Dave/Sebastian

Dec 21, 2011 17:29

Ojalá resulte algo bueno.

· Pareja: Dave/Sebastian, = masterlists

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miaka_zuster March 3 2012, 05:49:42 UTC
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Dave disfruta de la suave caricia, que es casi como un arrullo. La tensión que tenía acumulada poco a poco se va disipando. Sabe que tiene razón, si Kurt le tuviera miedo no le hubiese perdonado, pero cuando Sebastian admite que no le gusta Kurt para nada, no puede evitar reír, la frase sale como un bufido, como cuando un gato se eriza molesto. Entonces gira el rostro para depositar un beso en el espacio, entre el ángulo de la mandíbula y la oreja. Un ligero golpe con la punta de su nariz y su suspirar profundo, Dave nunca pensó que estaría de esa forma con alguien.

Se siente tan feliz, tan a gusto que no tiene nada de ganas de moverse, aún cuando su pierna empieza a doler.

Un beso más, Dave no puede deternerse, aun con el miedo de ser él ahora el rechazado, con torpeza al principio por los nervios y por la posición, imita los toques, los besos y las suaves mordidas que Sebastian le dio aquella mañana. Ese breve momento que ha alimentado muchas de sus fantasías en las últimas semanas. El sentir el breve estremecimiento de Sebastian lo arma de valor para continuar. Quiere ir más allá, pero de la forma en la que están no logra mucho, hasta que gira ligeramente su torso, que importa si se lastima la espalda, justo ahora puede importarle menos, cuando tiene acceso directo a la boca de Sebastian.

Y el beso se siente diferente, hay dulzura sí, pero también hay algo que hace que la piel de Dave vibre, alimentado el deseo de querer más, de no tener suficiente.

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naryakiuxen March 3 2012, 06:05:31 UTC
Besar a Dave es algo que, aparentemente, no se le va a olvidar nunca, decide Sebastian en cuanto siente los labios de Dave sobre los suyos.

Ya de por sí un escalofrío había corrido por su espalda cuando Dave le había besado el cuello, dando suaves mordidas que sólo hacían imposible controlarse y no girar su cabeza para buscar un beso, pues no quería hacer que Dave pensar que estaba apurando esto, pero entonces el chico se había girado entre sus brazos y la combinación de esos besos que eran tan dulces y tan anhelados, más el peso de Dave sobre su cuerpo, hacen que Sebastian se relaje lo suficiente como para poder besar de vuelta.

En un principio el beso se mantiene tal cual había empezado, dulce, cariñoso, como decir "te quiero" sin palabras, pero a medida que pasaban los segundos y Dave se movía buscando una posición más cómoda que no afectara su rodilla, Sebastian se daba cuenta que Dave quería un poco más que eso, que había algo en la manera en que sus labios se movían contra los suyos, en la forma en que sus manos no paraban de abrirse y cerrarse como si quisieran tocar más, que indicaba que Dave quería más que un "te quiero" si no un "te deseo", y Sebastian no podía hacer más que cumplir con ellos.

Sin pensarlo dos veces abrazó a Dave fuerte contra él y dejó que sus manos recorrieran su espalda, dedicando un momento en su mente a celebrar cada músculo que sentía bajo su camiseta.

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miaka_zuster March 3 2012, 06:41:40 UTC
***

La sensación del cuerpo fibroso de Sebastian bajo el suyo no tiene comparación con nada que haya sentido jamás, es como un ¡bum!, como… ¡mierda! No sabe ni cómo explicarlo. Su mente se siente embotada, como en un sueño donde lo único que importa es el sabor de la boca de Sebastian, el tacto de sus manos, la sensación de su cuerpo, su olor todo. Dave, acaricia con sus pulgares las mejillas de Sebastian, antes de una de sus manos baje por el cuello, sus dedos acaricien el hueso de la clavícula por encima de la camiseta, antes de colarse por buscando el contacto con la piel.

Su toque se vuelve más audaz y sus besos también, cuando su lengua obliga a la de Sebastian a someterse a él y toma posesión de la dulce boca. Deseo, es lo que siente, es lo que arde en él mientras muerde y chupa el labio superior de Sebastian, y su entrepierna desea algún roce, algo de alivio.

