¡EL MUNDO SE VA A ACABAR!
No lo puedo creer. Es lo mas raro que pudo haber pasado. Pero antes:
¡Feliz cumpleaños darkwolf_5712¡
Estas cosas me ponen sentimental *sob*. Bueno, el caso es que finalice el regalo a tiempo, lo cual es como deprimente, dado que tengo dos regalos atorados. Pero no os preocupeis, los leereis en cuanto mi buena amiga procrastinación se aleje XD
Nombre del fic: Paraiso
Escrito por: orion_star11
Fandom: RPS
Pareja: Tom/Dan
Género: Romance/Humor
Rating: NC-17
Resumen: Todo lo que Tom dice en su twitter tiene un trasfondo secreto. Pero nosotros sabemos ;)
Beta: Corrector de word :-/
Dedicado a: loredi, que ha tenido una semana muy cutre, y a Vale, porque es su cumpleaños XD
- ¿Te gusta?
- Me encanta. Es tan bello, la vista es increíble.
- Te lo dije Dan. Deberías de viajar mas.
- Es solo que no me gusta viajar en avión. Me da vértigo.
Tom y Dan se encontraban en una lujosa habitación de hotel. Habían tenido un poco de problemas para llegar hasta Cabo San Lucas y pasar mínimamente desapercibidos. En realidad, los problemas los había tenido Dan, puesto que al viajar tanto, Tom estaba acostumbrado a las rutinas de los aeropuertos, y conocía los trucos para mantenerse fuera del radar de sus fans esparcidas por el mundo.
Y es que en realidad, pocas eran las ocasiones en las que los dos podían tomar verdaderas vacaciones juntos, y no solo permanecer en la casa de uno o de otro. Habían planeado este viaje desde hacia tiempo, puesto que la experiencia en Japón los había dejado muy satisfechos, y desde entonces habían tenido la urgente necesidad de pasar un poco de tiempo junto al mar, en un lugar donde fuese fácil pasar desapercibidos. Por esa razón habían elegido México, puesto que si bien tenían muchas admiradoras y admiradores ahí, estos no eran ni por asomo tan extremos como los de otros países. Sumado al hecho de que multitud de personas también lo elegían para vacacionar por sus increíbles playas, no les costo trabajo trazar una estrategia para convencer a Jade de que los acompañase. Bendita fuese la chica, los había obligado a filmarse por el simple morbo que le producía verlos, aunque después destruyera la cinta para evitar cualquier posible desastre.
De esta manera se explicaba que los dos estuviesen recostados en su cama, listos para dormir. Simplemente dormir, puesto que el viaje en avión los había agotado mucho, y querían estar perfectamente descansados para aprovechar al máximo el día de mañana.
Al menos, Tom se había dormido. Dan había permanecido despierto viéndolo descansar, mientras repasaba los planes que tenia para la semana. Tenia preparado algo especial para el cumpleaños de su novio, y el nerviosismo lo mantenía despierto mas de lo que debería. Finalmente, vencido por el cansancio del viaje y sus propios pensamientos, cayo rendido.
Los siguientes dos días los habían pasado turisteando, jugando tenis, nadando o esquiando; así como habían disfrutado de la cocina local, deleitándose con las maravillas del mar, mientras Jade se dedicaba a ir de bares y ligar con los turistas y locales. El día anterior al cumpleaños, habían decidido dar un pequeño paseo por la playa, mientras observaban el magnifico espectáculo que ofrecía el atardecer, que convertía el agua del mar en oro liquido. Definitivamente, era el paraíso.
- Mañana es el gran día- dijo Tom, con mientras tomaba a Dan de la cintura.- ¿Que me vas a regalar?
- Pensé que este era tu regalo- contesto Daniel, mientras fruncía imperceptiblemente el ceño- ¿Acaso no estas contento?
- Por supuesto que si, me encanta esto- contesto rápidamente- A lo que me refiero mas bien es a nuestro regalo.
- Claro, ese regalo- Dan se permitió una sonrisa viperina- El caso es que no se si te lo merezcas.
- ¿A que te refieres? Por supuesto que me lo merezco, yo...
