho vuelve a Corea para reunirse con sus compañeros. SHINee lo recibe con los brazos abiertos, contándole las novedades que por teléfono han resultado escasas, poniéndole al día.
Con la intención de encontrar el regalo perfecto para Taemin, Minho no consigue quitarle el ojo de encima en todo el día, descubriendo bajo los ojos del maknae pequeñas bolsas que deshacen la perfección de sus rasgados ojos.
-¿Estás bien? -pregunta preocupado acercándosele esa tarde, cuando tienen un par de minutos para ellos- Tienes mala cara…
-Estoy bien -sonríe como toda respuesta.
Kibum los observa desde un segundo plano, sacudiendo la cabeza por motivos que sólo él puede comprender.
Esa noche, Taemin se escabulle de la calidez de su cama para dirigirse al dormitorio que comparten Jonghyun y Minho. Antes siquiera de que sea consciente de sus propios actos, ya está metido entre las sábanas del rapero, acurrucándose contra su pecho. Minho, debatiéndose contra su voluntad en las brumas del sueño, lo abraza en la oscuridad al tiempo que susurra:
-¿Qué ocurre, pequeño?
-No podía dormir, lo sien…
-Shh… Está todo bien -susurra acunándolo entre sus brazos-. Te he echado de menos.
-Yo también a ti, hyung.
Y así, tan juntos como sus cuerpos les permiten, duermen dejándose arrastrar por Morfeo.
Los días pasan y SHINee vuelve a la normalidad con sus cinco miembros. El trabajo los mantiene ocupados, pero Minho aún no es capaz de encontrar el regalo perfecto para Taemin y sus ojeras cada vez más profundas y oscuras le tienen preocupado. La noche antes de Navidad, después de una gran cena con bromas y charlas incluidas, los miembros se dirigen cada uno a su dormitorio, expectantes por los regalos que aparecerán bajo el árbol de Navidad al día siguiente.
Minho se dirige hacia la cocina, incapaz de conciliar el sueño. Ha comprado a Taemin un par de calentadores para los ensayos de baile y, aun sabiendo que no es, ni de lejos, el regalo perfecto, no ha podido encontrar nada más en su repertorio. Encuentra a Kibum tomando un vaso de leche y no duda un segundo en sentarse a su lado, agobiado.
-Cuéntame -murmura la diva sin que Minho haya pronunciado una sola palabra-. ¿Qué pasa?
-Estoy preocupado por Taeminnie. Desde que he vuelto del Dream Team lo noto diferente. Tiene mala cara…
Kibum lo mira con una autoridad y autosuficiencia que Minho jamás comprenderá. Parece tener la situación bajo control, parece ser un Dios, todopoderoso y omnisciente… Kibum parece saberlo todo y, efectivamente, lo sabe.
-¿De dónde crees que vienen sus ojeras?
Pero quiere que Minho lo adivine.
-¿De dormir mal?
-Muy bien, me sorprende tu inteligencia. ¿Y por qué crees que Taemin duerme mal?
-¿Qué sé yo? ¿Pocas horas de sueño, tal vez?
Kibum lo golpea en el hombro.
-Respuesta incorrecta. Prueba otra vez.
-¿Pesadillas? -pregunta casi con miedo.
Kibum vuelve a aporrearlo.
-Parece mentira que con lo observador que eres no te hayas dado cuenta…
-¿Darme cuenta de qué?
-Veamos, ¿qué es lo que ha cambiado de Taemin desde que te fuiste? -no le da tiempo a Minho a contestar antes de añadir- Mejor dicho, ¿qué es lo que tenía Taemin antes de irte y que ahora no tiene?
Como si una bombilla se hubiera encendido en su mente, Minho se siente como el estudiante que sabe la respuesta frente al temido profesor.
-¡El peluche!
-¡Ding ding ding! !Respuesta correcta!