Dave, siente su rodilla molestar, sabe que no pueden seguir en esa posición.

“Será mejor que te siente sobre mí, así mi rodilla dejará de ser una molestia”, le dice acariciando con su pulgar los labios hinchados.

Sebastian asiente. Ahora él Dave quien se sienta recargado en la cabecera, ve como Sebastian coge una de las almohadas extras y la pone debajo de la pierna de Dave, logrando de la rodilla quede en una mejor posición. Dave le da las gracias y estirando su mano le invita a subir en él. Cuando Sebastian esta ahorcajadas, Dave recorre con sus manos ligeramente temblorosas el pecho plano de Sebastia, en un recorrido casi reverencial hasta alcanzar el anguloso rostro y atraerlo hasta él, para devorar sus labios.

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naryakiuxen March 3 2012, 15:14:01 UTC
Sebastian siente las manos en su pecho, en su rostro y las sigue, besando a Dave tanto como quiere, sin nada que lo controle. Los labios de Dave se tornan más rojos y sonríe al darse cuenta que él es la razón por la que están así. Que quizás Kurt había tenido su primer beso con un chico, pero que las demás ocasiones eran suyas y eso era lo que contaba.

No tiene idea hasta dónde quiere llegar Dave, pero la fricción entre ellos ya es un paso adelante en esa dirección que habían estado evitando. Bajo sus caderas Dave se está endureciendo cada vez más y con los minutos es imposible que Sebastian no reaccione. Mueve sus caderas sólo un poco, tentando su suerte, esperando que Dave no se acobarde ahora que le hizo sentarse encima de él, y recibe un gemido ahogado que le hace sonreír.

Mueve su boca de los labios de Dave a su cuello, mordiendo su mandíbula y dejando una marca en el lugar donde empieza a crecer su cabello. Sigue subiendo hasta que puede morder el lóbulo de su oreja y siente como la respiración de Dave empieza a volverse trabajosa, y la manera en que sus caderas se movían bajo él se hace cada vez más notoria.

"No pensé que querrías llegar tan lejos" susurra sorprendido cuando las manos de Dave sostienen sus caderas para apegarlas más a las propias "pero no estoy reclamando, ni mucho menos"

El gemido que quiebra su voz hace que los ojos de Dave se abran de par en par, y Sebastian endereza su espalda para verle más de lejos mientras mueve sus caderas contra Dave, sintiendo la fricción en todos los lugares indicados.

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miaka_zuster March 4 2012, 18:33:49 UTC

El roce entre sus cuerpos es de lo más placentero, pero también provoca en él un hambre de algo más, de sentirse piel a piel. Pero no exige más, sabe que todavía no está preparado para ello, además, no quiere hacer el ridículo y por muy tonto que se escuche, quiere que su primera vez con Sebastian sea especial.

Sus ojos no se despegan del espectáculo frente a él, de ver el rostro de Sebastian embargado en placer, con la mejillas sonrojadas, lo labios hinchados y los hermosos ojos verdes consumidos en su totalidad por la negrura del deseo. Dave está seguro que es lo más hermoso que ha visto en su vida.

“Dios, eres tan hermoso…”

La fricción sigue, sus bocas devoran los gemidos uno del otro. Dave puede sentir como el orgasmo se forma en la base de su columna, está tan cerca, que el mordisco de Sebastian en su labio inferior es suficiente para hacer que se corra.

Permanecen así, acostados con Sebastian sobre él, con el rostro enterrado en su cuello. Dave caricia con suavidad la espalda, permitiéndose disfrutar de ese momento en que están reducidos a un lio sudoroso y pegajoso.

“Te quiero…”, un susurro, que fue lo suficientemente audible. Dave siente como Sebastian se tensa, antes de luchar por salir de encima de él. “No, no voy a dejar que huyas”.

Sebastian sigue luchando, pero Dave es más fuerte y logra someterlo, pero no lo suficiente. El más alto escapa de su agarre, levantándose y alejándose de él.

