It's May.
May, como la tía de Peter Parker.
Como la canción Darling Buds of May, poco apreciada en sus tiempos.
May, o mayo como debería decirle porque no hablo Inglés en al vida real. Pero más específico, es 5 de mayo, que por alguna razón a los gringos les gusta celebrar con tequila y comida mexicana.
Llevo alrededor de 5 semanas trabajando desde mi casa y lo único que pienso es que ojala fuera gringa para tener pretexto de tomar tequila.
La actualización del C-19 en México es la siguiente:
- Tras alrededor de 6 semanas de encierro, dicen que ya se aplanó la curva de contagio, así que muy posiblemente el siguiente mes reanudemos actividades normales.
Según las cifras reportadas por las autoridades federales, nunca llegamos al punto más grave de contagios, no como en otros países. Los números nunca se desbordaron, nunca vimos pacientes desmayarse en las calles o filas de carros funerarios. Tampoco nos obligaron a permanecer encerrados.
No sé... igual y esperabamos el fin de la humanidad y recibimos sólo un zape.
En mi caso particular, el encierro me ha afectado en diferentes formas, pero una de ellas es que quisiera beber alcohol hasta tener una congestión pero como no vivo sola, siento que me juzgarán duramente. Entonces, si viviera sola, ya me hubiera vuelto alcohólica. No me enorgullece pero tampoco me avergüenza.
Continuo viendo Bones. Y noticias, muchas noticias, todo el día. Mi cerebro está saturado de noticias y teorías conspirativas del C-19; y por alguna razón mis sueños son sobre otro tema.
Anoche soñé que estaba en un concurso de comida. Me comía 74 rebanadas de pizza. Hace dos noches soñé que el techo de mi cuarto estaba tan cuarteado que temía que cayera sobre mi.
He tenido varios sueños durante el encierro pero ninguno ha sido sobre el C-19, pandemias o fin del mundo; francamente, lo encuentro raro.
También me he dado cuenta de que mis sentimientos emo salen a la luz con mayor frecuencia. Traducido: me siento inútil todo el tiempo, intento ejercitarme y termino observando qué es lo que debería de hacer, como mal o no como, al menos una vez al día me siento como una intrusa en mi propio hogar.
Es deprimente, en serio.
Como todos, con lo único extra que voy a salir al mundo tras este encierro "voluntario" es con kilos de más. Porque la obesidad es lo único que no se detiene.