Minho ni siquiera espera la contestación de Kibum, ni siquiera se dirige a su dormitorio para cambiarse de ropa: corre hacia la puerta de entrada y sale de la casa con una sonrisa radiante en los labios.
-De nada -murmura Key antes de apurar la leche de su vaso.
Al no dormir en su mismo dormitorio, Minho no tenía ni idea del aprecio que el maknae tenía por aquel objeto, del cariño que le otorgó al entregárselo. Ahora el rapero lo sabe y no puede estar más agradecido por ello; porque Taemin no sólo le ha regalado un peluche, sino que le ha dado una parte de sí mismo sin condiciones.
-Será estúpido -murmura congelado de frío mientras recorre en pijama las desiertas calles de la ciudad-. Mira que no decirme que no podía dormir sin él…
La búsqueda por una tienda abierta donde pueda comprar un peluche parecido al de Taemin se alarga hasta altas horas de la madrugada. Minho ve amanecer cuando encuentra un comercio abierto. No se lo piensa mucho, porque en cuanto ve una rana de peluche sobre una estantería la sensación que tanto ha estado buscando aparece: ¡Esto!
Minho lo compra y sale corriendo de nuevo, medio bostezando y medio dormido. Llega a casa justo cuando el resto de miembros se está despertando, dándole el tiempo justo para dejar el regalo sobre el árbol y aparentar haber pasado toda la noche durmiendo. SHINee se levanta y juntos caminan hacia el salón. El hombro de Jinki roza sin querer el de Minho y el líder lo mira con los ojos como platos.
-¿Por qué estás tan frío?
-Mmm…
-¡Regalos! -Jonghyun se lanza literalmente hacia ellos, distrayendo a Jinki y haciendo suspirar a Minho de alivio.
Taemin coge el regalo del rapero entre sus brazos y palpa su frialdad, la misma que, aparentemente, presenta el cuerpo de su compañero. Con ojos curiosos y adivinando lo sucedido, el maknae abre el regalo quedándose con los ojos abiertos como platos en cuanto ve la rana de peluche que hay en el interior del paquete.
Minho, distraído y adormilado, sólo es capaz de concentrarse para ver el brillo especial en los ojos de Taemin, sabiendo entonces que ha merecido la pena pasar la noche en vela para encontrar su regalo perfecto.
-Hyung… gracias -murmura acercándose a él para abrazarlo.
-¿Por qué no me dijiste que no podías dormir sin un peluche?
-Porque sabía que querrías devolvérmelo entonces, y quiero que te lo quedes…
-Taemin-ah…
-Es muy importante para mí, hyung -lo interrumpe mirándolo a los ojos-. Quiero que, cuando te alejes, al menos tengas algo con lo que recordarme.
-No me hace falta un peluche para recordarte.
Durante unos segundos se miran a los ojos. Puede que no sea nada, pero puede que hayan aprendido algo más de ellos mismos de lo que ni siquiera se atreven a imaginar. Al menos, Kibum ve una confesión secreta en sus ojos, unos sentimientos que quizá no estaban del todo definidos y comienzan a coger forma.
-Pareces cansado -susurra Taemin-, ¿no deberías dormir?
-Sólo si tú me acompañas -responde sonriente Minho, colocando sus pulgares en las bolsas bajo los ojos del maknae-. Sé que ahora tienes un peluche al que aferrarte, pero voy a echar de menos que te acurruques contra mí…
-Tú siempre serás mejor que todos los peluches del mundo.
Se sonríen, entre ruborizados y eufóricos y juntos, tras despedirse de los demás, caminan hacia el dormitorio de Minho y Jonghyun. El rapero coge la manta y la abre, ofreciéndole paso a Taemin, que se introduce bajo ellas. Minho lo sigue a los pocos segundos, dejándose abrazar por su pequeño, sintiendo la calidez que su cuerpo desprende.
-No quiero volver a dormir mal, Minho-hyung… -casi tartamudea contra su pecho.
-Espero que el peluche te ayude con eso.