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naryakiuxen March 7 2012, 21:47:41 UTC
Todo se va a la mierda con un par de palabras.

Por un momento Sebastian no puede creer el placer que siente, la manera en que Dave se libera bajo él y la forma en que su cuerpo se tensa al correrse, casi le llevan a seguir su ejemplo, pero él quiere que el momento dure un poco más, no quiere que todo se acabe así de rápido así se contiene. Se acuesta sobre Dave y apoya su rostro contra su cuello, oliendo su piel y cabello, cerrando los ojos ante las sensaciones que aún corrían por su cuerpo.

Las manos de Dave en su espalda no hacen más que mantenerle ligeramente excitado mientras él intenta calmarse.

Y de pronto Dave dice "te quiero".

Un sudor frío corre por su espalda y la necesidad de huir se hace apabullante. Necesita salir de ahí, aún cuando los brazos de Dave intenten impedirlo, aún cuando Dave lo pida. Siente los brazos apretando su cuerpo y el pánico empieza a hacer mella en su mente.

Logra zafarse y se aleja de Dave tanto como puede. Le da la espalda y apoya su rostro contra la muralla.

"Será mejor que te vayas, Dave" dice en un susurro, aunque hubiese deseado tener la voz más firme como para decir más.

"Sebastian..."

"No te puedes enamorar de mi, ¿ok? ¡No puedes quererme!" explota Sebastian, golpeando la muralla con su puño.

"Hey..."

"No, no hay excusas. No puedes quererme porque yo no soy una buena persona, yo no soy amable ni un buen tipo, yo soy un hijo de perra y no te quiero hacer daño" dice Sebastian, dándose vuelta finalmente y viendo a Dave, sentado sobre la cama con cara de no entender lo que estaba pasando. "Yo no soy un buen novio, ni siquiera estoy hecho para ser fiel. Si llegas a quererme sólo te haré daño" agrega.

"Estás siendo muy duro contigo mismo, Sebastian" intenta Dave, poniéndose de pie con ayuda de su bastón e intentando caminar hacia él. Y Sebastian quiere arrancar de nuevo, no quiere que Dave se le acerque, porque si se le acerca va a hacer una estupidez como prometer algo que sabe que jamás será capaz de cumplir.

"Dave, no más de media hora antes de que llegaras besé a Thad, en la misma cama en la que nos besamos" dice, sabiendo que eso hará que Dave entienda, que comprenda que Sebastian no le conviene y que, si bien podrían ser asombrosos amigos más que eso era sólo pedir que le rompieran el corazón. "¿Realmente querrías estar con alguien como yo?" pregunta, sin poder evitarlo.

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miaka_zuster March 8 2012, 00:15:28 UTC
Las palabras de Sebastian se sienten como un duro golpe en su estomago y en su pecho, había besado a Thad, al mismo muchacho que fue y le advirtió que se alejara de Sebastian, el mismo que semanas atrás le daba estas miradas llenas de celos; como los que ahora Dave está sintiendo. Pero que podía esperar Dave, Sebastian es muy guapo, puede tener a los chicos que quiera y como lo ha dicho no está hecho para ser fiel.

Además quien le sería fiel a alguien que luce como él, Kurt se lo dijo aquella vez, ¿quién se fijaría en alguien como tú?

“¿Realmente querrías estar con alguien como yo?”, la pregunta de Sebastian hace eco en su cabeza.

“Es lo que yo debería preguntarte, ya que, el que parece no ser suficiente aquí soy yo. Te di espacio, contuve mis ganas de ti para hacerte ver que yo no soy como todos, que no sólo quiero follar y al terminar, si te vi ni me acuerdo. Y pensé que había dejado en claro que lo demás no me importaba…”, Dave se siente derrotado, Sebatian está ahí, con una ligera mueca de angustia y el terror siendo tan claro en sus ojos. “¿Dime, qué jodidos es lo que te asusta? Romperme el corazón, hacerme daño… o temes que descubra al ser humano que está detrás de esa fachada de puta que usas, ¿o que descubra que no es un fachada?”.