- ¡Una carrera al hotel!- grito repentinamente Dan, echandose a correr a toda velocidad.
- ¡Espera, no! Maldición, siempre hace eso- suspiro- ¡Dan, espera gilipollas!
Después de cenar en el hotel, los dos se habían retirado a la cama. Tom casi no había hablado durante la cena, no porque estuviera realmente enojado, sino porque disfrutaba haciéndose el ofendido. No pudo, sin embargo, evitar abrazar a Dan cuando este se acurruco en su pecho, y así fue como se había deslizado lentamente en un placentero sueño.
A la mañana siguiente, Tom había despertado solo en la cama. Podría decir que estaba sorprendido, dado que era el el que siempre se despertaba primero, si no hubiese sido porque de alguna manera sabia que iba a hacer eso. Tal vez incluso le llevase el desayuno a la cama.
Después de un rato de ver que no aparecía, se levanto de la cama y se dirigió a la cocina, solo para descubrir que no había rastro de el. Se rasco la cabeza, ligeramente sorprendido, mientras regresaba a la habitación para coger su celular y llamarlo.
Grande fue su sorpresa, cuando al entrar encontró a Dan completamente desnudo en la cama, y no pudo evitar una carcajada al notar el listón azul que se había atado desde el hombro hasta la cadera, cruzado sobre su pecho. Dan era así, extravagante la mayor parte del tiempo, y eso era lo que mas amaba de el.
- ¿Te gusta tu regalo?- pregunto Dan, un poco inseguro por la carcajada que había soltado su novio.
- Estas completamente loco- contesto Tom, mientras se quitaba la camisa y se acercaba para darle un beso- Me encanta.
- Que bueno, porque no vas a poder devolver. Tendrás que conservarlo toda tu vida.
- Me parece perfecto- dijo al tiempo que se sentaba sobre el y le daba un profundo beso.
Al sentir su cálida boca, Dan no pudo evitar un gemido de satisfacción. Al mismo tiempo dirigió sus manos al trasero de Tom, apretando fuerte, para después empezar a quitarle el pijama y la ropa interior. Tom rompió el beso para ayudarlo a quitarse el moño, y una vez completamente desnudo, volvió a dedicar su atención a Dan, pasando su lengua repetidas veces sobre sus labios, torturándolo, y bajando después hacia su cuello, que mordió con ferocidad.
A Tom le encantaba morder, Dan lo sabia. Mas de una vez le había dejado una marca que después Jade tendría que ocultar, cosa que no le molestaba, pero en ese momento lo interrumpió. El era el niño del cumpleaños y quería consentirlo al máximo. Giro lentamente para dejar a Tom recostado en la cama, boca arriba, y empezó a trazar un camino de besos sobre su rostro, su cuello, el pecho, deteniéndose un poco en cada pezón para endurecerlo, y una vez cumplido su objetivo continuo hasta llegar hasta la entrepierna, donde su erección comenzaba a crecer. Se relamió los labios y procedió a lamerla, lentamente, como si goloso saboreara una paleta. Una vez su pene estuvo completamente endurecido, empezó a metérselo en la boca, poco a poco, para después retroceder un poco, alargando al máximo la experiencia. Le agradaba sentir la desesperación de Tom, sus manos en su cabello, enterrándose profundamente, rogándole que siguiera adelante. No dudo un segundo mas y empezó a chupar toda la extensión de su miembro, rozando con su lengua el glande, y soplando ligeramente para causarle un escalofrió.
Lo conocía bien, y sabia que ese era el momento justo. Tomo de la mesa de noche un condón y un bote de lubricante. Se aparto de el para colocarle el condón y después tomo su mano y lo incito a que lo preparara, esparciendo lubricante por sus dedos. Tom se incorporo para besarlo, antes de deslizar primero un dedo, y luego los otros dos dentro de Dan, moviéndolos ligeramente hasta estar seguro de que estaría cómodo con la penetración. Retiro su mano y se recosto, ofreciendo un espectáculo increíble a Dan, con sus mejillas sonrojadas, su cabello despeinado y todo su cuerpo brillante de sudor. Tomo su pene y lo dirigió cuidadosamente hacia su entrada, para penetrarse lentamente, soltando un gemido cuando finalmente hubo deslizado toda su extensión dentro de el. Se detuvo por un momento, para a continuación comenzar a empalarse una y otra vez, sumiéndose en una espiral de delirio cada vez que el pene de Tom chocaba con su próstata, porque, joder, cada vez estaba mas cerca de terminar y tenerlo gimiendo bajo el, aferrando las sabanas no ayudaba en nada a calmarlo. Y cuando sentía que no podía mas, se inclino para besarlo salvajemente, ahogando el gemido que soltó cuando finalmente se corrió entre espasmos, causando que Tom también terminara dentro de el en un impresionante orgasmo.
