One true pairing (OTP)
Original Character (OC)
Spoilers:Temporada 4
Personajes: Roslin /Adama
Timeline: Momentos antes de Day Break I/Final alternativo
Pairing:
Laura Roslin & William Adama
Comencé esta historia una semana después de emitido el final de la serie. El cual me pareció bastante bueno, a excepción de la historia de Laura Roslin y Bill Adama. Ese siempre me pareció un final devastador .Sin mayor reflexión y por ende demasiado triste.
No había podido avanzar en la historia sin embargo ahora esta casi terminada. Presenta una dirección y un final diferente. Incorpora nuevos personajes que son complemento para la historia de Laura y Bill, y son el eje del final de la saga. Los personajes principales se mantienen y junto con los nuevos, son el soporte para el desarrollo de la historia y mi versión de este fan fic.
Algunos de los personajes fueron exportados de otra serie. Los amantes de la Ciencia Ficción sabrán de cuál.
La historia comienza a partir de la cuarto temporada al comienzo de Daybreak y continúa desde allí.
Primera entrega
Capitulo I
UN NUEVO COMIENZO
Nave de Guerra Corintios.
En el espacio del cuadrante seis de la Galaxia de Andrómeda
Michael Kenig se quito las botas esta noche. Ya de regreso en su habitación encendió un cigarrillo mientras se recostaba en la cama.
Había estado presente en una larga reunión con su padre, evaluando el estado de la inminente guerra y los últimos acontecimientos en los diferentes frentes de combate. La guerra aún no había sido declarada, sin embargo cruentas batallas se habían desatado en diversos puntos del sistema.
Michael pensó en su casa. En su madre, y en como su vida había dado un giro dramático él ultimo tiempo. Recordó la Academia, y que a esta hora debería estar estudiando en la biblioteca para algún examen de historia o de cálculo matemático.
Ahora su padre le encomendaba una misión. Una extraña aventura con un pueblo al cual no conocía. Había escuchado hablar de esta civilización. Su amigo Benji pertenecía a ellos. Pero nunca pensó en encontrárselos ni tener que viajar a conocerlos. Ahora debía ir a reunirse con ellos, tras finalizar la batalla que sus tropas revolucionarias habían sostenido con el enemigo de estos.
Las doce tribus de Kobol. Menudo nombre pensó Michael y sonrío para sí mismo. Bueno ya veremos murmuró y apagó la luz en su habitación, olvidando quitarse la ropa por undécima vez.
Battlestar Galáctica.
Centro médico.
La ex presidente y ex vidente de Las Doce Colonias de Kobol dormía plácidamente en una cama del hospital de la nave. A su lado un joven soldado la observaba. Vistiendo un uniforme negro de combate y sosteniendo un fusil, acompañándola a pocos metros, pero vigilante.
Sin emitir mayor ruido el joven vio llegar a su superior y salió a su encuentro.
-Señor……
-¿Cómo esta ella?..
-Dormida señor. No se queja. Solo duerme señor.
Adama se acercó a Laura y cogió su mano. Ella dormía plácidamente. Como en un sueño profundo y tranquilo.
El joven soldado se cuadró y se alejó de la habitación.
Bill Adama se sentó al costado de la cama donde dormía Laura. Solo la miraba, desprovisto ya de alguna emoción que no fuera una inmensa tristeza. Creía estar lo suficiente destruido por la eminente muerte de esta mujer, su mujer, para sentir algún nuevo tipo de dolor...
Es raro pensó. En todos estos intensos y duros meses que habían estado viviendo juntos. Cercanos como nunca lo estuvieron en los últimos cinco años, siempre pensó en ella como su mujer. Ahora necesitaba más que nunca pensarlo, sentirlo.
Tomo su mano y la besó. Mientras la observaba agonizar. Pero Adama desconocía una cosa. Laura ya no moría. Al contrario toda su enfermedad estaba en retirada. Células sanas y fuertes habían comenzado a aparecer y se multiplicaban por todo el organismo. Si en ese momento un médico hubiese estado a bordo de la nave podría haber investigado esta situación, solo observando la maquina de signos vitales conectada a ella, observando su sueño incluso su placida respiración.
Sin embargo a bordo de esa astronave de combate solo había nueve personas. Tres Cylones, cinco humanos y una pequeña niña, mezcla de ambas razas.
El espacio.
La batalla había sido dura. Restos de una nave se encontraban esparcidos por todo el perímetro. Frente a los restos, Battlestar se encontraba fija. Como un ave herida, sin un rumbo, sin ningún movimiento.
Adama dejó a Laura dormida en la enfermería. Custodiada por el joven soldado quien prometió solo moverse del lugar si observaba algún cambio en su estado.
Un cambio en su estado pensó Adama. Un cambio en su estado solo podía significar que su vida se habría apagado. Y con ella, también se iría su vida. Porque Laura era su vida. De eso estaba seguro. Por ella había determinado quedarse a morir combatiendo a Cavil en su nave.