Tan pronto como sus palabras escapan de su boca, se arrepiente. No ve venir la bofetada, pero es algo que no le sorprende, pues lo ha ofendido. El dolor en su mejilla no se puede comparar con el que ve en los ojos verdes, ni como el que siente en su pecho. Se había prometido a sí mismo que, no lastimaría a Sebastian y míralo a hora. No soy más que un grandísimo imbécil…

“Vete”, la voz de Sebastian está carente de emoción alguna.

Dave quiere disculparse pero nada sale de su boca, sabe que no hay palabras que le ayuden a resarcir el daño que ha hecho. Se supone que esto no iba a terminar así, pero quizás sea lo mejor. Siendo tan similares y a la vez tan diferentes, que estando tan rotos, no hay forma de que puedan tener un futuro juntos. Abandona la habitación lo más rápido que puede, tragándose sus disculpas, su dolor, pero sobre todo su amor. Al llegar a su habitación, descarga su enojo, su dolor y su angustia con lo que puede. Libros, cd’s, revistas yacen destrozadas en el piso y está por hacer lo mismo con las notas de Sebastian, pero no puede; y se maldice y llora por ser tan idiota, al poner otra vez los ojos en alguien que nunca sería para él.

Entonces Chad le abraza y le consuela, espera venir el: te lo dije. Pero sólo se queda ahí en silencio, sosteniéndole.

Esa noche Dave le mando un mensaje a Sebastian diciéndole que, ya no asistiría más a las tutorías, que va a buscar otro tutor. Dave no espero respuesta, apagó su móvil y se dispuso a dormir, aunque el sueño no acudía a él.

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naryakiuxen March 8 2012, 02:11:12 UTC
... Puta...

Es lo único que escucha por un buen rato antes de que sus oídos dejen de zumbar y sus manos terminen de temblar.

No sabe muy bien qué hacer y si antes tenía ganas de arrancar lo de ahora es una desesperación que le hace querer estallar. Necesita salir de ahí, de su pieza, de Dalton, de esa ciudad. Necesita que esa opresión que tiene en el pecho desaparezca de alguna forma que no implique llorar porque está seguro que, de rendirse a las ganas de hacerlo, no se detendría nunca.

Toma una chaqueta de su closet sin siquiera detenerse a pensar si le venía bien o era suya o de Thad. Toma las llaves de su auto y sin pensarlo más sale de su habitación con los ojos cegados de rabia. Se encuentra con Thad en el camino pero no lo deja hablar, no lo escucha, no lo mira. Camina fuera de Dalton y se sube a su auto antes de gritar y golpear el volante.

Se detiene un par de segundos para respirar, para hacer que sus manos dejen de temblar nuevamente y para que su respiración se controle.

Necesita escapar, no terminar en un dique, y si no quiere que su auto se estrelle necesita calmarse... pero es todo tan fácil de pensar y no de hacer. Le es tan difícil controlarse en esos momentos...

Puta...

No tiene idea cuántas veces ha escuchado a su padre diciendo lo mismo para referirse a él, o a su madre. No tiene idea cuántas veces ha hecho como que la palabra no le duele, cuántas veces ha salido de casa dispuesto a demostrarle a su padre que si lo que cree que tiene por hijo es una puta, pues, bueno... él puede hacer lo que quiera con su culo.

Y ahora esto...

Las llantas del auto chillan al dejar el estacionamiento de Dalton y a Sebastian no podría impotarle menos.

No tiene idea cómo es que se las arregla para llegar a Lima, a Scandals. No sabe quién es el que le ha enviado una cerveza, pero sabe que el alcohol está haciendo que se le olvide el porqué estaba tan enojado. Ya no le tiemblan las manos.

Alguien baila junto a él y Sebastian no tiene idea quién es, pero no le importa, no mientras el tipo siga ofreciendo alcohol. Un par de cervezas más y el tipo es su mejor amigo. Cuando le ofrece ir al baño del local Sebastian sólo duda lo que se demora en buscar un condón en su billetera y quince minutos después un cigarro le quita el sabor a latex de la boca.

