El lunes me operan, asi que no estare conectada durante un rato, les dejo de regalo un fic que se me ocurrio de ultimo momento y lo hice en dos dias, Que inspiracion!
Este fic esta inspirado por la canción “Algo Más” de La 5ª. Estación que, francamente, desde la primera vez que la oí me gritó H/D.
Titulo: Algo Más
Autor: Niza_74
Pareja: H/D por supuesto.
Clasificación: R (es slash y tiene relaciones un tanto descriptivas entre dos hombres, así que prosigan con cautela)
Nota: Los personajes no me pertenecen, todo Harry Potter pertenece a J.K. Rowlings y Scholastics, no se esta generando ganancias económicas con este escrito (¡por favor!)
"Despues de tres años de estancamiento en la guerra se había logrado atrapar a uno de los mas importantes mortifagos, Draco Malfoy. Harry Potter será su interrogador, pero las cosas no son como parecen"
Algo Más
El día había empezado mal y solo se ponía peor.
Tres de los últimos grupos de reconocimiento de las zonas “calientes” (zonas en las que los últimos meses habían tenido incremento en actividad de mortifagos), todavía no se reportaban.
Uno de esos grupos era el que comandaba Ron.
Harry Potter se quitó los lentes para poder tratar de sacarse el cansancio de los ojos con solo tallarlos fuertemente, lamentablemente esto no es posible cuando no has dormido mas de seis horas los últimos tres días.
Esto de ser la cabeza del lado de la Luz en la confrontación bélica mas grande que ha visto el mundo mágico en los últimos cien años definitivamente no era tan glamoroso como uno lo podría esperar.
Sí tenía el título de Coronel de la Armada de Dumbledore, pero en el día a día eso solo significaba más presión, dolores de cabeza y menos horas de sueño.
Se coloco los lentes y recorrió la mirada por su tienda de campaña, como todas las tiendas de campaña mágicas era mucho mas grande por dentro de lo que aparentaba por fuera, pero no dejaba de un lado la austeridad necesaria cuando te encuentras en un campo de batalla, tu energía mágica requería un mejor uso que estar transfigurando lujos innecesarios a final de cuentas.
Tenía una cama pequeña (Harry exigía contar con el mismo tamaño de cama de cualquiera de los miembros de la armada), y lo único que se podía considerar un lujo dentro de su casa de campaña era el escritorio que en estos momentos ocupaba y que estaba a rebosar de reportes de avanzadas y escaramuzas de guerrilla.
Lamentablemente en eso se había estancado la guerra entre las fuerzas de Voldemort y las fuerzas de la Luz por los últimos tres años.
Ni por primera ni ultima vez Harry maldijo profusa y coloridamente a la excusa de ser humano que se hacia llamar Lord Voldemort.
Todo mundo había pensado que las cosas iban a llegar a su cúspide y fin durante el último año de Harry en Hogwarts, y nadie lo hubiera podido negar, durante ese último año las hostilidades habían escalado de manera alarmante y los ataques contra muggles y media sangres estaban a la orden del día por parte de los mortifagos.
El rumor de un ataque a Hogwarts programado para el final del año escolar era muy fuerte, ya que la escuela se había tornado en refugio y centro de comando de las fuerzas de la Luz, encabezadas por la Orden del Phoenix y la Armada de Dumbledore.
El ataque se dio un día antes del fin de curso, pensando en usar el elemento sorpresa, Lord Voldemort se presento en todo su esplendor y la batalla comenzó.
Voldemort y Harry quedaron frente a frente en medio de la batalla entre las dos fuerzas; después de estar en duelo por mas de media hora y en que Harry podía sentir vibrando en su cuerpo la posibilidad, la casi realidad de que podía vencer al que se hacia llamar así mismo el Mago Mas Poderoso después de Salazar Slytherin, justo en ese momento sucedió lo increíble… Voldemort se desapareció.
Cuando los mortifagos que seguían en medio de la batalla se dieron cuenta que su amo se había retirado de la misma ellos también empezaron a huir en desbandada.
El enfrentamiento no había durado más de una hora y había dejado a Harry y al resto en un perfecto estado de shock, ¿Por qué se había ido así Voldemort?
Después de que se había visto por los heridos y se había tratado de poner en alguna semblanza de orden a Hogwarts, Harry comenzó a analizar a detalle el duelo.
