¿Alguien sabe lo molesto que resulta mudarse?
Eh, pues, síp, este es mi post de silencioso reclamo, con pros y contras de la mudanza.
La primera vez que me mudé fue cuando tenía cerca de 9 años o menos. Solía vivir en la casa de mi abuela, pero por problemas familiares (larga historia resumida así: mi abuela ni sus hijas aprobaban el matrimonio de mis padres) tuvimos que mudarnos a una casa bastante amplia, en la que tuve la felicidad de criar conejitos *-* época bonita de mi vida, supongo. Aah, la verdad no puedo asegurarlo, pero vivir lejos de constantes amenazas y bocas torcidas resultaba un buen respiro. El problema es que el alquiler consume, en fin, no me gusta hablar sobre economía.
Después de más de un año nos mudamos a Camaná por las vacaciones de verano, cuando volvimos no teníamos hogar (jo con mis padres aventureros y lanzados al risco), así que vivimos un par de días en el Volkswagen de mi padre, conseguir una nueva casa en renta y mudarnos no se sintió tan mal. Pasó medio año y nos mudamos nuevamente a un departamento, en el cual viví como 4 años. Nos mudamos nuevamente a una casa que mis padres compraron y después de dos años (nunca creí que las mudanzas se fueran a acabar tal como lo hicieron mis hermanas y mis padres) volvemos a trasladarnos. Sin destino y mientras tanto* ojalá a la casa de mi abuela materna.
Siete mudanzas, woah. Eeen fin, resulta molestoso porque es un trabajo pesado embalar todas tus pertenencias y meterlas a un auto para ir y ordenar de nuevo tooda tu vida, toda tu rutina (la última vez me perdí buscando el camino desde el paradero a mi nueva casa), tus nuevos vecinos, la nueva zona... pff, todo se trata de cambios en tu vida, y los cambios... pues a muchos (la mayoría) no les sienta bien. Así que ahí biene el gran 'pro' de todas las mudanzas que tuve: me enseñaron a aceptar (de buena gana o no) los cambios, ser resilente. Como
el arte de pasar de todo. Así, casi puedo decir que no me aferro demasiado a las cosas, ni a las rutinas. Otro pro es que se conoce gente nueva, y sea agradable o no, esa siempre es una experiencia enriquecedora (al menos si la sabes llevar).
Aaah, casi lo olvidaba. El reclamo viene porque no me gusta vivir donde ahora vivo justamente por problemas familiares, pero, como siempre, voy a sobrevivir, como siempre lo hago, y porque todo me da igual si tengo una cama para dormir y mi almohada de tortuga me acompaña.
*Entiéndase el 'mientras tanto' como un tiempo pequeño, tan pequeño como el tamaño de estas letras.