El tipo le da su número, pero Sebastian no lo guarda. No quiere más números ni más notas, ni más papeles ni más notas, ni más cartas ni más mensajes ni más letras D con ese toque característico de Dave... No quiere más Dave en su vida, no puede soportar más Dave en su vida.

Estaba bien sin él, con su muralla bien alta y sin problemas. No necesitaba nada de eso, siempre supo que iba a ser un problema encariñarse tanto con alguien, siempre supo que todo se iba a ir a la mierda... y siempre supo que sería su culpa.

No quiere más con Dave, y Dave tampoco quería más con él si es que el mensaje que llegaba en esos momentos era señal alguna.

Cómo podía esperar que Dave quisiera seguir las tutorías con una puta, después de todo...

Sale del baño y apaga el cigarro con la planta de su zapato.

Unos bailes más y un nuevo cuerpo, un nuevo tipo, más alcohol. Un cigarro de marihuana y un par de risas en el estacionamiento fueron suficientes para que Sebastian dejara que un tipo se lo follara en el asiento trasero de un auto... pero no está mal.

Se siente bien.

Aún cuando los brazos del hombre son demasiado delgados, o su cuerpo demasiado flaco, o su voz demasiado aguda, o su rostro demasiado diferente al de Dave.

Llega a Dalton en la mañana, aún algo ebrio y con un chupón en el cuello que es obvio para cualquiera con ojos... pero a Sebastian no le importa.

A una puta nunca le importa.

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miaka_zuster March 8 2012, 03:44:19 UTC

***

Dave no durmió nada, sólo era el dar vueltas en la cama torturándose, recordando una y otra vez lo sucedido con Sebastian, escuchando el eco de las malditas palabras que dijo. Hola mundo, te presento a uno de los mayores imbéciles de la historia… Dave quiere golpearse, quiere sentir dolor, quiere que alguien el arranque la piel y el corazón. Chad lo mira, no le ha preguntado que nada, cosa que agradece pues no sabe como decirle que se porto como el mayor hijo de puta.

Puta

Mierda, lo llamó puta… Bravo, Dave y eso que lo quieres, ahora imagínate si lo odiaras. Tal vez, soy un maldito abusador por naturaleza. Primero Kurt y ahora Sebastian.

“Me vas a contar lo que pasó”.

No responde, solo niega con la cabeza. Entra al baño, tiene que ducharse, tiene que hacer algo que no implique pensar en lo que pasó anoche y hablar con Chad, no es opción. El agua está demasiado caliente y la esponja es frotada con demasiada fuerza, su piel arde y duele, pero no ayuda a atenuar el dolor que siente en el pecho. Cuando sale del baño vestido y listo para iniciar el día, Chad ya no está. Dave se repite que es mejor así, suficiente muestra de debilidad la de anoche.

Entra al comedor y camina hasta Chad quien ya empezó a desayunar, la mirada que le da cuando se sienta, le dice que ya se entero. Pero quién diablos pudo decirle… Thad

“¿Por qué no me cuentas lo que pasó?”.

“Disculpa, quién se murió y te nombro mi confesor”, ahí está, otra vez dañando a la gente que te importa. “Lo siento, Chad, es sólo… mierda, todo es un maldito desastre”.

“Thad me dijo, que Sebastian llegó muy mal, ¿Qué pasó entre ustedes, Dave?”.

“Lo llamé puta, eso pasó”, Dave levanta su vista donde Thad, quien le mira como di quisiera causarle el mayor dolor. “Te veo después”, se levanta y salé del comedor. Hoy no tiene ganas de ir a clases.

Camina por los pasillos hasta llegar a los exteriores de la escuela, ahí se topa con una parejita en plan de montárselo, está por dar media vuelta e irse cuando reconoce a Sebastian. Los celos superan la sorpresa y cuando se da cuenta, ya saco al tipo de encima de Sebastian.

“¡Hey, cabrón! ¿Qué te pasa?”.

“Me pasa, que te largas ahora mismo o te hago un collar con bolas”, lo amenaza, sabe de la política de Dalton de cero tolerancia, pero en esos momento poco le importa.

“Como sea, putas como está donde sea”.

