*Redoble de tambores*
Ya terminé!!
aykasha_peke me pidió un Tom/Harry, bien hawtie y de final feliz. Ahora, yo lo escribí... sí... ajá... no se qué tal quedó en el departamento de hawtiness y la felicidad.... xD Pero weno... creo que tiene parámetros aceptables (Y la madre... ajá XD)... *tose* Nevermind...
Entonces, les presento a mi bebé que se gestó en clases de Administración, Recursos Humanos, Mercadotecnia, Historia Universal, Ciencias de la Comunicación, Inglés y Antropología Social. Emmm... si bueno, en todas mis clases XD menos Etimologías Grecolatinas... que esas son muy absorbentes... :P
En fin.
Se llama Nuestra Señora de las Aflicciones, porque escucho demasiado My Chemical Romance y Our Lady of Sorrows me sonó bastante descriptiva; además de que no tengo creatividad para los títulos. De cualquier manera, se recomienda escuchar la canción antes o mientras se lee el fic. Hell, simplemente se recomienda escuchar la canción, porque es genialísima.
Y una pequeña advertencia: No está beteado. Porque yo lo valgo.
Nuestra Señora de las Aflicciones
“Podríamos ser perfectos una última noche.
Y morir como amantes condenados cuando peleamos”
“7”
Un grito resuena en el silencio de la noche, perturbando la paz que hasta ese momento reinaba; segundos después unos labios, ansiosos, se apresuran a recoger el trémulo alarido que amenaza con convertirse en eco. En el cielo brilla la luna llena, a media luz se vislumbran planos y cóncavos en pieles similarmente pálidas, como burla a la parodia de un encuentro que se debate entre las sábanas del usualmente inmaculado lecho.
Puede sentir su mirada sobre él y por eso voltea la cara, esperando esconder sus ojos, verde en penumbras contra la intensidad azul glacial (predatoria, implacable) de los de él. En ese momento desearía no pensar, o haber pensado antes, resistir.
O no existir.
- Ch, cht-sisea el más alto, deslizando los labios hasta llegar a la clavícula y morder la conjunción entre cuello y hombro. El otro gime y se aferra con uñas como garras al pálido cuerpo encima suyo, sin estar muy seguro si desea dañar o alentar. Pero es en la última embestida, donde al fin azul y verde se encuentran (Y por Maab que eso sí es aterrador) en un mudo grito, cuando sabe con certeza que está perdido.
“6”
Nada les hubiera podido preparar para la realidad en el campo de batalla. Habían recibido algo de entrenamiento y habían incluso enfrentado infinidad de abominaciones en su búsqueda por los Horcruxes, pero nada les resultaba tan impresionante como el olor ácido y a carne quemada que permeaba un campo de batalla en una noche sin luna.
El trío, sobrecogido por la ferocidad de la pelea, no puede cuidarse las espaldas por mucho tiempo y se separa. Es Harry, con su innato talento para realizar lo imposible, quien acaba frente a frente con Voldemort.
Los Horcruxes destruidos (Hermione había sido lo suficientemente lista como para acabar con Nagini antes de que esta atacase a Ron), lo que sigue en uno de los brillantes planes del pelinegro es matar a Voldemort.
“Ahora es mortal” se repite una y otra vez en su cabeza, obligando a su corazón a dejar de latir tan rápido y a su varita a disparar las maldiciones adecuadas “Puedes hacerlo”
Y Harry lo hace, realmente que lo hace. Ignora estoicamente las burlas, los detalles sobre la noche en que murieron sus padres, sobre la muerte de Cedric, sobre Sirius… ignora todas y cada una de las palabras que salen de la boca de Voldemort.
Por eso no escucha la advertencia emitida en ellas y conjura el Avada Kedavra al mismo tiempo que Voldemort lanza una maldición. Los rayos colisionan y crean una ola de impacto tan fuerte que derriba a todos en varios metros a la redonda.
Lo último que Harry ve antes de perder el conocimiento son los ojos rojos del ser que más aflicciones le ha causado en la vida… (Maab, no se supone que esto pase).
Y entonces desea no volver a abrirlos nunca.
