Fandom: RPS
Pareja: Adam Brody/William Moseley
Rating: NC-17.
Advertencias: Porno gay y guarradas varias pero nada del otro mundo.
¿Algo más?: No contenta con escribir un RPS voy y escribo otro. Es una especie de continuación del
otro pero, vamos, que se puede leer por separado complemente. El porno no es muy fuerte pero son chicos fornicando y eso es lo bonito de esto, ¿no? En fin, poco más. Que disfrutéis <3~
Adam da un par de golpecitos sobre el volante mientras mira de reojo el teléfono móvil. El muy hijo de puta (el móvil) sigue sin sonar después de veinte minutos de espera y comienza a desesperarse porque, joder, ¿cuánto es correcto que un tío llegue tarde a una cita? Vale, quizás eso no sea una cita pero llega tarde y el caletón se va cambiando por impaciencia, y nervios, dios, hay muchos nervios. Da un par de golpecitos más y lleva la mano hasta la llave de contacto, la gira con suavidad y lleva una mano al cambio de marchas pero, ohmierdamierdamierda, no puede irse. Vuelve a apagar el motor y se inclina hacia atrás en el asiento. Cierra los ojos y decide tranquilizarse. Ya llegará el puto crío.
Treinta minutos y está tan histérico que casi se pone a dar vueltas alrededor del coche. Mierda, debería haberse ido. Joder, lo que falta es que lo tomen por un imbécil, que tiene ya muchos años. Mira fijamente la ventanilla a su izquierda como si quisiera atraerlo con el poder de su mente pero no llega nadie.
Mierda, más que mierda.
Cuarenta y cinco minutos. El teléfono no suena y ya es hora de irse pero parece que el mundo está a su favor. Un par de golpes en la ventanilla de al lado y aparece el puto crío. Con gafas de sol y sombrero. Adam debería no abrirle pero lo hace casi automáticamente y el chico se cuela dentro con una sonrisa de disculpa pintada en la cara.
-Lo siento, no he podido librarme antes de Georgey -se quita las gafas de sol- y me dejé el teléfono en el hotel. Menos mal que has esperado. Lo siento.
Y una mierda. Vete a la mierda.
-No pasa nada, en serio, yo también he llegado tarde.
-Oh, genial.
Se quedan en silencio unos segundos, ¿porqué se suponen que han quedado? Adam recibió una llamada hace dos días y aún se pregunta como consiguió el niño su teléfono. Había ido a Los Ángeles al estreno de la película, quería verlo y tenían que quedar. Todo muy conciso y muy británico.
-¿Qué tal la premiere? -realmente quiere poner el coche en marcha e ir a casa, está poniéndose cachondo con solo tenerlo sentado al lado.
-Bien, supongo… -estira las palabras y lo mira- ¿vamos a tú casa?
El niño no pierde el tiempo.
-Claro.
-Perfecto.
Adam pone el coche en marcha y no hablan durante todo el camino, lo mira de reojo y el chico mira hacia a fuera, juraría que parece nervioso pero no cree que sea el mismo que se encontró en aquel baño, aquel chico no estaba nervioso.
Llegan a casa bastante rápido y entran aún más rápido. Se están besando diez segundos más tarde contra la puerta de entrada, en el hall con las manos hundidas en el pelo del otro y las caderas frotándose con desesperación. Se muerden sin decir una palabra, lamiéndose los labios y mordiéndose las bocas.
Will tira de su camiseta y Adam se separa un poco de él mientras levanta los brazos y le deja hacer. No pierde un segundo en volver a pegarse contra él, notando como se retuerce entre sus brazos y le pasa una mano por la entrepierna, tanteando. Adam tiene que separarse de él y quitarle la camisa, los dedos se le traban nerviosos y tira un poco más fuerte de lo que debe. Will sonríe con los ojos entrecerrados y estira una mano para tocarle el pelo rizado.
-Está más corto -murmura aunque podría estar gimiendo- me gusta.
Adam sonríe de vuelta, terminando se abrirle la camisa y encontrándose con su torso perfecto. Dios, deberían prohibirle a un crío tener un cuerpo así. Coño, que a su lado es un puto enclenque.
-Joder.
Se lanza a besarlo mientras tira de la enorme hebilla del cinturón, tiene que separarse para mirarla porque es demasiado excéntrica y no puede evitar reírse mientras tira de ella. Will lo mira, Adam suelta otra carcajada sintiéndose completamente relajado por primera vez en todo el rato y lo besa en la mandíbula, tranquilo.
-¿Te ríes de mí, Brody? -masculla a mitad de un gemido ahogado porque Adam ya ha sacado el cinturón y los botones del pantalón están abiertos.
-Del cinturón, del cinturón -consigue mascullar mientras tira de los pantalones y agarra la polla de su contrario, William suelta un gemido ahogado y casi solloza- es la hostia, nada ingles. Quien lo diría.
-Calla ya.
-Vale.
Vuelve a besarlo mientras mueve la mano arriba y abajo, se desplazan por la entrada mientras van hacia el salón y chocan contra una mesa. Terminan por caerse sobre un sillón. Will se separa de Adam y se queda mirándolo de pie, los pantalones en los tobillos y los calzoncillos a medio muslo. Se sonroja un poco y se deshace de la ropa mientras Adam no pierde tiempo y se desabrocha los pantalones.
-Vamos a tu cuarto, ¿no?
Adam tiene que asentir mientras la boca se le seca al ver el cuerpo perfecto de William, completamente desnudo y la polla alzada, desafiante. Tiene que arrodillarse frente al chico y lamer hasta quedarse sin aliento, mordiendo la punta y sacando palabras inteligibles de la garganta de Will, que jura que se correrá si sigue chupándosela así, por que así roza la garganta de Adam y se está volviendo loco. Adam quiere exactamente eso. Sigue usando la cantidad justa de lengua y preguntándose de donde habrá sacado esa práctica para lamer tan hondo, coge los huevos de William y los acaricia casi con dulzura mientras engulle y su saliva caliente lo envuelve.