-No siempre necesito un peluche para dormir bien, ¿sabes? Hay algo con lo que duermo mucho mejor…
-¿Ah, sí? -pregunta Minho, recientemente preocupado ante la posibilidad de no haber acertado con el regalo perfecto.
-Sí.
-¿Y qué es?
Taemin sonríe y se incorpora levemente para mirarlo, los grandes ojos del rapero se abren mientras brillan reflejados en la intensidad que sostiene la mirada del maknae. Súbitamente, se acerca a él y lo besa, rozando los labios con los suyos en un contacto mágico, casi invisible, pero intenso, con una carga de emociones capaz de mover cielo y tierra.
-¿Tú qué crees?
Minho sonríe contra sus labios y lo abraza con fuerza mientras prologa el beso un par de segundos más. Ahora sí, ahora está totalmente convencido de que ha encontrado el regalo perfecto para Taemin.
Fandom: SHINee
Pairing: 2min
Rated: K
Summary: Minho quiere hacerle el regalo perfecto a Taemin... Sin darse cuenta de que él no necesita nada material.
Advertencias: Slash
Nota: Regalo atrasado de Navidad para lis_wickham ♥ Ojalá te guste ^^
Se acerca la Navidad y el apartamento de SHINee está más agitado que nunca: tienen muchos quehaceres, muchas entrevistas, muchos conciertos y ganas de hacerlo bien. Pero los miembros no sólo están agitados por la cantidad indecente de trabajo que tienen sobre sus hombros, sino por los regalos. Esos que para algunas personas son el único motivo por el que celebran la Navidad, esos que para otras resulta una aberración, esos que para ellos son un motivo más para darse fuerzas y caminar unidos hacia el éxito.
Minho está sobre la cama poco mullida de la habitación individual que le han proporcionado los del Dream Team, tumbado boca arriba, pensativo. A su lado descansa el oso de peluche que Taemin le había regalado antes de su partida.
-Para que te ayude a dormir, hyung.
Minho había sentido ganas de decirle que él no necesitaba un peluche para conciliar el sueño, pero había tal brillo en los ojos del maknae que no pudo hacer menos que sonreír y abrazarlo, murmurando un tímido “gracias”.
El carismático miembro del grupo, casi contra su voluntad, se abraza al muñeco y lo estrecha entre sus brazos, embriagándose del olor que desprende, el olor de Taemin, ese que tanto le falta estando tan lejos. Quiere regalarle para Navidad algo especial, algo que no sean los típicos calcetines que la familia siempre te proporciona, algo que le haga ilusión, algo que realmente quiera. El problema es que no sabe qué.
-Minho-ah, grabamos en diez minutos -oye la voz de Danny al otro lado de la puerta.
-¡Ya voy, hyung!
Y, tras volver a embriagarse del olor de su peluche, sale del dormitorio para continuar su jornada de trabajo.
A los pocos días, tras haber grabado otro maravilloso capítulo con el equipo del Dream Team del que ya forma oficialmente parte, Minho vuelve a Corea para reunirse con sus compañeros. SHINee lo recibe con los brazos abiertos, contándole las novedades que por teléfono han resultado escasas, poniéndole al día.
Con la intención de encontrar el regalo perfecto para Taemin, Minho no consigue quitarle el ojo de encima en todo el día, descubriendo bajo los ojos del maknae pequeñas bolsas que deshacen la perfección de sus rasgados ojos.
-¿Estás bien? -pregunta preocupado acercándosele esa tarde, cuando tienen un par de minutos para ellos- Tienes mala cara…
-Estoy bien -sonríe como toda respuesta.
Kibum los observa desde un segundo plano, sacudiendo la cabeza por motivos que sólo él puede comprender.