Y fue cuando empezó a entender que había sucedido, era tanta su convicción de ganar que seguramente Voldemort había sentido esa convicción a través de la conexión de la cicatriz de Harry, y se había ido antes de que eso sucediera.
De eso habían pasado tres años, y Voldemort no había dado la cara en todo ese tiempo, múltiples intentos de asesinato se habían fraguado en contra de Harry, pero el siempre salía milagrosamente intacto de cada uno de ellos. Poniendo en evidencia la veracidad de la profecía.
Harry sacudió un poco la cabeza tratando de salirse de esa oleada de recuerdos que nada le dejaban, las cosas estaban así en este momento y en lo único que podían basar sus esperanzas de que toda esta locura de guerra terminara era que las cuadrillas de reconocimiento tuvieran suerte y pudieran identificar positivamente el escondite de Voldemort con suficiente tiempo como para que Harry pudiera llegar, enfrentarlo y vencerlo de una vez por todas.
En ese momento se oyó que alguien rascaba la tela de la puerta de su casa de campaña, que era la única manera de tratar de anunciar tu presencia afuera de la misma.
Antes de que siquiera pudiera decir “adelante” entro lo que prácticamente era un torbellino.
- ¡Comandante Potter!, le tengo una excelente noticia.
Tratando de minimizar el suspiro de frustración que le quería salir del alma Harry se puso de pie.
- Seamus te he dicho mil veces que no me digas así.
Por un momento parecía que el otro joven iba a parecer arrepentido por la infracción, pero rápidamente dejo salir una risita traviesa.
- Nah, es muy divertido mortificarte Harry, pero ya en serio. Ahora si atrapamos uno grande.
Uno grande, el saber que tenían un prisionero ya era una excelente noticia, los mortifagos eran muy escurridizos, pero uno grande… no había muchos a los que se les pudiera poner esa etiqueta.
- ¿Quién, a quién tenemos? - Mientras preguntaba, Harry recogía su túnica oficial de atrás de la silla donde la había puesto al empezar a trabajar en los reportes, era negra y tenia el filo del cuello rojo, lo que denotaba su grado como comandante. Seamus usaba una igual pero con el filo del cuello verde que lo identificaba como Teniente.
- A Malfoy.
Harry se congelo en el acto de abrochar el último botón de la túnica y giro tan rápido que se oyó un chasquido en la tienda.
- ¿Lucius?, ¿Tenemos a Lucius? - Su mente ya estaba empezando a calcular toda la cantidad de información que le podrían sacar el maldito, estaba dispuesto a autorizar que le metieran tres litros de veritaserum con tal de garantizar sacarle hasta lo que comió el día de su boda.
- Oh no Harry, esto es mucho mejor. Tenemos al hurón.
Harry se quedo congelado y con la quijada prácticamente en el piso, tenían a Draco Malfoy. Nada menos y nada más que al contraparte de Harry en el control de las fuerzas armadas de los mortigafos. Al estratega numero uno de Voldemort.
- Draco Malfoy-, lo dijo prácticamente con un suspiro de asombro. He inmediatamente entro en acción otra vez, él tenía que estar presente en ese interrogatorio, es más El tenia que hacer ese interrogatorio. - ¿Quién lo tiene, dónde esta detenido?
La pregunta ya la hacia a paso veloz, saliendo de la tienda de campaña y dirigiéndose a la zona de aparición autorizada más cercana, mientras Seamus trataba de aguantarle el paso.
- ¡Diablos Harry, bájale tantito!, lo tiene Kingsley en Detenimiento 5.
Sin siquiera detenerse grito sobre su hombro - ¡Gracias Seamus!, justo mientras entraba a la Zona de Desaparición y desaparecía con un POP.
Sin romper el ritmo de su paso salio de la sala en la que había aparecido y tomo el pasillo que estaba inmediatamente afuera, si su memoria no fallaba la sala de detenimiento 5 estaba en este mismo pasillo, al fondo. Era la sala con más encantamientos de resguardo y protección de todo este edificio.
Y al final del pasillo se veía claramente una puerta, flanqueada por dos soldados, eran de menor rango ya que su túnica era completamente negra, sin color en el cuello. Al verlo acercarse tomaron posición de defensa con sus varitas, pero al acercarse Harry lo reconoció y rápidamente tomaron posición de firmes.
