Sentaba en la calle cuando oí un alboroto ruidoso de un almacén grande detrás de mí. Miré entre los listones en la puerta de acero y ví a un hombre y una mujer apuntando las pistolas a sus empleados temblando. Las parejas no parecían les estaban haciendo daño, solo asustarlos. Pero, ¿qué es miedo intenso si no un experto de infligir un herido lo que no podemos ver?
El hombre y la mujer se estaban tambaleando como si sus cuerpos no pudieran contener sus propias locuras. Lentamente, huyeron a través de la puerta de acero - al otro lado, sin verme - y salieron rápidamente y con poca fluidez por el coche. Mientras tanto, dentro del almacén, sus empleados empezaron a contar monedas, dejaron caer ellos en una secuencia como código Morse. Recuerdo de que pensaba a mi mismo, si solo supiera como leerlo, podría ayudarlos.