[Glee] #27 Miedo
Disclaimer: Glee pertenece a FOX, escrito sin animos de lucro.
Traga saliva e intenta apartar la vista, pero no puede.
“Él no significa nada, nada” - se repite sin control - “solo un chico más, solo uno más” - como una oración, un mantra, una súplica sin destinatario aparente. Está claro que nadie piensa correr en su auxilio, porque esos labios que tantas veces besaran los suyos, ahora estaban acariciando otros… y parecen tan distantes; no puede detener la voz burlona de su consciencia, que le afirma una y otra vez que esto es su culpa. Como si no lo supiera ya.
Quiere reprimir las imágenes en su cabeza, reprimir la rabia, la desesperación, la culpa… los momentos felices. Porque eso es lo que más le duele, saber que hubo un momento en que nada se interponía entre ellas, en que solo eran Brittany y Santana, nadie más.
Pero los hilos que las unían eran tan frágiles, y Santana siempre ha sido de todo, menos cuidadosa, con cosas como esas…
Ahí están los dos, sonrientes, perdidos en su mundo. Y Santana siente envidia - “no tienes por qué tener envidia, tonta, es un loser” -, pero sabe que se equivoca. Porque en cierto modo, Artie le entrega a Brittany algo que ella nunca pudo darle: alguien que la llamara novia, que no se avergonzara de darle muestras de cariño en público, que no tuviera miedo de mostrar su relación en la escuela… - “somos chicas, todo es más complicado” -; y como tantas otras veces, Santana se esconde tras excusas, y nuevamente su consciencia la reprende, llamándola cobarde, y ella no puede hacer nada por callarla.
- Cuando este afuera, bailando… no será por el equipo, ni por el publico… - Santana aprieta los puños fuertemente a medida que Brittany pronuncia esas palabras - será por ti.
Y en ese momento siente como si todo se desvaneciera alrededor de ella. Y el peso de la perdida la abraza, como un espectro, enfriando su cuerpo, apartándola de esa luz que Brittany representa. La estúpida sonrisa en el rostro de Artie tampoco ayuda.
“Santana, imbécil, ¡haz algo!”
Recorre los pocos pasos que la separan de los tortolitos con una seguridad que nunca antes había sentido. Era como si algo invisible la impulsara, su corazón comienza a latir más fuerte y rápido, algo en su pecho lucha por salir.
- Brittany - la llama, más fuerte de lo que habría querido, pero no le importa.
La rubia se pone de pie, confundida de la inesperada interrupción de la latina. Artie, con una expresión de desconfianza, no puede apartar los ojos de Santana. Pero ella hace rato que ha olvidado la presencia del chico, allí solo están ella y Brittany, como siempre debió ser.
- ¿Santana, que ocurre? - pregunta Brittany, aún confundida, y algo preocupada. Los demás integrantes del glee club observaban en silencio la situación - ¿te sientes mal?
- No, es solo que… - con una mano acaricia el rostro de la rubia, disfrutando el leve roce de esos cabellos contra su piel, claros como el amanecer, como si hubieran atrapado el brillo del sol en ellos - hay algo que quiero decirte.
- Pues dilo, López - escupe Artie, agarrando con las dos manos las ruedas de su silla; al chico no le agradaba la manera en que la cheerio acaricia a su novia, ni como esta se deja llevar por los dedos de la latina, apoyándose en ellos, queriendo profundizar la levedad de ese tacto. Mike da un par de pasos, preocupado de que en una embestida de celos Artie pudiera lanzarse contra las chicas, Tina lo detiene tomando una de sus manos, negando con la cabeza sin decir una palabra.
Son tantas las cosas que Santana desea decir. Tantas que en ese momento no puede ponerlas en orden, pero sabe que todas conducen a una idea principal, una que sobresale por encima de todas las demás. Aun así, ninguna de ellas sale de sus labios, porque no hay palabras que puedan describir la cantidad de sentimientos que la rubia despierta en ella. Por eso, porque quiere dejar toda su cobardía atrás, es que cubre el espacio que la separa de Brittany y la besa como siempre había querido hacerlo, sin prisas, pero con toda la pasión que siente. Sin importarle que todos sus compañeros las observen, ni que en ese momento pueda estar rompiéndole el corazón a uno de ellos. Tampoco le importa mucho que de un minuto a otro el telón desaparezca y las descubran allí.
Quiere gritarlo. Su corazón quiere gritar lo mucho que Santana López ama a esa chica.
- Te amo, Brittany - susurra cuando se separa unos centímetros de la rubia, y puede jurar que la ve sonreír.
A lo lejos escucha la voz de Sam y poco después la de Quinn, están a mitad de su entrada, falta poco para poder llegar a sus puestos designados y estar listos.
- ¡Santana, prepárate!
La latina abre los ojos, escapando por fin de esa fantasía. Rachel la observa extrañada y le hace señas para que se posicione. Santana suspira - “solo una fantasía”. Dirige su mirada hacia donde se encuentra Brittany, quien le hace ojitos a Artie.
Sus compañeros comienzan a cantar, ella fija su vista en el rojo telón e intenta no pensar en nada mas, dejarse llevar por la música y olvidar por un momento cuan jodida esta su vida. Intenta guardar en lo más hondo de su mente las imágenes, el dolor en sus rodillas y espalda debido al peso de las demás cheerios, como Quinn ostenta el puesto de Head Cheerleader, un puesto que era de ella y que lo perdió… igual como perdió a Brittany. Todo por sus malditas inseguridades.
Las estrofas de Time of My Life salen de su boca, autómatas, la sonrisa falsa también está ahí. Con una última mirada a Brittany, se entrega a la presentación.
Su consciencia, impertérrita, no se compadece de su dolor.
