La frase del título no es mía: lo dijo una mujer en el debate que se hizo en mi curso de preparación para el matrimonio. No pude evitar contestarle:
"Pero eso es fácil. A mí me han enseñado desde pequeña que debo ser feliz, sin hacer daño a los demás y sin permitir que los demás me hagan daño". Ella no parecía muy de acuerdo.
"Pero, ¿cómo haces eso? Eso es muy relativo, ¿dónde está la línea? ¿Dónde está la diferencia?"
¿A qué huelen las nubes? Ay, cómo odio el relativismo. Mucho enseñar a la gente a cuestionárselo todo, y poco a sacar conclusiones.
No pude reponder con todo lo que me gustaría, pero sí le dije que yo veía muy clara la diferencia, y muy fácil el ser buena persona sin ser necesariamente imbécil o madera de felpudo.
A ver... En el mundo hay cabrones. Yo siempre he pensado que los buenos son mayoría. No sé, quizás los atraigo. Pero una cosa tengo clara: que los demás sean cabrones no es excusa para que yo lo sea. Eso sí: que los demás sean cabrones contigo, es una perfecta excusa para ser cabrón con ellos.
He escrito varias veces que soy agnóstica porque no me puedo creer nada de lo que no tenga pruebas. Pero uno de los motivos por los que no acepto al 100% la moral cristiana (y me falta lo justo, porque en general la veo bastante útil) es el siguiente: si me das una bofetada, procura que yo no tenga posibilidad de arrancarte el brazo. Si antes de que me arrees, te puedo parar la mano, lo intentaré. Hasta intentaré pararte la mano sin hacerte daño. Pero el que se espere que ponga la otra mejilla, está muy equivocado. Y conste que no es por odio, ni por deseos de venganza. Es que me he parado a pensarlo muchas, muchas veces, y he llegado a la firme conclusión de que el mundo no es un lugar mejor porque los buenos dejemos a los cabrones campar a sus anchas. Hay dos leyes que he comprobado son infalibles:
El bien se difunde por sí mismo... pero va más lento que el caballo del malo.
El mal siembra la semilla de su propia destrucción... pero más lento que el caballo del malo.
La justicia divina (o poética, o el karma, o el principio de causa efecto, como lo prefiráis llamar) es lenta pero inexorable. Sofi piensa que hay cabrones que se las apañan para escaparse. Eso no es del todo cierto: más tarde o más temprano, a todos los cerdos les llega su San Martín. No he conocido a ningún bastardo que no haya acabado sufriendo en sus carnes por su bastardía.
Por desgracia, suele ocurrir más tarde que temprano. Y por eso, gente buena, con conciencia, como Sofi u Osi-san, se deprime, hasta el punto de que Sofi dice que:
Creo que la conciencia no sirve para nada, solo es un impedimento para hacer algo que tu quieres y que te lleva a no hacerlo porque bajo el criterio de alguien eso estaba mal y así te lo inculcó, ¿y esa persona tenía razón? no discrepo de la educación que me han dado, pero dudo tanto de ella que hubiera preferido que me educaran sin conciencia.
Esto es un problema de estado de conciencia bajo. Sofi está triste y frustrada porque ve que en el mundo, no todos los justos medran (aparentemente), y no todos los cabrones sufren (aparentemente). O si lo hacen, ya es demasiado tarde.
El problema es la corrupción del concepto de conciencia. Sofi piensa que si no tuviera conciencia sería más feliz, porque los que te putean se salen con la suya. Vamos a diseccionar el post de Sofi, porque no deja de tener su parte de razón... El problema es que se le escapan un par de detalles que son muy importantes. Veamos:
Me gusta tu post. Es bonito pensar que toda la gente podría ser así. Pero no es por ser pesimista, no creo en él.
O sea, de base estamos de acuerdo en que es mejor que todo el mundo se porte bien con los demás, o cuando menos, que no putee al resto. La teoría es buena, entonces. Pero ella no cree que las cosas sean así. O sea, que la teoría le gusta, pero en la práctica no lo ve.
Sofi dixit: Hoy en dia mucha gente pasa de mucha gente, y moral y ética son cosas que desaparecen no solo de las personas del gobierno, si no de la mayoría de personas de a pie.
La sociedad está en decadencia, en su generalidad, no sólo en sus gobernantes. De ahí el hastío de espíritu de Sofi. Perfectamente de acuerdo.
Si bien hay muchas personas buenas aún, realmente creo que el número de personas dispuestas a putearte es mayor.
¿Y por qué es eso así? O más importante aún... ¿qué podemos hacer para remediarlo?
Primera regla: júntate con las buenas personas y sé buena con ellas.
Segunda regla: Con la gente que es "correcta" a secas, ni buena ni mala, tú "correcta" a secas, ni buena ni mala, aunque si tienes un día bueno puedes ayudar. A lo mejor empujas a esa persona al mismo camino que tienes tú.