Dan se desplomo sobre Tom, tratando de recuperar el el aliento, mientras este se retiraba y arrojaba el condón descuidadamente a un lado de la cama.
Una vez estuvo mas calmado, Dan aclaro su garganta y pregunto:
- ¿Contento con tu regalo?
- Por supuesto que si-contesto Tom al tiempo que apartaba un mechón de pelo de la cara de Dan.
- Entonces supongo que ya no te interesara esto-dijo, al tiempo que se revolvía para sacar un paquete de debajo de la cama.
- ¿Otro regalo?-pregunto, genuinamente sorprendido. Al desenvolverlo, sus ojos se abrieron súbitamente, casi sin poder creer lo que veía-¡¿Una copia estéreo de The Beatles vs Four Seasons?! ¡Son prácticamente imposibles de conseguir!
Dan simplemente sonrió y deposito un suave beso en la frente de Tom, que no podía dejar de mirar el álbum como si fuese el Santo Grial.
-Hice un poco de magia.
-Bastardo engreído-bostezo Tom, sintiendo como se quedaba lentamente dormido-¿Sabes? Es la mejor mañana que haya tenido.
-Tomare eso como un cumplido.
-Mas te vale-murmuro, apenas consciente.
Dan sonrió, antes de cubrir a ambos con las sabanas, preparándose a dormir.
-Mas me vale.
Fin.
Aclaro que no tengo ni p idea de cual es el mas raro de los discos de los Beatles. San Google me dijo eso
¡Feliz cumpleaños darkwolf_5712¡
Estas cosas me ponen sentimental *sob*. Bueno, el caso es que finalice el regalo a tiempo, lo cual es como deprimente, dado que tengo dos regalos atorados. Pero no os preocupeis, los leereis en cuanto mi buena amiga procrastinación se aleje XD
Nombre del fic: Paraiso
Escrito por: orion_star11
Fandom: RPS
Pareja: Tom/Dan
Género: Romance/Humor
Rating: NC-17
Resumen: Todo lo que Tom dice en su twitter tiene un trasfondo secreto. Pero nosotros sabemos ;)
Beta: Corrector de word :-/
Dedicado a: loredi, que ha tenido una semana muy cutre, y a Vale, porque es su cumpleaños XD
- ¿Te gusta?
- Me encanta. Es tan bello, la vista es increíble.
- Te lo dije Dan. Deberías de viajar mas.
- Es solo que no me gusta viajar en avión. Me da vértigo.
Tom y Dan se encontraban en una lujosa habitación de hotel. Habían tenido un poco de problemas para llegar hasta Cabo San Lucas y pasar mínimamente desapercibidos. En realidad, los problemas los había tenido Dan, puesto que al viajar tanto, Tom estaba acostumbrado a las rutinas de los aeropuertos, y conocía los trucos para mantenerse fuera del radar de sus fans esparcidas por el mundo.
Y es que en realidad, pocas eran las ocasiones en las que los dos podían tomar verdaderas vacaciones juntos, y no solo permanecer en la casa de uno o de otro. Habían planeado este viaje desde hacia tiempo, puesto que la experiencia en Japón los había dejado muy satisfechos, y desde entonces habían tenido la urgente necesidad de pasar un poco de tiempo junto al mar, en un lugar donde fuese fácil pasar desapercibidos. Por esa razón habían elegido México, puesto que si bien tenían muchas admiradoras y admiradores ahí, estos no eran ni por asomo tan extremos como los de otros países. Sumado al hecho de que multitud de personas también lo elegían para vacacionar por sus increíbles playas, no les costo trabajo trazar una estrategia para convencer a Jade de que los acompañase. Bendita fuese la chica, los había obligado a filmarse por el simple morbo que le producía verlos, aunque después destruyera la cinta para evitar cualquier posible desastre.