-Caballeros. - Sin más, Harry entro al cuarto de interrogación.
El cuarto era como cualquier cuarto de interrogación, con una mesa con dos sillas y a lo largo de una de las paredes había un cristal oscuro, que con el encantamiento apropiado se volvía de dos vistas para que se pudieran observar las actividades desde el cuarto contiguo. De pie junto a la mesa se encontraba Kingsley, luciendo aun mas amenazante que de costumbre, vestido con su túnica oficial negra con cuello de filo color gris de Capitán.
- Harry, ya me preguntaba cuanto tiempo te tardarías en aparecer por acá, no te tomo mas de veinte minutos- La voz grave de Kingsley parecía reverberar en las paredes de la pequeña habitación, pero este efecto parecía pasar completamente inadvertido por el prisionero, que no había quitado los ojos de encima de Harry desde que este había entrado en la habitación.
Cualquiera que viera a Draco Malfoy en ese momento jamás hubiera pensado que fuera un prisionero de guerra o que si quiera estuviera mágicamente atado a la silla en la que estaba sentado (que sin lugar a dudas lo estaba, siendo este procedimiento estándar de trato a prisioneros).
Se le veía completamente relajado y hasta se podría decir que un poco aburrido con los procedimientos, vestía una túnica gris tan obscura que por momentos parecía negra y no tenia un rastro de gel o fijador en el cabello, que aun contaba con esa cualidad de verse casi plateado que lo había distinguido durante todos sus años en Hogwarts.
- Pero miren nada más, ahora si me siento importante. Mi presencia amerita que el Coronel de las Fuerzas Armadas de Dumbledore venga a visitarme.
Con mucha fuerza de volunta Harry evito reaccionar ante este comentario y, sobre todo, a la manera en que había sido dicho, con los ojos entrecerrados y una sonrisa a medias que en nada se parecía a la sonrisa sarcástica que solía usar en Hogwarts cuando se burlaba de él o de alguno de los Gryffindors.
- ¿Qué avance llevas Kingsley? - La pregunta Harry la hizo sin quitarle la mirada de encima a Malfoy.
- Estaba con las preliminares apenas Harry, ya sabes como es esto…
- Yo lo tomo desde aquí, no es necesario que te quedes- Harry parecía ni darse cuenta de que había interrumpido a Kingsley a media explicación, y lo que textualmente parecía sonar como una sugerencia, en el tono en el que fue dicha dejaba muy en claro que era un orden y que había que seguirla.
Ninguna de las dos personas que se quedaron en la habitación pudieron darse cuenta de la cara de completo desconcierto con la que salió Kingsley, difícilmente se hubieran podido dar cuenta ya que nunca rompieron su contacto visual.
- Te aconsejo que consideres torturarme, soy muy difícil de… quebrar en situaciones de presión.
Cómo era posible que Malfoy hiciera sonar esa frase posiblemente pornográfica, Harry no tenía la más remota idea, pero debería de haber algún tipo de ley contra esa habilidad.
Demostrando una completa tranquilidad que por supuesto no sentía, Harry saco su varita y (dándole mucho crédito al hecho de que Malfoy ni siquiera pestañeo) le dio fin al encantamiento que tenia sujeto el rubio a la silla. He inmediatamente lo tomo por los hombros y lo azoto con fuerza contra la pared.
- ¿A qué demonios estas jugando Malfoy? - Las manos era evidente que le estaban temblando, de furia, tensión, frustración, ni el sabía.
El ex-slytherin no pudo disimular su sorpresa al ser manipulado de forma tan sorpresiva, pero no tardo en recuperar la compostura. Como si fuera cualquier cosa que uno de los magos más poderosos de su generación lo azotara contra la pared y lo tuviera oprimido contra ella con su cuerpo, tranquilamente contesto.
- Esto no es un juego Potter y tú mejor que nadie lo sabes.
Por un largo momento nadie dijo nada, solo se podía oír la respiración laboriosa de los dos jóvenes mientras se miraban intensamente, prácticamente sin espacio entre ellos.
- ¿Por qué te dejaste atrapar? - casi fue dicho con un suspiro y solo su cercanía permitió que Draco lo escuchara.
