La Familia: El Vals del Vampiro
Titulo: La Familia: El Vals del Vampiro
Categoria: Drama, Romance, Humor
Genero: Acción/aventura, Universo Alternativo, Drama, Humor,Misterio/Ansiedad, Romance
Advertencias: El abuso, Uso Extenso de lo profano, Sexo Gráfico, Violencia Gráfica, Sexo No-Consensuado
Gracias a yokana_yanovick por ser mi BETA!!
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Capitulo Tres: El Pacto Part Dos de Tress
Laura se sentó frente a William Adama y la joven mujer. Cruzó los brazos sobre el pecho, sus ojos no rompieron el contacto con ellos en ningún momento. -¿Por qué ahora? -dijo.
Bill agarró la mano de su hija.
-Porque ella la necesita.
Laura parpadeó.
-Disculpe.
-Usted fue maestra una vez, ¿no es así?
-Sí, lo fui.
Él sonrió.
-Necesito que mi hija aprenda acerca de esta era, pero sobre todo que pueda hablar.
-¿Su hija? -preguntó Laura mirando fijamente a la joven mujer. No tenía conocimiento de que William Adama tuviera a una hija, hijos sí, pero nunca una chica.
Bill sonrió burlonamente.
-No todo acerca de mí es de dominio público mi estimada Laura. La mayoría de las personas que investigan mi vida sólo han conseguido arañar la superficie. Soy mucho más viejo de lo que parezco.
Laura no dijo nada.
-Verá, mi hija se despertó de un sueño profundo, en un mundo diferente al que conocía. Añada a eso a un idioma que no entiende y verá mi problema. Por eso la necesito, Laura.
-Si lo que quiere es un maestro, estoy segura que hay otros aparte de mí que pueden…
-¡NO QUIERO A OTRO!- bramó el vampiro.
Laura tembló. El hombre que había ante ella había cambiado. Los ojos se habían vuelto dorados y tenía los labios entreabiertos para revelar unos brillantes colmillos blancos. Ella trató de hablar pero su boca estaba paralizada.
-Hace mucho tiempo su familia hizo un pacto con la mía. ¡La decimotercera hembra nacida en la Familia de Roslin que lleva la marca de nacimiento del loto sobre el pecho me pertenecerá a mí! Será mía para utilizarla cuando la desee. ¡Ella será mi compañera! Y esa es usted… Usted es el pago por haber salvado la vida a su tatarabuelo de la muerte en la horca. Un pacto hecho para que usted y su familia no vivieran en la vergüenza. ¡Un pacto hecho con sangre!
Su hija colocó una mano sobre su hombro. Bill respiró hondo y continuó.
-Usted es la decimotercera y la última hembra en su línea. La última de los Roslin. Así como yo le di a su tatarabuelo mi sangre, usted como es la última, la lleva dentro.
Laura sacudió la cabeza.
-¡Eso es mentira! ¡Mi familia nunca haría tal cosa!
Bill se rió.
-Todos los humanos son iguales, por muy buenos que parezcan. Su familia no es diferente, Laura. Ellos quisieron el poder y el dinero, ambiciosos de deseos… Mi familia les dio todo eso. Y como pago…, usted me pertenece.
-¡Yo no pertenezco a nadie!, ¿me oye? - exclamó Laura. -¡Soy dueña de mí! ¡No soy no esclava de nadie!
Elevar la voz fue un mal movimiento por parte de Laura, y mucho menos que la acompañara una negativa. Nadie decía que no a Bill Adama. Había una razón por la que su clase había mantenido la paz con los humanos. Una razón por la que los vampiros no gobernaban sobre ellos como debe ser. Una razón por la cual todo vampiro temía a Adama. Una que Laura estaba a punto de conocer.
Antes de que pudiera darse cuenta Laura estaba contra una de las paredes. Una mano agarró su cuello con fuerza, cortando su circulación. Sus pies apenas tocaban el suelo y sus manos se aferraron instintivamente alrededor de la de Bill tratando, sin éxito, de apartar su asfixiante abrazo. Los ojos de Bill ahora eran rojos como la sangre y estaban llenos de ira, su cara se retorció como la de un lobo cuando sus colmillos quedaron al descubierto.
-La puedo matar tan fácilmente; romper este delgado cuello suyo sin mucho esfuerzo con un golpe de muñeca. Incluso puedo beber toda su sangre y violarla. Pero no lo haré. ¿Dice que usted no es esclava de nadie? Bien, pues está a punto de ver cuanto se equivoca. Planeé hacer esto de una manera agradable, Laura, pero veo que usted quiere ser tratada como una ramera.
La vista de Laura comenzó a nublarse.
-Por favor… no... puedo… respirar…
-¡Papá, para!
La voz asustada de su de hija menguó su ira. Bill soltó a Laura cual muñeco y ésta cayó bruscamente en el suelo. Ella tosió buscando aire y frotó su dolorido cuello. Cuando recuperó el sentido se sorprendió al ver a la mujer arrodillada a su lado; y se sorprendió aún más cuando la vio enfadarse con su propio padre. Después la chica la miró y habló en un idioma que no comprendió.
-¡Le pido por favor que no enoje a mi padre! Parece una persona muy agradable y lista. Haga lo que le pida, no deseo verle tomar su vida, Laura Roslin.
Bill gruñó y salió al balcón.
Laura no se movió, mantuvo los ojos fijos en la mujer. Su voz fue un mero susurro por culpa de su garganta todavía malherida.
-Lo siento, no la comprendo.
La mujer sonrió y le extendió la mano. Sin estar convencida del todo Roslin se la estrechó. -¿Me comprende ahora? -habló la joven telepáticamente.
Laura apartó la mano aterrada. La mujer la alcanzó de nuevo y la sujetó suavemente entre sus dedos otra vez.
-Perdóneme por asustarla, pero es la única manera en que puedo hablar con usted en su propio idioma. Soy Starlight Amoret Adama, hija de William Adama.