Por lo que incluso pasándote la vida sin joder y ayudando puede haber gente que venga a putearte, ya sea porque no le gusta tu cara, tu personalidad o porque va hasta arriba de coca. Y el hecho de ser un cabronazo no siempre quiere decir que venga un tercero a putearte por lo que has hecho, hay gente que se lo monta bien y no le pasa.
Son pocos. Toda esa gente que hace putadas suele vivir vidas de mierda, aunque tenga dinero. Y sé, porque lo he visto tras largos años de experiencia, que acaban pasándolo mal.
Eso sí: me jode bastante el tema de que pasen largos años hasta que caigan. Si el bien se difunde por sí mismo, habrá que ponerle un motor de Ferrari para que vaya a toda ostia. Si el mal siembra la semilla de su propia destrucción, habrá que regar y abonar esa semilla... O patear el mal cuando lo veas. El problema de la gente con conciencia, es que se les hace creer que ser PASIVO es ser buena persona. Que dejar a los cabrones hacer sus santa voluntad es bueno y hermoso. Una cosa es que yo entienda que un desgraciado drogadicto está fatal de la cabeza, y por eso se pone violento. Pero si me ataca, se va a comer un esprayazo de defensa personal marca skram que va a ir al suelo ciego, con los pulmones ardiendo, la piel picando y rabiando de dolor durante veinte minutos.
E igual le perdono. De hecho, si no llega a sacudirme, más fácil me será no odiarle. Y si me como una denuncia por el uso del spray, mala suerte. Recurriré hasta el supremo y hasta donde haga falta. Pero si vienen a atacarme, que no esperen cazarme como a un conejo.
Tercera regla: Cuando te den una bofetada, como mínimo, le paras el brazo al que lo intenta sin violencia. Y si no puedes, arráncaselo.
El problema que tiene Sofi es que está en el estado de conciencia del cabreo. Por eso se puso así de contenta cuando aquella mujer quemó al violador de su hija. Sofi cree que el mundo es injusto y los cabrones campan a sus anchas, y que quizás sería mejor ser un cabrón.
Ante la duda, lo mejor es ser un cabrón sólo contra otros cabrones.
Sabéis que me caso en tres semanas, ¿verdad? Pues dos de las cosas que más me gustan de mi novio son su carácter vengativo y su capacidad de perdón.
Sí, habéis leído bien.
A su familia y sus amigos cercanos, mi novio les perdona los fallos, y las vagancias, y los errores con facilidad. También porque su familia y amigos cercanos nunca le hacemos daño a posta, sino como resultado de malentendidos, olvidos, errores, a veces pocas ganas de trabajar (ejem)...
A cualquier otra persona que le haga una putada, y se la haga a posta sin pedir disculpas, mi novio intentará devolvérsela. Y no tanto por gusto, sino porque tiene la firme convicción de que cuanto antes le pares los pies a los bastardos, antes aprenderán a no ir por el mundo avasallando a la gente buena.
Las malas personas se creen muy listas. Se creen que porque los buenos son buenos, van a tragar con cualquier cosa. Por eso, los que queremos ser buenas personas, debemos hacer todo lo posible por hacerles ver que no es tan simple ir de cabrón por la vida. Que esas actitudes tienen consecuencias. Y lo triste, o lo bueno del caso, es que quieras que no, cuando a uno de los abusones les paras los pies, se suaviza en su actitud bruta. Aunque sea sólo un poco.
Pero esto, claro está, es más fácil decirlo que hacerlo.
Ante la duda, cuando no sabes qué hacer, lo primero y principal es la "cara de perro". Muchos listillos te hacen la puñeta y luego te saludan como si nada, con una sonrisa de oreja a oreja. Lo primero que se hace contra ellos es negarles el saludo y ponerles mala cara. ¿Parece una tontería? Os aseguro que a la gente le molesta, y mucho.
Una cosa tengo clara: debemos hacer todo lo posible por que a los malvados no les salga rentable su maldad. Yo me alegro de ser buena persona, porque así conozco a más buenas personas, que son las mejores para que le acompañen a uno en la vida. Pero ser buena persona no implica aguantarle las maldades a los demás. Si yo creyera que mi perdón va a hacer mejores a los malos, sería definitivamente cristiana. Pero como creo que es mejor pararles los pies cuanto antes, no lo soy.
El bien se difunde por sí mismo, pero no estaría de más ponerle el motor de un tren bala japonés. El mal siembra la semilla de su propia destrucción, pero yo estoy porque abonemos, reguemos y cuidemos esa semilla, hasta que podamos ver al mal caerse de morros delante de nuestras narices.
Yo no creo en las personas hoy en dia, creo que la gente que se comporta un poco bien es porque le han educado de una forma que le hace tener conciencia de lo bueno y lo malo que hace, y cada dia em cuestiono más si esa forma de educar es la correcta. Quiero decir, si a mi me hubieran educado de forma de que no me sintiera mal haciéndole daño a alguien sería más feliz, porque actualmente si hago algo malo me siento mal, y si no lo hago me siento bein pero me quedo con las ganas.
