Alatriste, de nuevo

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He devuelto de seguir de nuevo los aventuras del Capitán Alatriste. Éstas novelas de Arturo Pérez-Reverte se tratan de la vida y las aventuras del epónimo capitán, espadachín a sueldo en el España de Felipe IV.

Lo que me alegre más de todo en éstas novelas es que dan vida e ánimo al Siglo de Oro. Las figuras más conocidas del época-- el conde-duque de Olivares, el pintor Diego Velazquez, los poetas Lope de Vega y Francisco Quevedo-- salen en la narración, a menudo, cómo en caso de Quevedo, en papeles principales.

Resultado de que tengo muchísimas ganas de leer de nuevo (o, más bien, por la primera vez), la poesía del Siglo de Oro.

Quevedo ha salido como mi favorito. De vez en cuando su poesía me parece como la de mi otro favorito, Catúlo, como ya verán:

DESENGAÑO DE LAS MUJERES

Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece,
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.

Puto es el gusto y puta la alegría
que el rato puteril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.

Más llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado,

si de otras tales putas me pagare;
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.

¡Que hubiera yo podido decir algo así a mi vieja!