Esa noche, Taemin se escabulle de la calidez de su cama para dirigirse al dormitorio que comparten Jonghyun y Minho. Antes siquiera de que sea consciente de sus propios actos, ya está metido entre las sábanas del rapero, acurrucándose contra su pecho. Minho, debatiéndose contra su voluntad en las brumas del sueño, lo abraza en la oscuridad al tiempo que susurra:
-¿Qué ocurre, pequeño?
-No podía dormir, lo sien…
-Shh… Está todo bien -susurra acunándolo entre sus brazos-. Te he echado de menos.
-Yo también a ti, hyung.
Y así, tan juntos como sus cuerpos les permiten, duermen dejándose arrastrar por Morfeo.
Los días pasan y SHINee vuelve a la normalidad con sus cinco miembros. El trabajo los mantiene ocupados, pero Minho aún no es capaz de encontrar el regalo perfecto para Taemin y sus ojeras cada vez más profundas y oscuras le tienen preocupado. La noche antes de Navidad, después de una gran cena con bromas y charlas incluidas, los miembros se dirigen cada uno a su dormitorio, expectantes por los regalos que aparecerán bajo el árbol de Navidad al día siguiente.
Minho se dirige hacia la cocina, incapaz de conciliar el sueño. Ha comprado a Taemin un par de calentadores para los ensayos de baile y, aun sabiendo que no es, ni de lejos, el regalo perfecto, no ha podido encontrar nada más en su repertorio. Encuentra a Kibum tomando un vaso de leche y no duda un segundo en sentarse a su lado, agobiado.
-Cuéntame -murmura la diva sin que Minho haya pronunciado una sola palabra-. ¿Qué pasa?
-Estoy preocupado por Taeminnie. Desde que he vuelto del Dream Team lo noto diferente. Tiene mala cara…
Kibum lo mira con una autoridad y autosuficiencia que Minho jamás comprenderá. Parece tener la situación bajo control, parece ser un Dios, todopoderoso y omnisciente… Kibum parece saberlo todo y, efectivamente, lo sabe.
-¿De dónde crees que vienen sus ojeras?
Pero quiere que Minho lo adivine.
-¿De dormir mal?
-Muy bien, me sorprende tu inteligencia. ¿Y por qué crees que Taemin duerme mal?
-¿Qué sé yo? ¿Pocas horas de sueño, tal vez?
Kibum lo golpea en el hombro.
-Respuesta incorrecta. Prueba otra vez.
-¿Pesadillas? -pregunta casi con miedo.
Kibum vuelve a aporrearlo.
-Parece mentira que con lo observador que eres no te hayas dado cuenta…
-¿Darme cuenta de qué?
-Veamos, ¿qué es lo que ha cambiado de Taemin desde que te fuiste? -no le da tiempo a Minho a contestar antes de añadir- Mejor dicho, ¿qué es lo que tenía Taemin antes de irte y que ahora no tiene?
Como si una bombilla se hubiera encendido en su mente, Minho se siente como el estudiante que sabe la respuesta frente al temido profesor.
-¡El peluche!
-¡Ding ding ding! !Respuesta correcta!
Minho ni siquiera espera la contestación de Kibum, ni siquiera se dirige a su dormitorio para cambiarse de ropa: corre hacia la puerta de entrada y sale de la casa con una sonrisa radiante en los labios.
-De nada -murmura Key antes de apurar la leche de su vaso.
Al no dormir en su mismo dormitorio, Minho no tenía ni idea del aprecio que el maknae tenía por aquel objeto, del cariño que le otorgó al entregárselo. Ahora el rapero lo sabe y no puede estar más agradecido por ello; porque Taemin no sólo le ha regalado un peluche, sino que le ha dado una parte de sí mismo sin condiciones.
-Será estúpido -murmura congelado de frío mientras recorre en pijama las desiertas calles de la ciudad-. Mira que no decirme que no podía dormir sin él…
La búsqueda por una tienda abierta donde pueda comprar un peluche parecido al de Taemin se alarga hasta altas horas de la madrugada. Minho ve amanecer cuando encuentra un comercio abierto. No se lo piensa mucho, porque en cuanto ve una rana de peluche sobre una estantería la sensación que tanto ha estado buscando aparece: ¡Esto!