“Santana López, eres una cobarde.”
Traga saliva e intenta apartar la vista, pero no puede.
“Él no significa nada, nada” - se repite sin control - “solo un chico más, solo uno más” - como una oración, un mantra, una súplica sin destinatario aparente. Está claro que nadie piensa correr en su auxilio, porque esos labios que tantas veces besaran los suyos, ahora estaban acariciando otros… y parecen tan distantes; no puede detener la voz burlona de su consciencia, que le afirma una y otra vez que esto es su culpa. Como si no lo supiera ya.
Quiere reprimir las imágenes en su cabeza, reprimir la rabia, la desesperación, la culpa… los momentos felices. Porque eso es lo que más le duele, saber que hubo un momento en que nada se interponía entre ellas, en que solo eran Brittany y Santana, nadie más.
Pero los hilos que las unían eran tan frágiles, y Santana siempre ha sido de todo, menos cuidadosa, con cosas como esas…
Ahí están los dos, sonrientes, perdidos en su mundo. Y Santana siente envidia - “no tienes por qué tener envidia, tonta, es un loser” -, pero sabe que se equivoca. Porque en cierto modo, Artie le entrega a Brittany algo que ella nunca pudo darle: alguien que la llamara novia, que no se avergonzara de darle muestras de cariño en público, que no tuviera miedo de mostrar su relación en la escuela… - “somos chicas, todo es más complicado” -; y como tantas otras veces, Santana se esconde tras excusas, y nuevamente su consciencia la reprende, llamándola cobarde, y ella no puede hacer nada por callarla.
- Cuando este afuera, bailando… no será por el equipo, ni por el publico… - Santana aprieta los puños fuertemente a medida que Brittany pronuncia esas palabras - será por ti.
Y en ese momento siente como si todo se desvaneciera alrededor de ella. Y el peso de la perdida la abraza, como un espectro, enfriando su cuerpo, apartándola de esa luz que Brittany representa. La estúpida sonrisa en el rostro de Artie tampoco ayuda.
“Santana, imbécil, ¡haz algo!”
Recorre los pocos pasos que la separan de los tortolitos con una seguridad que nunca antes había sentido. Era como si algo invisible la impulsara, su corazón comienza a latir más fuerte y rápido, algo en su pecho lucha por salir.
- Brittany - la llama, más fuerte de lo que habría querido, pero no le importa.
La rubia se pone de pie, confundida de la inesperada interrupción de la latina. Artie, con una expresión de desconfianza, no puede apartar los ojos de Santana. Pero ella hace rato que ha olvidado la presencia del chico, allí solo están ella y Brittany, como siempre debió ser.
- ¿Santana, que ocurre? - pregunta Brittany, aún confundida, y algo preocupada. Los demás integrantes del glee club observaban en silencio la situación - ¿te sientes mal?
- No, es solo que… - con una mano acaricia el rostro de la rubia, disfrutando el leve roce de esos cabellos contra su piel, claros como el amanecer, como si hubieran atrapado el brillo del sol en ellos - hay algo que quiero decirte.
- Pues dilo, López - escupe Artie, agarrando con las dos manos las ruedas de su silla; al chico no le agradaba la manera en que la cheerio acaricia a su novia, ni como esta se deja llevar por los dedos de la latina, apoyándose en ellos, queriendo profundizar la levedad de ese tacto. Mike da un par de pasos, preocupado de que en una embestida de celos Artie pudiera lanzarse contra las chicas, Tina lo detiene tomando una de sus manos, negando con la cabeza sin decir una palabra.
Son tantas las cosas que Santana desea decir. Tantas que en ese momento no puede ponerlas en orden, pero sabe que todas conducen a una idea principal, una que sobresale por encima de todas las demás. Aun así, ninguna de ellas sale de sus labios, porque no hay palabras que puedan describir la cantidad de sentimientos que la rubia despierta en ella. Por eso, porque quiere dejar toda su cobardía atrás, es que cubre el espacio que la separa de Brittany y la besa como siempre había querido hacerlo, sin prisas, pero con toda la pasión que siente. Sin importarle que todos sus compañeros las observen, ni que en ese momento pueda estar rompiéndole el corazón a uno de ellos. Tampoco le importa mucho que de un minuto a otro el telón desaparezca y las descubran allí.
Quiere gritarlo. Su corazón quiere gritar lo mucho que Santana López ama a esa chica.
- Te amo, Brittany - susurra cuando se separa unos centímetros de la rubia, y puede jurar que la ve sonreír.
A lo lejos escucha la voz de Sam y poco después la de Quinn, están a mitad de su entrada, falta poco para poder llegar a sus puestos designados y estar listos.
- ¡Santana, prepárate!
La latina abre los ojos, escapando por fin de esa fantasía. Rachel la observa extrañada y le hace señas para que se posicione. Santana suspira - “solo una fantasía”. Dirige su mirada hacia donde se encuentra Brittany, quien le hace ojitos a Artie.
Sus compañeros comienzan a cantar, ella fija su vista en el rojo telón e intenta no pensar en nada mas, dejarse llevar por la música y olvidar por un momento cuan jodida esta su vida. Intenta guardar en lo más hondo de su mente las imágenes, el dolor en sus rodillas y espalda debido al peso de las demás cheerios, como Quinn ostenta el puesto de Head Cheerleader, un puesto que era de ella y que lo perdió… igual como perdió a Brittany. Todo por sus malditas inseguridades.
Las estrofas de Time of My Life salen de su boca, autómatas, la sonrisa falsa también está ahí. Con una última mirada a Brittany, se entrega a la presentación.
Su consciencia, impertérrita, no se compadece de su dolor.
“Santana López, eres una cobarde.”