Si el problema es la decadencia de la sociedad, te doy la razón. La sociedad ahora mismo es amoral. Y es que los líderes, modelos, empresarios y políticos no predican con el ejemplo, precisamente. Más bien hacen todo eso que dices: putadas una tras otra, y parecen salirse con la suya. Por ese motivo, la gente está desencantada, y acaba pensando, ¿de qué me sirve ser buena persona?
¿Es correcta la forma de educar a la gente, para que tenga conciencia? Depende. Si por buena persona entendemos "madera de colleja", eso no es correcto. Si por buena persona entendemos a la que es lo bastante fuerte para ser bondadosa, y lo bastante fuerte para saber defenderse de los cabrones, y putearles cuando puede, eso sí es educar bien a una persona.
La pregunta ahora es, la misma que hace Sofi:
Así que cada dia me pregunto más... ¿que está bien y que está mal? ¿quien lo dice?
Una frase hecha dice: "Dame señor, fuerzas para cambiar lo que puedo, paciencia para soportar lo que no puedo, y sabiduría para distinguir entre las dos".
El sentido común y la lógica nos dicen lo que es correcto. Si por un insulto le partes la cara a alguien, esa respuesta es exagerada, porque has respondido con violencia a un ataque que no era violento. Si por un intento de violación mandas al que lo intentó al hospital, o incluso lo matas, esa respuesta es correcta, porque en defensa contra ataques violentos, es lícito usar la violencia hasta que te escapes. No te preocupes, si miras el problema con atención y lo resuelves con lógica, darás con lo que es correcto.
Sé que es bajo mi propio criterio, pero bajo el criterio de un cabrón algo que yo pienso que está mal para él no lo está, ¿y tengo razón yo?.
Lo que piense cada uno es irrelevante: la lógica y los fríos datos permiten un cálculo ético que diga lo que está bien y lo que está mal. Hacer daño a los demás sin ataque previo, para conseguir un beneficio (económico, lúdico -hay gente que sacude para divertirse, triste pero cierto-), está mal. Es un comportamiento dañino sin motivo alguno.
Creo que la conciencia no sirve para nada, solo es un impedimento para hacer algo que tu quieres y que te lleva a no hacerlo porque bajo el criterio de alguien eso estaba mal y así te lo inculcó, ¿y esa persona tenía razón? no discrepo de la educación que me han dado, pero dudo tanto de ella que hubiera preferido que me educaran sin conciencia.
La conciencia está mal si te hace sentir culpable y avergonzado, porque la vergüenza y la culpa son los dos estados espirituales más bajos que existen. Son muy dañinos. Para mí, la ética no es lo que digan los demás ni lo que me hayan inculcado, sino un sistema de valores sobre el que llevo años investigando. Para mí, la ética es el sistema que permite que todos vivamos lo mejor posible, colaborando los unos con los otros.
Tú dices que preferirías no tener conciencia. Pero, ¿crees que gente como Yatoshi, Osi-san, Joe, Mika, o todos los buenos amigos que tienes, te soportarían si no tuvieras conciencia? Sé que a veces parece que algunos cabrones llegan lejos, y cada vez más en una sociedad decadente, pero, ¿de verdad querrías aguantar el tener que estar rodeada de cabrones las 24 horas del día? Por ejemplo, Carlos Menem, "político" argentino que ganó "bastante" dinero a base de... bueno, a base de vender su país y a su gente. A ti te parecerá que tuvo un grandísimo éxito en la vida, porque tiene mucho dinero. Pero los mismos sicarios que le hicieron parte del trabajo mataron a su propio hijo. Si hacerle la puñeta a millones de personas y perder a un hijo te compensa por tener mucho dinero, ya sabes lo que tienes que hacer: métete en un partido político de los dos grandes, y trata de trepar. Ahora con las listas éstas del 50%, acabarás consiguiendo algo, seguro. Si eso es lo que quieres, ¿por qué no lo intentas? Si no haces nada ilegal, puedes poner los pies en el lado oscuro, a ver qué tal están las cosas allí.
En cualquier caso, para mí las normas de la vida siguen siendo las mismas:
Sé feliz.
No hagas daño a los demás.
No permitas que los demás te hagan daño.
Y si la sociedad es decadente y está llena de gente que busca hacer daño, tal vez en buena parte sea porque a los buenos no nos entrenan a pararle los pies a los malvados desde pequeñitos. Eso debe cambiar. O detenemos el mal de raíz, o acaba viniendo a nuestra casa. Podemos escoger el camino del malo, porque "si todo el mundo es un cabrón a ver por qué yo no", o el del bueno que se dedica a luchar contra el malvado. Yo ya he escogido mi postura. No digo que sea la mejor... Pero a mí siempre es la que me ha dado mejor resultado. No obstante, cada uno debe escoger su camino libremente. Y ya me contaréis cómo os va ;-)