Minho lo compra y sale corriendo de nuevo, medio bostezando y medio dormido. Llega a casa justo cuando el resto de miembros se está despertando, dándole el tiempo justo para dejar el regalo sobre el árbol y aparentar haber pasado toda la noche durmiendo. SHINee se levanta y juntos caminan hacia el salón. El hombro de Jinki roza sin querer el de Minho y el líder lo mira con los ojos como platos.
-¿Por qué estás tan frío?
-Mmm…
-¡Regalos! -Jonghyun se lanza literalmente hacia ellos, distrayendo a Jinki y haciendo suspirar a Minho de alivio.
Taemin coge el regalo del rapero entre sus brazos y palpa su frialdad, la misma que, aparentemente, presenta el cuerpo de su compañero. Con ojos curiosos y adivinando lo sucedido, el maknae abre el regalo quedándose con los ojos abiertos como platos en cuanto ve la rana de peluche que hay en el interior del paquete.
Minho, distraído y adormilado, sólo es capaz de concentrarse para ver el brillo especial en los ojos de Taemin, sabiendo entonces que ha merecido la pena pasar la noche en vela para encontrar su regalo perfecto.
-Hyung… gracias -murmura acercándose a él para abrazarlo.
-¿Por qué no me dijiste que no podías dormir sin un peluche?
-Porque sabía que querrías devolvérmelo entonces, y quiero que te lo quedes…
-Taemin-ah…
-Es muy importante para mí, hyung -lo interrumpe mirándolo a los ojos-. Quiero que, cuando te alejes, al menos tengas algo con lo que recordarme.
-No me hace falta un peluche para recordarte.
Durante unos segundos se miran a los ojos. Puede que no sea nada, pero puede que hayan aprendido algo más de ellos mismos de lo que ni siquiera se atreven a imaginar. Al menos, Kibum ve una confesión secreta en sus ojos, unos sentimientos que quizá no estaban del todo definidos y comienzan a coger forma.
-Pareces cansado -susurra Taemin-, ¿no deberías dormir?
-Sólo si tú me acompañas -responde sonriente Minho, colocando sus pulgares en las bolsas bajo los ojos del maknae-. Sé que ahora tienes un peluche al que aferrarte, pero voy a echar de menos que te acurruques contra mí…
-Tú siempre serás mejor que todos los peluches del mundo.
Se sonríen, entre ruborizados y eufóricos y juntos, tras despedirse de los demás, caminan hacia el dormitorio de Minho y Jonghyun. El rapero coge la manta y la abre, ofreciéndole paso a Taemin, que se introduce bajo ellas. Minho lo sigue a los pocos segundos, dejándose abrazar por su pequeño, sintiendo la calidez que su cuerpo desprende.
-No quiero volver a dormir mal, Minho-hyung… -casi tartamudea contra su pecho.
-Espero que el peluche te ayude con eso.
-No siempre necesito un peluche para dormir bien, ¿sabes? Hay algo con lo que duermo mucho mejor…
-¿Ah, sí? -pregunta Minho, recientemente preocupado ante la posibilidad de no haber acertado con el regalo perfecto.
-Sí.
-¿Y qué es?
Taemin sonríe y se incorpora levemente para mirarlo, los grandes ojos del rapero se abren mientras brillan reflejados en la intensidad que sostiene la mirada del maknae. Súbitamente, se acerca a él y lo besa, rozando los labios con los suyos en un contacto mágico, casi invisible, pero intenso, con una carga de emociones capaz de mover cielo y tierra.
-¿Tú qué crees?
Minho sonríe contra sus labios y lo abraza con fuerza mientras prologa el beso un par de segundos más. Ahora sí, ahora está totalmente convencido de que ha encontrado el regalo perfecto para Taemin.