( multifandom ) mariconazo, ven a mí.
MULTIFANDOM GAY FANFICTION
Minifanfictions sobre latin hetalia + qaf diferentes fandoms. Peligro de gheiness
Queer as Folk, Brian/Justin.
-¿Qué mierda haces aquí?
-El desayuno.
-Sabes que eres un maldito mocoso acosador, ¿verdad?
-Vete a bañar, Brian. Apestas.
-¡Está bien, está bien, señorita ama de casa! Pero más te vale que te vayas rápido, tengo una llamada importante.
-¿Qué? ¿Otro polvo rápido?
-Tal vez.
Brian se levantó de la cama y caminó desnudo hacia la ducha sin siquiera mirar a Justin. Menos mal, porque notaría la mirada furtiva del rubio hacia el cable desconectado del teléfono.
Latin Hetalia, El Salvador/Honduras.
-¿¡Q-Qué mierda estás haciendo, Hondu!? ¡Salte de encima!
Honduras hizo ruidos graciosos al caerse de espalda, cuando Salvador lo empujó de la suya. Una queja. Varias más. Y volvieron a la rutina: Honduras de espaldas contra Salvador, cada uno eligiendo a su Pikachu favorito (¿cuál Pikachu está mejor entrenado? El Salvador creía que era el suyo; Honduras no duda que sería el suyo. Pero los dos no te dirían nada si preguntaras el porqué, aunque no se llevaran bien, no podían despegarse uno del otro).
-Oye, Salva.
-¿Qué quieres?
-¿No sientes cosquillas en tu espalda?
-¿De qué estás hablando?
Del cosquilleo que todavía Honduras siente por tocar la espalda de Salvador, del cosquilleo que éste sentía por detrás de sus hombros. Eso, de su boca, jamás saldría. No era un mariconazo como los del sur.
-¡O-Oye, no uses Restaurar Todo! ¡Lo prometiste!
-¡En la guerra todo se vale, Hondu!
Latin Hetalia, Uruguay/Brasil.
-Sebas, tengo frío…
El rubio sonrió.
-Sólo buscaste una excusa para abrazarme más, Luciano -musitó con calma, el brazo desnudo (y caliente) de Brasil rozando su estómago.
-Pareces conocerme bien -ronroneó Luciano en el oído de la otra nación -. En serio, hace frío. ¿No lo sientes?
-Mm… somos vecinos desde que nacimos, ¿no te parece? -respondió Sebastián ante lo primero -. No es para tanto, Lu, no estás acostumbrado.
-Claro… -la voz de Luciano era apagada y apenas con sentido, y la respiración en su nuca decía que cayó rendido ante el sueño.
Sebastián sonrió más. ¿Frío? Teniendo el verano en su espalda, dudaba mucho sentirlo.
Latin Hetalia, Perú/Ecuador.
-Me dijeron que eras una nenaza -canturreó Ecuador, dejando a Galápagos caminar por la casa de Perú. La tortuga fue rápida en ir hacia el rayo de sol que se colaba entre las cortinas con estampado de llamas en el comedor.
-Déjame adivinar: estuviste hablando con Manuel otra vez -Miguel rodó los ojos, siguiendo preparando lo-que-fuera en la cocina. Francisco preguntó, pero no recibió respuesta -. No todo lo que dice ese chileno de mierda es cierto, Pancho.
-¿Ah, no? ¿Y entonces en qué tiene razón? -desafió alegremente, apoyando los antebrazos en la encimera, al lado de Miguel.
-En que soy el mejor cocinero del mundo -sonrió Miguel, orgulloso. Y Ecuador trató de no fijarse como alzaba la ceja izquierda con tal facilidad como respirar -. Y eso, bróder, no es ser una nenaza.
-¡Como si saber bordar tampoco lo fuera! -rió Francisco -. Admítelo de una vez, Migue, eres una nenaza.
-No lo soy, Pancho -dijo Miguel, acostumbrado a este tipo de charlas -. Y puedo demostrártelo.
-¿Ah, sí? ¿Cuándo?
-Ahora, por ejemplo.
-¿Y cómo? ¿Mojándome con agua hirviendo? ¿Pegándome con la espátula con una maldición de tu abue-…?
A Ecuador le hubiera sido fácil seguir parloteando si Perú no hubiera sujetado el cuello de la camiseta y lo no arrastrara hacia él, besándole. Muy fácil si sus labios no se movieran con los del otro.
-¿Ves? ¿Una nenaza hubiera hecho eso?
-Creo que no me quedó claro, Miguel.
Latin Hetalia, Chile/Argentina.
Reían como dos locos adolescentes.
-¡Fóllame, Manuel! -imploraba, y el susodicho reía con más ganas.
-¡Ah, ah, joder, Martín! -seguía el otro, entonando el acento -. ¡Coño, quédate quieto!
-¡Oye, tío, que a ti no te la están metiendo por el culo! -respondió Martín y la carcajada hizo vibrar todo dentro. Y Manuel se preguntó, en verdad lo hizo, cómo no pudo correrse en ese momento -. Venga, tío, que no tenemos todo el día.
Por esta vez, aún riéndose, el chileno dio toda la razón al argentino. Pero es que, mierda, no se lo iba a decir: entre tenerlo de espaldas, en la sala de estar de su casa, sobre el sofá e imitando el acento español de la película porno doblada que vieron hace media hora, le estaba poniendo más de lo que creía (o admitiría).
-¡Ah, no seas gilipollas y no te detengas, joder! -exclamó Martín con un gemido tan alto que le fue imposible razonar.
A la chucha con joder al Toño, estaba más ocupado metiéndosela que razonando. Seguirían jugando, cuando se venga.