-Va a salir Harry, por fin va a salir.
A Harry se le pusieron los ojos de plato mientras trataba de digerir la magnitud de la noticia que estaba recibiendo.
Voldemort iba a salir de su escondite, claro que era lo único que podría explicar la repentina captura del mas hábil y escurridizo de todos los mortifagos, habilidades que sin duda debía tener el mejor espía de la Luz.
-Por Merlín Draco…- Simplemente no sabía ni que decir, esta podía ser su gran oportunidad de acabar con ese lunático de una vez por todas.
-Descubrió un nuevo encantamiento, uno que se supone lo va a hacer invencible, pero solo lo puede hacer bajo la luz de la luna llena y en el lugar mas mágico que pueda encontrar. Como Hogwarts esta fuera de tomarse en cuenta lo va a hacer en Stonehange. Es súper secreto, solo lo saben los más cercanos de sus mortifagos. Ni siquiera va a movilizar a mucha gente para no llamar la atención, va a ser un grupo muy pequeño el que lo va a acompañar.
Era perfecto, era justo lo que Harry necesitaba, podía armar un ataque sorpresa, la siguiente luna llena era en tan solo una semana si es que la memoria no le fallaba pero… Draco quedaba en una situación bastante complicada.
-Draco, ¿qué vamos a hacer?, Voldemort no va a tardar en saber que has sido detenido, podría pensar que nosotros vamos a obtener la información de ti y va a cancelar todo. - No podía ocultar el tono de pánico que estaba dejando salir en su voz, no iba a tener manera de dejar ir a Draco, uno de los factores por los que su trabajo como espía había sido tan eficaz era por el hecho de que el único que sabía esto y al que le pasaba información, era a Harry directamente.
-Tenemos poco tiempo lo sé, pero esta información te la tenía que dar directamente Harry, no podía arriesgarme a que alguno de nuestros métodos de comunicación fallara. Esto es demasiado grande, podría ser el final de la guerra.
Harry le daba vueltas y vueltas a la situación, no le veía solución. No había manera de mantener a Draco prisionero por que eso podría poner en riesgo el que esa salida de Voldemort se llevase a cabo si éste tuviera la mínima sospecha de que Draco pudiera hablar. Y tampoco lo podía soltar así como así por que Voldemort también sospecharía.
- ¡Demonios!
-Harry, yo creo que sabes que es lo que tenemos que hacer.
- ¡No! - Ahí definitivamente se oía claramente el pánico, no Draco no podía referirse a lo que el creía que se refería, ¡Debía haber alguna otra solución!
-Es la única manera Harry, tú sabías que este momento podía llegar, los dos lo sabíamos.
Draco se oía tan resignado, aceptando tan tranquilamente esa última opción, una que Harry ni siquiera podía pensar, mucho menos mencionar.
-¿Qué no te importa, no te interesa todo lo que hemos pasado juntos?, O es que ya se te olvido, ¿es eso?, como ya pasaron tres años desde la última vez que estuvimos juntos para ti es fácil decirme que la única solución es esta. Por que se perfectamente a que te refieres, ¡Maldición!, si Snape fue el que te fabrico esta poción que nunca te quitas de tu cuello y que sabemos perfectamente no te va a ocasionar ningún dolor y va a funcionar en diez segundos.
Harry estaba histérico, una parte racional de su mente se lo decía, mientras sacudía fuertemente a Draco, con una mano buscando el frasco que, efectivamente, colgaba de un cadena de plata alrededor del cuello del rubio.
Antes de que pudiera reaccionar Draco había revertido sus posiciones, atrapando ahora a Harry contra la pared con tanta fuerza que la cabeza de Harry rebotó contra la pared y momentáneamente vio estrellas.
- ¿Cómo te atreves Harry? ¿Cómo te atreves a decirme eso a mí? Sabes perfectamente que lo único que me ha permitido seguir esta vida es saber lo que tu y yo compartimos, te lo he dicho una y mil veces que aborrezco lo que tengo que hacer para poder pasar como mortifago, que cada vez que tengo que inclinarme a besar la túnica de ese… ese… monstruo lo único que quiero es atravesarle el pecho con mis propias manos y verlo dejar salir su último aliento.