Will arquea la espalda y Adam siente como sus manos se hunden con saña en su cabello. Sonríe mientras da un par de lametones a la punta y, ya está, William se corre caliente y largo entre sus labios.
Se levanta relamiéndose y lo agarra con suavidad por la cintura mientras mete la lengua entre sus labios, William tiene las extremidades pesadas a causa del orgasmo y Adam no duda en aprovecharse un poco. Lo lleva hasta el cuarto y se dejan caer sobre la cama besándose lento y suave, como no se han besado hasta ese momento. Will se mueve por la cama con una sonrisa traviesa y deja caer su cabeza contra la almohada mientras Adam se arrodilla entre sus piernas. William le baja los pantalones lo justo y su mano se cuela dentro de los calzoncillos de Adam, que apenas pueden contener la erección. William se lame los labios y él tiene que tumbarse encima para besarlo con mucha lengua, Will mueve la mano con fuerza sacándole gemidos del pecho y Adam le muerde la nuez con fuerza, quiere follárselo ya. Suspira y se separa de él para rebuscar en el cajón. William le muerde el cuello y besa allí donde pilla, Adam piensa aquello no es justo y tiene que comerle un par de veces la boca antes de sacar el bote de lubricante y los condones. Le saca la caja entera aunque solo necesitará uno… de momento.
Se quita los pantalones como puede y Will hace ademán de darse la vuelta, Adam lo retiene con suavidad empujándolo contra la cama.
-Quiero ver tu cara.
William le regala un sonrojo y un jadeo, con eso le vale.
Abre el bote de lubricante y embadurna un par de dedos, Will abre las piernas sin pudor y él introduce un dedo con suavidad. Con el lubricante es mucho más fácil y cinco minutos después casi puede meter cuatro dedos mientras William gime como una puta y arquea la espalda. Adam ha encontrado a la amiga próstata.
Sigue entrando y saliendo sin tregua, logrando que William desespere y se agarre a las sábanas. Le muerde la boca, errático mientras se tumba sobre él y siente la polla de Will rozarse contra su pecho una y otra vez. Se está volviendo loco y lo único que sale de su boca son jadeos y gruñidos dispersos, que se pierden una y otra vez contra la lengua de William. Este no le da tregua y alza las caderas abriendo las piernas todo lo que puede, agarrándolo el culo con una mano y pidiéndole que vaya más rápido, más fuerte, más dentro.
Joder con el crío.
Adam está al borde del orgasmo y William parece no querer terminar. Se alza apoyándose con la mano sobre el colchón y lo mira directamente a los ojos, William arquea la espalda y gime desesperado mientras se lame los labios. Es la pura imagen de la lujuria y Adam piensa que se podría correr en ese mismo momento. Aprieta los labios y cierra los ojos, gimiendo desesperado mientras sus caderas cobran vida propia moviéndose tan rápido que siente que la estrechez de William lo va a matar y a dejar completamente loco.
-Adam…
Lo miro y puede ver su mano moverse bruscamente sobre su propia polla, los ojos cerrados y el líquido espeso y caliente manchándole el vientre. Adam lo siente contraer bruscamente el culo mientras el orgasmo lo arrasa y él se deja llevar. Se corre en un par de embestidas largas, los ojos cerrados y la mano húmeda de William agarrándolo con fuerza por el culo. Aquello es demasiado caliente y excitante.
Tarda un buen rato en recuperar la respiración, con la cara hundida en el cuello de William y sus piernas aún rodeándolo. Se mueve imperceptiblemente hacia un lado, William suelta un gemido bajito y suave cuando sale de su interior. Adam se tumba a su lado con el vientre manchado y la vista aún nublada por el orgasmo. Siente la rodilla de Will contra la suya pero se obliga a si mismo a no mirarlo o acabará por follárselo de nuevo (o, quizás, pedirle que se lo folle a él).
-No se me olvidó el móvil, ni estaba con Georgey. -Adam lo mira girando la cabeza y se incorpora un poco para ver como William tiene las mejillas ardiendo y mira hacia otra lado. -Me daba vergüenza. Estuve dudando sí ir o no. Me daba vergüenza verte después de lo del baño.
-¿Vergüenza? -Tiene que parpadear confundido.
-Si.
-¿Por qué?
Adam comienza a reírse entre dientes porque William parece que va a entrar en ebullición si sigue poniéndose colorado.
- Te dije lo de la naviduka, -suelta un quejido que suena a lamento y se tapa la cara con las manos- había bebido un poco.
Adam no puede evitar seguir riendo, cada vez más fuerte porque, hay que joderse, él estaba muerto de vergüenza por follarse a un tío en un baño y resulta que al crío lo que lo avergonzaba era haberle dicho eso. Joder, con el crío. Se inclina sobre él y le quita las manos de la cara, sonríe intentado no reír. Que mono es el jodido niño.
-Venga, vamos… -murmura dándole un beso en la comisura de los labios- hagamos cosas de las que avergonzarte de verdad.
Por que la tarde es muy larga y él tiene muchas ideas que llevar a cabo. Y se le ocurren muchas más mientras William se levanta y se dirige al baño. Joder. Se le ocurren un millón más cuando lo ve parado en la puerta y lo mira sobre el hombro, aún con las mejillas coloradas y una sonrisa tímida.
Oh, joder.
Se lo va a follar hasta que el mundo deje de tener sentido, vaya si lo va a hacer.