Hola vengo a flotar 8D.
Minifanfictions sobre latin hetalia + qaf diferentes fandoms. Peligro de gheiness
Queer as Folk, Brian/Justin.
-¿Qué mierda haces aquí?
-El desayuno.
-Sabes que eres un maldito mocoso acosador, ¿verdad?
-Vete a bañar, Brian. Apestas.
-¡Está bien, está bien, señorita ama de casa! Pero más te vale que te vayas rápido, tengo una llamada importante.
-¿Qué? ¿Otro polvo rápido?
-Tal vez.
Brian se levantó de la cama y caminó desnudo hacia la ducha sin siquiera mirar a Justin. Menos mal, porque notaría la mirada furtiva del rubio hacia el cable desconectado del teléfono.
Latin Hetalia, El Salvador/Honduras.
-¿¡Q-Qué mierda estás haciendo, Hondu!? ¡Salte de encima!
Honduras hizo ruidos graciosos al caerse de espalda, cuando Salvador lo empujó de la suya. Una queja. Varias más. Y volvieron a la rutina: Honduras de espaldas contra Salvador, cada uno eligiendo a su Pikachu favorito (¿cuál Pikachu está mejor entrenado? El Salvador creía que era el suyo; Honduras no duda que sería el suyo. Pero los dos no te dirían nada si preguntaras el porqué, aunque no se llevaran bien, no podían despegarse uno del otro).
-Oye, Salva.
-¿Qué quieres?
-¿No sientes cosquillas en tu espalda?
-¿De qué estás hablando?
Del cosquilleo que todavía Honduras siente por tocar la espalda de Salvador, del cosquilleo que éste sentía por detrás de sus hombros. Eso, de su boca, jamás saldría. No era un mariconazo como los del sur.
-¡O-Oye, no uses Restaurar Todo! ¡Lo prometiste!
-¡En la guerra todo se vale, Hondu!
Latin Hetalia, Uruguay/Brasil.
-Sebas, tengo frío…
El rubio sonrió.
-Sólo buscaste una excusa para abrazarme más, Luciano -musitó con calma, el brazo desnudo (y caliente) de Brasil rozando su estómago.
-Pareces conocerme bien -ronroneó Luciano en el oído de la otra nación -. En serio, hace frío. ¿No lo sientes?
-Mm… somos vecinos desde que nacimos, ¿no te parece? -respondió Sebastián ante lo primero -. No es para tanto, Lu, no estás acostumbrado.
-Claro… -la voz de Luciano era apagada y apenas con sentido, y la respiración en su nuca decía que cayó rendido ante el sueño.
Sebastián sonrió más. ¿Frío? Teniendo el verano en su espalda, dudaba mucho sentirlo.
Latin Hetalia, Perú/Ecuador.
-Me dijeron que eras una nenaza -canturreó Ecuador, dejando a Galápagos caminar por la casa de Perú. La tortuga fue rápida en ir hacia el rayo de sol que se colaba entre las cortinas con estampado de llamas en el comedor.
-Déjame adivinar: estuviste hablando con Manuel otra vez -Miguel rodó los ojos, siguiendo preparando lo-que-fuera en la cocina. Francisco preguntó, pero no recibió respuesta -. No todo lo que dice ese chileno de mierda es cierto, Pancho.
-¿Ah, no? ¿Y entonces en qué tiene razón? -desafió alegremente, apoyando los antebrazos en la encimera, al lado de Miguel.
-En que soy el mejor cocinero del mundo -sonrió Miguel, orgulloso. Y Ecuador trató de no fijarse como alzaba la ceja izquierda con tal facilidad como respirar -. Y eso, bróder, no es ser una nenaza.
-¡Como si saber bordar tampoco lo fuera! -rió Francisco -. Admítelo de una vez, Migue, eres una nenaza.
-No lo soy, Pancho -dijo Miguel, acostumbrado a este tipo de charlas -. Y puedo demostrártelo.
-¿Ah, sí? ¿Cuándo?
-Ahora, por ejemplo.
-¿Y cómo? ¿Mojándome con agua hirviendo? ¿Pegándome con la espátula con una maldición de tu abue-…?
A Ecuador le hubiera sido fácil seguir parloteando si Perú no hubiera sujetado el cuello de la camiseta y lo no arrastrara hacia él, besándole. Muy fácil si sus labios no se movieran con los del otro.
-¿Ves? ¿Una nenaza hubiera hecho eso?
-Creo que no me quedó claro, Miguel.
Latin Hetalia, Chile/Argentina.
Reían como dos locos adolescentes.
-¡Fóllame, Manuel! -imploraba, y el susodicho reía con más ganas.
-¡Ah, ah, joder, Martín! -seguía el otro, entonando el acento -. ¡Coño, quédate quieto!
-¡Oye, tío, que a ti no te la están metiendo por el culo! -respondió Martín y la carcajada hizo vibrar todo dentro. Y Manuel se preguntó, en verdad lo hizo, cómo no pudo correrse en ese momento -. Venga, tío, que no tenemos todo el día.
Por esta vez, aún riéndose, el chileno dio toda la razón al argentino. Pero es que, mierda, no se lo iba a decir: entre tenerlo de espaldas, en la sala de estar de su casa, sobre el sofá e imitando el acento español de la película porno doblada que vieron hace media hora, le estaba poniendo más de lo que creía (o admitiría).
-¡Ah, no seas gilipollas y no te detengas, joder! -exclamó Martín con un gemido tan alto que le fue imposible razonar.
A la chucha con joder al Toño, estaba más ocupado metiéndosela que razonando. Seguirían jugando, cuando se venga.
Hola vengo a flotar 8D.