Draco gritaba a todo pulmón a tres centímetros de su rostro y esa pequeña parte que todavía manejaba la lógica agradecía que el cuarto tuviera un encantamiento de silencio para evitar fuga de información para los que están afuera.
- ¡No lo voy a permitir! ¡Me oyes! ¡No voy a permitir que me hagas esto y que te vayas y me dejes solo por que entonces no tengo nada más por que luchar! - Sus gritos perdían fuerza y con horror podía sentir los sollozos que luchaban por salir de entre sus gritos y como le temblaba todo el cuerpo, ‘No, por favor’ pensó Harry, ‘no permitas que me vea así’.
Entonces sintió que Draco lo abrazaba con tanta fuerza que oyó un par de sus huesos tronar ligeramente y repentinamente sintió los labios del rubio en los suyos y nada más importó.
El beso fue intenso y sin tregua, los dos jóvenes se dejaron llevar por la pasión y la desesperación que sentían al saber que sus opciones eran casi nulas y que la única manera para poder sacar adelante la victoria del Lado de la Luz era sacrificando la vida de Draco y evitar así que Voldemort sospechara de alguna fuga de información.
Ninguno de los dos jóvenes pensó que en esto terminaría la tentativa relación que habían empezado en séptimo año, luego de que Draco le confesara a Dumbledore que no quería tener nada que ver con Lord Voldemort y su Padre, luego de que este había asesinado a Narcisa por haber intentando huir con Draco a Hogwarts para tratar de separar a su hijo del destino que Lucius tenia planeado para él.
El instinto de Slytherin de Draco lo había salvado de una muerte segura cuando había fingido con Lucius que la muerte de su madre no le había importado y que el en realidad si quería unirse con su Padre en la guerra del lado de Lord Voldemort.
Harry inevitablemente había sabido de lo que sucedió con Draco y su madre y una amistad no tardo en surgir, y de ahí no fue difícil que se dieran cuenta que toda esa energía que los hacia enfrentarse una y otra vez estaba fincada en sentimientos e instintos mucho mas sencillos y agradables que el odio.
Cuando casi a finales de séptimo año Draco le había confesado a Harry que se iba a unir a los mortifagos para actuar como un espía la discusión había durado semanas. Harry por supuesto que no quería que Draco tuviera nada que ver ni con Lucius ni con Voldemort, pero a final de cuentas no le quedo de otra que aceptar que era la única forma de que Draco siguiera vivo, Lucius jamás habría aceptado un no como respuesta.
Draco no confiaba en nadie más que en Harry y este acepto guardar el secreto de su lealtad hacía la Luz, jurándole que él y solo él seria el receptor de la información que Draco trataría de enviar secretamente.
La última noche que pasaron juntos fue a su vez maravillosa y la más tristes de sus cortas vidas, entre promesas entrecortadas y pasión desenfrenada se despidieron y al romper la mañana Draco se despidió de Harry con un dulce beso que de alguna manera dejaba en evidencia todo lo que sentía, aunque nunca lo había dicho en palabras. Lo último que le dijo a Harry ese día fue -Tú y yo Harry, siempre recuerda, que somos algo más.
El Gryffindor nunca había entendido a que se había referido Draco al despedirse de esa manera, por momentos había llegado a pensar que Draco se refería al papel que desde ese momento llevaría cada uno de ellos en la batalla.
Pero era ahora, en este momento crucial que parecía que iba a llevar a su fin todo lo que había vivido y sacrificado juntos que pudo entender la magnitud de lo que Draco le había querido decir.
Harry, usando toda la fuerza de voluntad que tenía, rompió el beso. Draco dejo salir un pequeño sonido de desagrado que hizo que a Harry le temblaran las rodillas, ¿Cómo iba a poder vivir sin volver a oír ese delicioso sonido de los labios de Draco?
-Me amas- No fue una pregunta, tenia toda la entonación de una aclaración y Harry no perdió detalle de todos los sentimientos que brevemente danzaron por el rostro de su rubio, hasta que este adopto un cara serena y tranquila.
-Desde la primera vez que nos besamos Harry, y no lo he dejado de sentir.
Ahogando un grito entrecortado Harry no pudo resistir más y se le fue encima de tal manera a Draco que éste trastabillo y quedaron recargados en la mesa de interrogación.