De esta manera se explicaba que los dos estuviesen recostados en su cama, listos para dormir. Simplemente dormir, puesto que el viaje en avión los había agotado mucho, y querían estar perfectamente descansados para aprovechar al máximo el día de mañana.
Al menos, Tom se había dormido. Dan había permanecido despierto viéndolo descansar, mientras repasaba los planes que tenia para la semana. Tenia preparado algo especial para el cumpleaños de su novio, y el nerviosismo lo mantenía despierto mas de lo que debería. Finalmente, vencido por el cansancio del viaje y sus propios pensamientos, cayo rendido.
Los siguientes dos días los habían pasado turisteando, jugando tenis, nadando o esquiando; así como habían disfrutado de la cocina local, deleitándose con las maravillas del mar, mientras Jade se dedicaba a ir de bares y ligar con los turistas y locales. El día anterior al cumpleaños, habían decidido dar un pequeño paseo por la playa, mientras observaban el magnifico espectáculo que ofrecía el atardecer, que convertía el agua del mar en oro liquido. Definitivamente, era el paraíso.
- Mañana es el gran día- dijo Tom, con mientras tomaba a Dan de la cintura.- ¿Que me vas a regalar?
- Pensé que este era tu regalo- contesto Daniel, mientras fruncía imperceptiblemente el ceño- ¿Acaso no estas contento?
- Por supuesto que si, me encanta esto- contesto rápidamente- A lo que me refiero mas bien es a nuestro regalo.
- Claro, ese regalo- Dan se permitió una sonrisa viperina- El caso es que no se si te lo merezcas.
- ¿A que te refieres? Por supuesto que me lo merezco, yo...
- ¡Una carrera al hotel!- grito repentinamente Dan, echandose a correr a toda velocidad.
- ¡Espera, no! Maldición, siempre hace eso- suspiro- ¡Dan, espera gilipollas!
Después de cenar en el hotel, los dos se habían retirado a la cama. Tom casi no había hablado durante la cena, no porque estuviera realmente enojado, sino porque disfrutaba haciéndose el ofendido. No pudo, sin embargo, evitar abrazar a Dan cuando este se acurruco en su pecho, y así fue como se había deslizado lentamente en un placentero sueño.
A la mañana siguiente, Tom había despertado solo en la cama. Podría decir que estaba sorprendido, dado que era el el que siempre se despertaba primero, si no hubiese sido porque de alguna manera sabia que iba a hacer eso. Tal vez incluso le llevase el desayuno a la cama.
Después de un rato de ver que no aparecía, se levanto de la cama y se dirigió a la cocina, solo para descubrir que no había rastro de el. Se rasco la cabeza, ligeramente sorprendido, mientras regresaba a la habitación para coger su celular y llamarlo.
Grande fue su sorpresa, cuando al entrar encontró a Dan completamente desnudo en la cama, y no pudo evitar una carcajada al notar el listón azul que se había atado desde el hombro hasta la cadera, cruzado sobre su pecho. Dan era así, extravagante la mayor parte del tiempo, y eso era lo que mas amaba de el.
- ¿Te gusta tu regalo?- pregunto Dan, un poco inseguro por la carcajada que había soltado su novio.
- Estas completamente loco- contesto Tom, mientras se quitaba la camisa y se acercaba para darle un beso- Me encanta.
- Que bueno, porque no vas a poder devolver. Tendrás que conservarlo toda tu vida.
- Me parece perfecto- dijo al tiempo que se sentaba sobre el y le daba un profundo beso.
Al sentir su cálida boca, Dan no pudo evitar un gemido de satisfacción. Al mismo tiempo dirigió sus manos al trasero de Tom, apretando fuerte, para después empezar a quitarle el pijama y la ropa interior. Tom rompió el beso para ayudarlo a quitarse el moño, y una vez completamente desnudo, volvió a dedicar su atención a Dan, pasando su lengua repetidas veces sobre sus labios, torturándolo, y bajando después hacia su cuello, que mordió con ferocidad.
