Sueño 25
25. El tipo de amante soy yo
Los hago llorar. Cuando me di cuenta que estaban en la casa, me sentí ansiosa. ¿De verdad? ¿Me ... hayan seguido a la casa?
Yo sabía que era mi problema, que estaban allí. Algunas personas lo requiriera en escrito para comprender que no estuvieran queridos. Siempre eso me molestaba. ¿Por qué no es suficiente que faltaban atención y cariño? ¿No fue obvio bastante?
Pero como yo podría culparlos cuando no les hubiera dado nada para entender la situación. Si yo fuera ellos, creería solo el resultado mejor también.
Entonces, estábamos allí y yo sabía que fue el tiempo para romper todo. Para sincerarme a ellos. Para ser valiente.
Pero el momento que miré a sus caras, me di cuenta que no pudiera hacerlo. Me levanté y deje.
Todo lo que podía pensar fue que hayan invadido mi casa y que haya perdido un espacio de consuelo. En la miad del camino, lo llamaron mi móvil. Estaban llorando. Mi rencor solo creció mas grande.
-Dinos, por favor! me pidieron, -Y nos exime de nuestra miseria-
Me senti un nudo en la garganta.
-De verdad ya rompí vos corazones? les pregunté. -Vale, vamos a hacerlo valido de la pena.-
Los hago llorar. Cuando me di cuenta que estaban en la casa, me sentí ansiosa. ¿De verdad? ¿Me ... hayan seguido a la casa?
Yo sabía que era mi problema, que estaban allí. Algunas personas lo requiriera en escrito para comprender que no estuvieran queridos. Siempre eso me molestaba. ¿Por qué no es suficiente que faltaban atención y cariño? ¿No fue obvio bastante?
Pero como yo podría culparlos cuando no les hubiera dado nada para entender la situación. Si yo fuera ellos, creería solo el resultado mejor también.
Entonces, estábamos allí y yo sabía que fue el tiempo para romper todo. Para sincerarme a ellos. Para ser valiente.
Pero el momento que miré a sus caras, me di cuenta que no pudiera hacerlo. Me levanté y deje.
Todo lo que podía pensar fue que hayan invadido mi casa y que haya perdido un espacio de consuelo. En la miad del camino, lo llamaron mi móvil. Estaban llorando. Mi rencor solo creció mas grande.
-Dinos, por favor! me pidieron, -Y nos exime de nuestra miseria-
Me senti un nudo en la garganta.
-De verdad ya rompí vos corazones? les pregunté. -Vale, vamos a hacerlo valido de la pena.-