No había tiempo para quitar ropa, ni siquiera para hacer las cosas decentemente. Pero había pasado demasiado tiempo desde la última vez que habían estado juntos, y tres años de separación garantizaban que la estimulación que iban a necesitar para sentirse satisfechos iba a ser mínima.
Teniendo a Draco recargado contra la mesa, Harry se dedico a besarlo hasta el cansancio mientras no dejaba de ondular y presionar donde los dos mas necesitaban la fricción, entre besos alocados de pasión no se cansaba de repetir “Te amo, te amo, te amo” entre “si, así, más fuerte”.
Draco, que siempre había sido callado cuando hacían el amor, solo dejaba escapar ligeros sollozos de pasión entrecortados por “Harry” una y otra vez.
Al final no se pudo evitar que entre ahogados gritos y sollozos los dos llegaran a la cúspide de su deseo y entonces lo único que se oyó en la habitación era la respiración de dos jóvenes que lo habían dado todo en un momento de pasión.
La realidad no tardo en hacerse saber en la mente de los dos amantes y, concientes de que sus responsabilidades no permitirían que esta situación se extendiera por más tiempo, se incorporaron y (después de un encantamiento de limpieza hecho por Harry) se pararon frente a frente.
Entre ellos, en el piso, se encontraba el frasco con el potente veneno, que había sido tirado en el momento de pasión compartida.
Draco no hizo el menor movimiento para recogerlo y Harry sabía que no lo recogería. Esperaba que Harry se lo diera, tomando esto como una aceptación por parte del Gryffindor de lo que los dos sabían era la única solución que les quedaba.
Sintiendo que su vida se desmoronaba, Harry se agacho lentamente y con una mano agarro el frasco, lo apretó en su puño con toda la fuerza que tenia, deseando que este se rompiera y así terminar con todo de una vez por todas.
Pero el frasco resistió y el desolado Gryffindor no tuvo más opción que entregárselo al Slytherin.
Por un momento se quedaron con la mirada clavada el uno en el otro, con las manos entrelazadas con el maldito frasco entre ellas, hasta que dando un pequeño movimiento de aceptación con la cabeza, Draco soltó la mano de Harry, llevándose consigo el veneno.
Con su mirada todo se lo decía a Harry, y el entendía todo lo que le quería decir “Te amo, lo hago por ti, destroza al desgraciado por mi”. Todo estaba en eso ojos que Harry no podía creer que pronto vería cristalizados y sin vida.
De pronto se oyó un portazo y los dos jóvenes brincaron de la sorpresa y voltearon a la puerta.
Ahí de pie se encontraba Ron Weasley, todavía sucio y ensangrentado por la misión de la que sin duda acababa de regresar, lo acompañaban un grupo de seis soldados de su división.
-Lévenselo muchachos. - Dijo con voz poderosa y antes de que Harry pudiera salir de su sorpresa dos de los soldados inmovilizaron los brazos de Draco con un hechizo y, sujetándolo fuertemente, lo sacaron del cuarto flanqueados por los otros cuatro guardias.
La mirada de pánico genuino que le arrojo Draco sobre el hombro mientras lo sacaban del cuarto hizo reaccionar a Harry.
- ¡Ron, espera, no te lo puedes llevar, hay algo que tu no entiendes!
Ron, con la mayor calma que Harry jamás había visto en el mundo, cerró la puerta y volteo a verlo.
-Harry, ¿sabes por que siempre te gano jugando al ajedrez?
Harry se le quedo viendo de una manera que garantizaba que Ron entendiera perfectamente que pensaba que había perdido la cabeza.
-Ron ¿de que demonios estas hablando?, este no es momento para tonterías, tienes que escuchar lo que te tengo que decir por que es de vida o muerte.
-Se perfectamente a que te refieres y te repito mi pregunta ¿sabes por que nunca me has ganado jugando al ajedrez?
Harry estaba a punto de agarrase de los cabellos a puños y jalar, para así poder aliviar su frustración, pero Ron tenia puesta la mascara de determinación que significaba que no iba a soltar el tema hasta que estuviera satisfecho. Así que dando un suspiro decidió darle por su lado para así poder decirle, en la primera oportunidad, la situación de Draco.
-No Ron no tengo idea, ilumíname por favor.