Dave está por golpearlo, pero Sebastian lo detiene, el tipo aprovecha la distracción y se marcha.

“¿Qué mierda te pasa?”, le pregunta, pero Sebastian lo ignora y empieza a caminar de regreso a la escuela. Dave lo sujeta de un brazo deteniéndolo, el muchacho lucha por soltarse. Dave suelta su bastón y lo sujeta encarándolo. Entonces sus ojos se desvían al enorme morado que marca el espacio entre la clavícula y el cuello. Regresa su mirada a Sebastian y ve la sonrisa burlesca en los delgados labios.

Dave lo suelta como si el cuerpo de Sebastian lo quemara. Lo que provoca una sonrisa histérica en Sebastian.

“¿Qué, acaso ya no soportas tocar a está puta?”, dolor, enojo, odio, autodestrucción, eso es lo que escucha en la voz de Sebastian. Y la culpa, lo destroza.

“No te llames así, no eres una puta y yo soy un maldito pendejo por haberte llamado así… Dios, nunca quise decirte eso, es sólo que no te entiendo. ¿Qué quieres de mí, qué seamos amigos, novios, amantes? O ¿Qué no te vuelva a hablar en la vida? Y entonces, sabré que hacer con esto que siento y que de apoco me va matando”.

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naryakiuxen March 8 2012, 04:09:04 UTC
Escuchar al tipo ese llamándolo puta no duele ni una quinta parte de lo que duele la manera en que Dave lo suelta al ver el chupón en su cuello. No importa cuánto se prometa que no le va a doler, duele igual, y no importa cuánto se dice a sí mismo que Dave ya no importa, sigue importando y Sebastian no quiere más que atacarle. Hacerle sentir un dolor tan fuerte como el que siente por dentro.

Escucha a Dave preguntándole qué quiere de él y le gustaría responder lo que de verdad siente, lo que pensó que quería, pero no puede porque ya no confía en sí mismo. Sabe que si dice algo se destrozara y no quiere eso. No de nuevo.

"Eres un pendejo, tienes razón" dice Sebastian, irguiendo su espalda y mirando al frente, desviando la vista. No puede seguir viendo a Dave si quiere decir lo que tiene dentro "pero tienes razón supongo. Después de todo, ya sabías que yo era así... no sé porqué te extraña tanto" se cruza de brazos y traga saliva.

¿Qué mierda es lo que Dave tiene que hace que Sebastian olvide sus murallas y sea tan vulnerable? Lo que sea que sea, no le gusta para nada.

"No tengo idea qué quiero de ti, Dave. Me vuelves loco, me haces perder los estribos, quiero estar contigo pero no soporto lo vulnerable que soy contigo, que con una palabra me destruyas, que seas capaz de venir aquí y quitarme a un tipo de encima y que por un instante lo único en lo que puedo pensar es en que quizás no me odies tanto como parece" dice Sebastian, y sabe que tiene que huir pronto si quiere mantener algo de su dignidad. "Te odio porque me encariñé contigo y te odio porque dices quererme cuando es imposible que lo hagas porque yo no sé querer a nadie. Soy tóxico, ya deberías haberte dado cuenta. Todo lo que toco lo estropeo, incluyéndonos, incluyéndote" dice, soltándose del brazo de Dave, quien le mira con tanto dolor en sus ojos que Sebastian quiere volverse y abrazarle hasta que ese dolor desaparezca, pero tiene tanta rabia que sabe que no podría hacerlo.

"Si quieres un revolcón, supongo que sabes donde encontrarme... pero más allá de eso no creo que sea posible, Dave, no si no te quieres ver inmiscuido en mis problemas" dice, encogiéndose de hombros y caminando en dirección a la escuela.

Sus brazos siguen cruzados sobre su pecho, y sus hombros siguen encogidos a medida que cruza umbrales, y si cuando llega a su habitación se siente tan pequeño que parece imposible encogerse más, y se mete bajo la ducha con todo y ropa, Sebastian no se da cuenta. Se siente tan frío y tan gélido por dentro que ya nada importa, y ni siquiera el agua hirviendo de la ducha le ayuda a descongelarse.

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