“5”
Lo primero que Voldemort hace cuando recobra el conocimiento es maldecir en parsel al maldito mocoso que siempre le estorba en todo; entonces se incorpora sólo para encontrar que todas las demás personas en el lugar están inconscientes. El mocoso Potter incluido.
No siendo una persona que desperdicie las oportunidades (No siento una persona, realmente. Y punto), levanta su varita dispuesto a acabar con el drama de una vez por todas. Pero, para su sorpresa, algo lo detiene.
Su mano luce diferente.
Y, dejando de lado el hecho de que le duele todo, algo en él se siente diferente también. Sin pensar mucho (En serio, eso era una muy mala costumbre que poseían todos los grandes líderes), toma al chico en sus brazos y desaparece del lugar.
En su Cuartel General, casi se desmaya con todo y Harry Potter en brazos al verse frente al espejo. Tom Riddle le devuelve la mirada sorprendido desde el fondo del vidrio.
Jamás se hubiese imaginado que el mocoso frente a él supiera de su seguro para la inmortalidad, mucho menos que lo hubiera deshecho; regresándolo a la edad que tenía cuando su alma estuvo completa por última vez.
Tom Riddle, entonces, vuelve a maldecir a Harry Potter en parsel.
“4”
Cuando Harry despierta, está tirado en el piso de algún lugar. Es de noche y la luna nueva no le ayuda a descubrir muchos detalles de dónde se encuentra.
Entonces, para su sorpresa, alguien enciende una lámpara. Y, para mayor susto, ese alguien es Tom Riddle… el Tom Riddle de los recuerdos del profesor Dumbledore.
No puede evitar soltar una exclamación y el hombre (¿Criatura?) sonríe de medio lado.
- Supongo que éste no era tu propósito cuando destruiste mis Horcruxes, ¿Ah? -Riddle luce siniestro. La luz de la lámpara proyecta sombras sobre su apuesto rostro y parece alguna clase de demonio; aunque no el temible Lord Voldemort. Se ve demasiado joven… demasiado apuesto (Solía tener mucho carisma, ¿No?...)
Harry sacude la cabeza, tratando de evitar el desvío de sus pensamientos, pero Tom lo toma como respuesta a su pregunta y frunce el ceño.
- Me parece que es hora de acabar con esto de una vez por todas, Harry-y dice su nombre como si fuera un insulto.
Harry automáticamente se echa para atrás, pero es demasiado tarde. Riddle (No, Voldemort) lo ha jalado por el cuello al mismo tiempo que él trataba de zafarse y, como resultado, han ido a parar los dos al piso.
Potter, automáticamente incómodo por la cercanía, se revuelve desesperadamente para alejarse. Y Riddle es un experto en oler el miedo.
- Hmmm-murmura- ¿Qué tenemos aquí? -y se acerca más a Harry, quien en su desesperación ha soltado un par de lagrimillas.
Tom sonríe ferozmente y le gira la cara al chico sin ápice de gentileza.
- Déjame-sisea Harry en parsel, sin darse cuenta. Y Tom sólo sonríe más pronunciadamente, con algo parecido a la locura brillando en sus ojos.
- Mmmm… ¿Y si no quiero?-ladea la cabeza, recitando en voz baja una maldición que sabe evitará que el chico hable otra cosa que parsel hasta que él mismo retire el encantamiento.
- ¡Que me sueltes! -chilla Harry entonces. Y Tom lo jala bruscamente para reclamar sus labios; demandante, brusco, impaciente, doloroso… el beso no es como ninguno que jamás hubiese tenido.
Inmediatamente sus puños vuelan, tratando de infligir el mayor daño posible. Pero es demasiado tarde.
Ese algo como locura que brilla en los ojos de Tom se ha acentuado.
“3”
En el cielo, la luna brilla en cuarto creciente. En la tierra, Harry intenta abrirse las venas.
Pero Harry Potter nunca muere, ni aunque lo intente. En esa ocasión Tom lo encuentra y le hace azotar hasta que jura con magia no volver a intentarlo.
La verdad es que Harry ya no entiende nada. Odia la muerte, pero desea morir; lucha por la justicia, pero ya no entiende dónde se encuentra ésta. A veces se dice a si mismo que Tom (Ya no es Voldemort) sólo intenta hacer lo que cree que es lo más correcto.