-Soltar un poco el sarcasmo nos ayudaría mucho compadre. No hay manera de que me ganes en el ajedrez por que eres de lo más obvio con tus estrategias de ataque, siempre puedo ver desde tres o cuatro jugadas antes los preparativos que haces para planear uno y otro ataque. Por eso siempre estoy preparado y listo para combatirlo.
-Disculpa el sarcasmo Ron, pero ¿Qué demonios tiene que ver el ajedrez con que no me dejes decirte algo de vida o muerte?
Moviendo la cabeza con una cara de profunda decepción Ron le dijo: -Sabía desde un principio que el tener una relación con Malfoy iba a ser una mala influencia para ti, compadre.
- ¡Es que no entiendes que lo que te…! ¿Qué dijiste?, juraría que usaste la palabra relación y Malfoy en la misma oración.
-Harry desde séptimo se que andas con Malfoy, debiste de haberme dado un poco de crédito, a final de cuentas soy tu mejor amigo desde los once años. Era casi un hecho que al final de cuentas iba yo a caer en la cuenta con quien te desaparecías a fajar a cada rato disponible y cuando el otro único que faltaba en esos momentos era Malfoy, pues no se necesitaba un genio para llegar a una conclusión acertada.
Harry sabia que estaba moviendo la boca, pero ningún sonido parecía salir.
-Buena interpretación de pez fuera del agua Harry, por cierto, ya para terminar de matarte, también se que el es tu espía particular. Demasiada suerte es atinarle una y otra vez a blancos mortifagos cuando los malditos son mejores para esconderse que gnomos de jardín, a final de cuentas.
Cerró la boca con un chasquido y mejor utilizó la poca energía que le quedaba en mandarle una mirada letal a Ron.
-Por lo visto algo grande se viene como para que se haya dejado atrapar a adrede, Merlín sabe que a ese escurridizo Slytherin no hay manera de agarrarlo a menos que el quiera ser agarrado. Así que si me disculpas Harry, tengo que irme a ser interceptado por un grupo de mortifagos no identificados que van a liberar al hurón. Con un poco de suerte hasta Voldie no va a tener necesidad de enterarse que Malfoy no estaba durmiendo en su Mansión las pasadas tres horas.
Con eso Ron se dio la media vuelta dirigiéndose a la puerta y antes de abrirla volteo la cara y con un guiño le dijo: -Y a la próxima avísame compadre, cuando me contó Seamus casi me rompo algo de lo rápido que me tuve que venir para acá, ¡no me pude ni bañar!
Abrió la puerta y salió, Harry dio un respingo y rápidamente salió de la sala de interrogación, con lo que estaba seguro, era una cara de completo asombro.
Afuera el pequeño grupo de Ron seguía teniendo aprisionado a Draco, que otra vez tenía la cara fría y calculadora de un mortifago.
Cuando vio a Harry y el grupo empezaba a jalarlo para llevárselo a lo que, con la ayuda de Merlín seria su boleto de salvación, volteó y dejando caer la mascara por tan solo un segundo le dijo: -Recuérdalo Potter, Algo Más.
Harry asintió con la cabeza y mientras veía como se llevaban a Draco se juro que para el amanecer de la noche de la siguiente luna llena Lord Voldemort no iba a ser más que un amargo recuerdo.
FIN
Algo Más
A veces pienso que te miento
cuando te digo que te quiero
porque esto ya no es querer
A veces creo que he muerto
cuando no estás y yo despierto
porque sé que esto ya no es querer
Es algo más, algo que me llena
algo que no mata ni envenena
es algo más, algo más que amar
CORO
Es algo más que la distancia
que el dolor y la nostalgia
sabemos que eso no nos va a separar
Es darte un beso cada noche
que tus manos me enamoren
y que lo nuestro crezca cada día más
Porque somos algo más...
A veces creo que he vivido
más de mil años contigo
porque sé que esto ya no es querer
A veces pienso que es mentira
por cómo entraste en mi vida
porque sé que esto ya no es querer
Es algo más, algo que me llena
algo que no mata ni envenena
es algo más, algo más que amar
CORO
Y yo sé que no es querer
porque en tus ojos yo me puedo perder
contigo olvido lo que es temer
acaso no sabes que tú eres para mí
la noche, el día en mi vivir
la sangre en mis venas
lo doy todo por ti
contigo el mundo no tiene final
y el tiempo no se nos va a acabar
CORO