Sin decir una palabra se agazapaban las ganas de seguir adelante en el rincón más doloroso de la estancia. Mientras, ella caminaba arriba y abajo, pensando y pensando en nada en absoluto. Se había cansado pero algo en su interior quemaba impidiéndole descansar, dejarlo todo sin mirar atrás… Hace siglos, antes de entrar allí, no fue el momento… pero
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