A Tom le encantaba morder, Dan lo sabia. Mas de una vez le había dejado una marca que después Jade tendría que ocultar, cosa que no le molestaba, pero en ese momento lo interrumpió. El era el niño del cumpleaños y quería consentirlo al máximo. Giro lentamente para dejar a Tom recostado en la cama, boca arriba, y empezó a trazar un camino de besos sobre su rostro, su cuello, el pecho, deteniéndose un poco en cada pezón para endurecerlo, y una vez cumplido su objetivo continuo hasta llegar hasta la entrepierna, donde su erección comenzaba a crecer. Se relamió los labios y procedió a lamerla, lentamente, como si goloso saboreara una paleta. Una vez su pene estuvo completamente endurecido, empezó a metérselo en la boca, poco a poco, para después retroceder un poco, alargando al máximo la experiencia. Le agradaba sentir la desesperación de Tom, sus manos en su cabello, enterrándose profundamente, rogándole que siguiera adelante. No dudo un segundo mas y empezó a chupar toda la extensión de su miembro, rozando con su lengua el glande, y soplando ligeramente para causarle un escalofrió.
Lo conocía bien, y sabia que ese era el momento justo. Tomo de la mesa de noche un condón y un bote de lubricante. Se aparto de el para colocarle el condón y después tomo su mano y lo incito a que lo preparara, esparciendo lubricante por sus dedos. Tom se incorporo para besarlo, antes de deslizar primero un dedo, y luego los otros dos dentro de Dan, moviéndolos ligeramente hasta estar seguro de que estaría cómodo con la penetración. Retiro su mano y se recosto, ofreciendo un espectáculo increíble a Dan, con sus mejillas sonrojadas, su cabello despeinado y todo su cuerpo brillante de sudor. Tomo su pene y lo dirigió cuidadosamente hacia su entrada, para penetrarse lentamente, soltando un gemido cuando finalmente hubo deslizado toda su extensión dentro de el. Se detuvo por un momento, para a continuación comenzar a empalarse una y otra vez, sumiéndose en una espiral de delirio cada vez que el pene de Tom chocaba con su próstata, porque, joder, cada vez estaba mas cerca de terminar y tenerlo gimiendo bajo el, aferrando las sabanas no ayudaba en nada a calmarlo. Y cuando sentía que no podía mas, se inclino para besarlo salvajemente, ahogando el gemido que soltó cuando finalmente se corrió entre espasmos, causando que Tom también terminara dentro de el en un impresionante orgasmo.
Dan se desplomo sobre Tom, tratando de recuperar el el aliento, mientras este se retiraba y arrojaba el condón descuidadamente a un lado de la cama.
Una vez estuvo mas calmado, Dan aclaro su garganta y pregunto:
- ¿Contento con tu regalo?
- Por supuesto que si-contesto Tom al tiempo que apartaba un mechón de pelo de la cara de Dan.
- Entonces supongo que ya no te interesara esto-dijo, al tiempo que se revolvía para sacar un paquete de debajo de la cama.
- ¿Otro regalo?-pregunto, genuinamente sorprendido. Al desenvolverlo, sus ojos se abrieron súbitamente, casi sin poder creer lo que veía-¡¿Una copia estéreo de The Beatles vs Four Seasons?! ¡Son prácticamente imposibles de conseguir!
Dan simplemente sonrió y deposito un suave beso en la frente de Tom, que no podía dejar de mirar el álbum como si fuese el Santo Grial.
-Hice un poco de magia.
-Bastardo engreído-bostezo Tom, sintiendo como se quedaba lentamente dormido-¿Sabes? Es la mejor mañana que haya tenido.
-Tomare eso como un cumplido.
-Mas te vale-murmuro, apenas consciente.
Dan sonrió, antes de cubrir a ambos con las sabanas, preparándose a dormir.
-Mas me vale.
Fin.
Aclaro que no tengo ni p idea de cual es el mas raro de los discos de los Beatles. San Google me dijo eso