Porque siempre hay una primera vez para todo(s)
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COMPLETO
SERIE SUPERNATURAL
Nada ni ningún personaje me pertenece. Tomados prestados de sus propietarios CW y compañía
La rutina siempre era la misma, John encontraba un caso a través de las noticias o por meros comentarios que circulaban en el bar, hacía unas comprobaciones y si lo consideraba como tal partían de inmediato hacía ese destino. Nunca preguntaba a sus hijos si al día siguiente existía alguna excursión a la que les hubiera gustado ir, si dejaban algún amigo, que nota habían sacado en un examen o si deseaban hacerlo.
Esta situación nunca era bien tomada por Sam, cada vez que éste le ordenaba armar el bolso porque en pocas horas volvían a poner camino hacía otro estado. Pero ahora el pequeño Winchester ya próximo a la adolescencia, dejaba salir todas y cada una de las cosas que se le pasaban por la cabeza. No quería irse, y ya no era por ninguna amistad ni asunto escolar, simplemente no quería irse y punto. A su entender no era difícil de comprender.
Cosa muy diferente era Dean, él simplemente asentía y de inmediato juntaba todas y cada una de las armas que a su llegada había guardado en la habitación las volvía a guardar en los compartimientos secretos que John tenía. Guardaba silencio e imploraba con la mirada a Sam para que copiara su ejemplo.
Sabía muy bien cuanto odiaba Sam esto de moverse de un lugar a otro. Pero no había otra forma de subsistir haciendo lo que ellos hacían, que en cuanto llamen mucho la atención deben moverse, que no pueden tener una residencia fija, que tienen que ir allí donde verdaderamente le necesiten. Muchas veces habían hablado de eso, pero los caprichos del menor no menguaban en absoluto. Era tan testarudo como su padre, aunque ninguno lo quisiera reconocer.
Se irían de madrugada así que John insto a sus hijos a que durmieran un rato antes de salir. Dean espero el tiempo suficiente y al escuchar la respiración lenta y pausada de Sam, señal de su profundo sueño se levanto yendo hacía el porche donde John escribía en una vieja agenda datos de su última cacería y alguna imagen que se le asemeje al bicho en cuestión, para futuros reconocimientos.
- Pa… dijo con la voz ronca Dean. Quería decirte que Sam en verdad no piensa ninguna de las cosas que te dijo allá adentro, es sólo que está en la edad en la que todo le molesta más de la cuenta.
Dean permanece tieso, vigilante, al acecho como fue instruido. Pese a llamarlo “pa” su tono era el que utilizaba para informarle de su estado, si había sufrido heridas de gravedad.
John dejó de escribir y girándose le extendió la mano para que se acercara. Quería que la charla que estaba a punto de darse, se produzca entre padre e hijo y no entre general y soldado. Lo guió hasta el asiento vacío que se encontraba a su lado y comenzó diciendo
- Lo sé Dean, sé que así fue. Y quiero que lo sepas, que aunque nunca les pregunte a ustedes como les fue durante el día, como llevan los cursos, cómo les fue en la excursión, si les gusta la escuela a la que los anote, si pudieron adaptarse, si les gustaría otro lugar donde pasar la noche, y un sinfín de cosas de las que nunca hablamos porque me centro más en cazar que en saber que piensan ustedes sobre como los arrastro por todo el país. Pese a que lo intenté, no puedo… los veo a ambos y se me quiebra la voz, y no puedo más que ladrarles órdenes. Veo a vuestra madre en cada uno de vuestros gestos, comportamientos, sonrisas… y Sam, tiene la misma objetividad y fuerza espiritual que ella.
Los amo y daría lo que fuera porque ustedes nunca se hayan visto envueltos en esto, pero la primera vez que me tope con este mundo ustedes aún eran muy pequeños… me fui sumergiendo sin darme cuenta y aleccionándote casi sin ver que te estaba quitando tu esencia, eras muy pequeño, apenas te hacías cargo de ti pero no dudaste en tomar bajo tu cuidado a Sam, me hacías las cosas más fáciles y no dude en continuar la búsqueda. Eras el adulto entre los tres.
Se que te escucha y eres el único al que acepta oír, estoy de acuerdo con eso. Me lo merezco. Pero con todo lo que vivimos hasta ahora ya no puedo volver atrás, ojalá algún día puedan comprenderlo y perdonarme.
- A ti también te escucha aunque te demuestre lo contrario, no sabes la de veces que pregunta por ti cuando te ausentas varios días por algún caso. Lo preocupado que se pone cuando no llamas. Y aunque no lo veas, siempre está esperando a que acabe de curar tus heridas para saber tu estado. Te ama como ni siquiera imaginas, es el miedo de perderte el que le hace hablar. El terror a que en algún momento no puedas regresar y no saber porque ni por donde empezar a buscarte… a quedarnos sin ti.
En esta última oración Dean se animo a decirle lo que siempre aducía que Sam sentía, pero que su oyente sabía.
Las miradas de ambos brillaban tratando de evitar quebrarse. Nunca antes se habían dejado caer en tamaña exposición. Y esperaban no tener que repetirlo.
Mudamente se dijeron que no olvidarían lo conversado, pero debían seguir y no había tiempo para más reflexiones sentimentales.
- Ve a dormir que en pocas horas partimos, fue lo que pronuncio el Winchester mayor, dando por finalizado el encuentro.
Con estas últimas palabras, la primera y única vez en la que Dean pudo conversar con su padre de lo que como niños habían pasado, se despidieron para tener un breve sueño y volver a la carretera ni bien despunte el sol.