- “Estrellar mí propia nave contra ese monstruo”, pensó Adama.
Sin embargo no estaba solo. Saúl, su mejor amigo había decidido quedarse con él. Y junto a él estaba Ellen. Su mujer que tomo la determinación de acompañarlo y terminar su vida juntos.
Y Kara. Que llevaba meses perdida en su propio mundo. Buscando una razón de vida. Un objetivo de existencia desde que había encontrado su nave y sus restos en aquel planeta moribundo. Desde entonces no había vuelto a ser la misma. Y bajo esa circunstancia había determinado acabar su existencia Lejos de todos. Aquí en su dañada he inservible nave. Acompañando al viejo.
Y Helo y Boomer y la pequeña Hera. Quienes se habían marchado en un raptor y habían regresado cuando vieron explotar en mil pedazos la Base Cylon de Calvin cuando se alejaban, tras escapar, al recuperar a su pequeña hija.
Adama camino al hangar de naves para recibir al desconocido ejército que había disparado en contra de Cavil destruyendo su nave.
...................
Laura despertó del profundo sueño. Miro su entorno y se dio cuenta que estaba en la estación medica. No se sentía mal. Solo un poco cansada.
-Señora Presidenta, ¿necesita algo?, expresó el joven soldado.
¿Porque esta nave no esta destruida y nosotros muertos? Preguntó Laura
Porque los Dioses no quisieron que hoy fuera nuestro día de morir señora. Es un milagro........ Contestó el soldado sonriendo......
Laura soñolienta sonrío pero lo miró confundida. ¿Dónde estaba Bill. Porque no se escuchaba una batalla..... Con esas inquietudes Laura volvió a dormirse.
Adama saludo a Saúl y esperó a la nave que se posaba en una de las lozas del hangar. A ellos se unió Kara Trace. De la extraña y desconocida nave, descendieron varios soldados. Sus uniformes no correspondían a ninguna civilización por ellos conocida. Sus atuendos sé parecían mucho a los propios, pero insignias diferentes los diferenciaban.
De la compuerta principal emergió una figura alta. Parecía tener un alto rango. Un joven, un muchacho que se paró frente a Adama. Detrás de él, un oficial y una decena de soldados.
Bill Adama miró a los dos oficiales. Eran muy jóvenes, casi niños. Tigh también miraba a los soldados salir de la nave. De todos los militares que había conocido en su vida, estos le parecían increíbles. Solo los soldados debían medir más de dos metros. Era la cosa más extraña que había observado Saúl.
-Buenas noches Almirante Adama , expresó el joven que bajó saludando militarmente. -Mi nombre es Michael Kenig. Teniente Michael Kenig.-
Durante 30 segundos ambos hombres se observaron mutuamente. Uno, un muchacho de cerca de 20 años. El otro, un hombre mayor. Sin embargo algo los unía. Ambos eran hombres provenientes de mundos distintos pero ambos supervivientes, con vidas parecidas, y a la vez muy diferentes.
Adama saludo militarmente al recién llegado.
-Buenas noches bienvenido a Galáctica.- Expresó el almirante.
Kara observaba toda la situación desde un ángulo más lejano. Escrutaba cada detalle en los recién llegados. Nunca había visto soldados tan enormes como esos, que custodiaban a los jóvenes con tanto celo. Observó al teniente que hablaba con Adama. Debía ser muy joven. De 20 años o un poco más. Y el otro joven con esa edad, sino menos.
Michael sonrío.
-Creo que tendrán muchas preguntas que querrán que conteste y además yo deseo formular varías también,- expresó el recién llegado.
Así es... Replicó parcamente Adama.
-Bien no los considero prisioneros pero sería mejor que nos acompañaran a la sala de comando por favor.-
A un ademán del joven soldado, los soldados los rodearon y los desarmaron.
Bill Adama palideció. Todos se quedaron atónitos. Un sentimiento de rabia lo inundó. También un cansancio. Su nave se desintegraba. Casi habían sido destruidos por la nave de Calvin y sumado a eso, Laura se moría.
Laura, pensó......
De la nave emergieron seis personas.
-Ellos son mi equipo medico, irán ver a la presidenta Laura Roslin. Si los disculpa.-
¿Pero quien este muchacho? y ¿Porque sabe de Laura?. ¿De donde la conoce? ¿Por qué pregunta por ella?. Pensó Adama.
¿Qué dice? ¿Adónde va esta gente?
-Cálmese Almirante. No se preocupe si quisiera hacerles daño eso ya lo habríamos hecho, contestó el teniente Kenig. Solo irán a ver a la presidenta. Esta muy enferma y sé esta muriendo. ¿Cierto?-
Michael Kenig camino hasta Adama. EL viejo solo miraba al joven militar.
-No perdamos tiempo señor, ya vendrán las explicaciones, iremos a ver a la presidenta.-
Adama hizo una venia.
-Gracias. Teniente hágase cargo de nuestros amigos-.
.
Michael partió con el equipo medicó y tres soldados a la enfermería......
Continuará…….