Pero entonces recuerda a Hermione y a Dumbledore y a Ron y a todo por lo cual ellos luchan. Sirius jamás lo hubiera perdonado.
Así que Harry no perdona. Y lucha, se rebela con todas sus fuerzas hasta que Tom pierde la paciencia y lo muele a golpes.
Incluso entonces no se entrega. Pero deja de luchar, aunque sea por ese momento.
Tom no podría estar más encantado aunque quisiera.
“2”
Harry mira al cielo, donde la luna en cuarto menguante marca el inicio del fin, y se pregunta tantas cosas que no haya por dónde empezar.
Y entonces llega Tom, lo mira con alguna emoción que Harry no puede entender realmente (porque, en serio… nunca nadie lo había mirado antes así y el no es el mejor juez de las emociones humanas y sonríe misteriosamente.
Harry se abraza a sí mismo, entendiendo que su tiempo se ha terminado.
- Todavía tienes opción, Harry, puedes decidir… ellos o yo-y el ojiazul lo mira con indiferencia pero a Harry se le antoja preocupado.
¿Y desde cuándo podía leer él las emociones en ese témpano humano que era Tom Riddle?
Es entonces cuando se da cuenta de que su decisión ya está hecha. Se permite derramar algunas lágrimas por lo que debió haber sido, toma aire y recarga su cabeza contra el hombro de Tom.
No puede verle la cara a Riddle, pero él sonríe. Harry sólo aprieta los puños.
¿Y de ahí a dónde?
“1”
La siguiente luna nueva sólo trae más oscuridad a la vida de Hermione. Había perdido a su amor y a su hermano el mismo día, hacía un mes ya.
Y ahora se encontraba rodeada por la carnicería de la batalla, observando impotente cómo su familia era acribillada por los mortífagos. ¿Qué habían hecho ellos para merecer eso?
Jamás había pedido nacer con magia.
Pero todo era culpa de Voldemort. Siempre era así; un hombre con delirio de grandeza idearía alguna creencia absurda que denigrara a los de su propia condición, negaría la cuna en que nació y acabaría con todos los que se levantaran en su contra.
Voldemort, su nuevo yo o lo que fuera que pretendiera con esa apariencia, se encontraba casi frente a ella. Y sin pensarlo dos veces, Hermione se lanza contra aquel monstruo; algo en ella sabía que no era muy buena idea, pero el resto de su persona se encontraba demasiado ido como para darse cuenta.
Tom detiene fácilmente a la chica, siendo ese su primer movimiento en toda la noche. Su magia se concentra alrededor de él en un espectáculo que está completamente diseñado para detener a las masas. Y eso es justo lo que hace.
Toda la batalla se paraliza para ver lo que suponen será un horrible asesinato. Los mortífagos con anticipación gozosa y los demás con estupefacto horror (“Por Merlín, Hermione no” susurra alguien), observan al Señor Tenebroso levantar su varita y pronunciar una maldición.
Pero justo en el último momento una mano se posa grácilmente en la muñeca de Voldemort y éste detiene sus movimientos. La mano pertenece a un encapuchado que se para junto al Lord. Voldemort sonríe, para sorpresa de todos, suelta a la chica y se gira hacia el encapuchado. Con toques reverentes (Los mortífagos no caben en sí del asombro) retira la capucha y alguien en el público suelta un gritito.
Junto al Lord se para Harry Potter.
Tom se inclina y lo besa cariñosamente. Hermione comienza a llorar. Tom sonríe.
Harry sabe entonces, a ciencia cierta, que debe pronunciarse claramente; así que toma la varita de Tom (hermana a la suya, iguales en todo. No cree realmente que la gente entienda la significancia del gesto).
- Avada Kedavra-dice, con voz clara y firme.
Hermione se desploma en el suelo, sin vida.
Y Harry, abrazado por Tom, a pesar de estar llorando silenciosamente lo único que desea es no desear que Tom entiendese que no tenía que ser de esa manera. Que tomara su jodida mano y lo hiciera dejar de estar asustado.
Que entendiera lo equivocado que estaba al pensar que la inmortalidad significaba no morir.