Epílogo ( un mes después)
Era la noche del sábado y como muchas otras me encontraba tirado en el sofá, viendo una película horrible y con mi penoso pijama puesto. Cualquiera diría que mi situación no había cambiado nada en todo este tiempo, cualquiera que no viera al chico de casi dos metros que se encontraba tirado a mi lado con un brazo sobre mis hombros y una pierna enrrollada a mi cintura, encerrándome en una cárcel de piel caliente.
Me encontraba tan a gusto que hasta los ojos se me cerraban …
- Te estás durmiendo.
- No...no...para nada - balbuceé, intentando despejarme - . Estoy viendo la película.
- Jensen, hace rato que no estás viendo nada.
- No es eso, solo es que estoy bien aquí. Eres muy cálido - le aseguré, restregando el rostro sobre su hombro.
- Así que ahora soy algo así como una estufa para ti, ¿eh?
- Algo así.
Y para afianzar lo que quería decirle me restregué contra él como un gato.
- Si sigues haciendo eso terminaremos bastante mal - me dijo con un gruñido gutural que ya empezaba a reconocer tan bien.
- Creo que puedo aguantar que terminemos mal - susurré mordiéndome ligeramente el labio.
Nunca me había considerado una persona buena a la hora de insinuarme, pero durante este mes con Jared había aprendido que debía de soltarme más, porque mis actos - aunque en su momento no lo supiera - sí que tenían efectos sobre él. Consecuencias que empezaban a notarse en el interior de su pantalón.
Sin pensármelo baje, lentamente, una de mis manos por todo su pecho hasta llegar a la cinturilla de su pantalón. Alcé la vista hasta clavarla en sus ojos, quería ver como su cara se iluminaba en el mismo momento en que mi mano se cerró sobre su pene. Era maravilloso ver como sus ojos destelleaban por el placer. Sonreí como un estúpido orgulloso por saber que, por una vez, hacia bien las cosas.
Lo masajee con fuerza tratando de llevarle al límite cuanto antes; deseaba escucharle gritar, ver como su piel se perlaba de sudor, suplicándome por más. Nunca me había imaginado que masturbar a alguien podría darme tanto poder, pero lo hacía. Vaya si lo hacía.
- Maldita sea Jensen....aprendes muy rápido.
Antes de que supiera qué era lo que iba a hacer, metió su mano dentro del pantalón para envolverla sobre la mía y ayudarme a conseguir correrse. Me mordí el labio inferior con ansia. Esa imagen me iba a acompañar durante los próximos meses de masturbación continua.
No pasaron más de treinta segundos antes de que le sintiera explotar sobre mi palma.
- He tenido un buen profesor - le susurré al oído.
Jared se rió suavemente produciendo un ligero bamboleo en su estomago. Me gustaba este cambio en mi vida, el tenerle pegado a mí todo el tiempo que pudiéramos. Pero incluso en los mejores momentos dentro de mi burbuja sabía que esa relación tenía un gran punto negro. Uno enorme que, aunque en un principio dijera que no me importaba, estaba tomando forma y atacándome continuamente desde el fondo de la cabeza.
Su trabajo.
No quería dejarle, estaba más que a gusto con él. Le quería, quizás por eso mismo no le decía nunca nada acerca de su trabajo. Era algo así como una regla silenciosa entre los dos. Por eso mismo me sorprendió tanto que el mismo sacara ese tema.
- Hoy ha sido un día duro en el trabajo- suspiró
Las tripas me crujieron y unas ansias asesinas se cernieron sobre mí.
- ¿Ah sí? - gruñí.
- Sí, ha sido un día eterno en el que me he dado cuenta de varias cosas.
- ¿De que es bueno tener varias cajas de condones cerca de la cama?- murmuré con rabia.
Las comisuras de sus labios se elevaron hacia arriba.
- No, más bien que ya era el momento de empezar a hacer algo nuevo con mi vida. Hay miles de cosas que me gustaría hacer...como por ejemplo terminar mis estudios, algo que siempre he querido hacer. O tal vez hacer algún viajecito al extranjero.
- ¿Has dicho volver a estudiar? - le pregunté intentando asimilar lo que acababa de escuchar sin hacerme ilusiones por lo que pudiera significar.
- Sí, eso mismo he dicho.
- Pero tú me dijiste que si volvías a estudiar sería porque dejarías tu trabajo.
- En realidad te dije que lo dejaría cuando tuviera un verdadero motivo de peso.
Eso fue como un jarro de agua fría para mí.
-Entiendo, era absurdo que lo dejaras cuando es un trabajo que te da tanto dinero.
Jared me calló cogiéndome la cara con ambas manos para impedirme que mirara a otra parte.
- Nunca dejaría mi trabajo por mis estudios, pero sí lo haré por ti - abrí la boca como pez fuera del agua, incapaz de decir nada -. Quiero estar contigo Jensen, he querido estar contigo desde hace mucho.
- ¡Pero si antes era un esperpento!
- Sí, lo eras. Y no te estoy diciendo que estuviera enamorado de ti antes de empezar con todo esto de ser tu profesor, lo que ocurría era que me resultabas interesante y por eso mismo acepte la proposición de tu amigo. Te puedo asegurar que si la oferta hubiera venido de otra persona mi respuesta habría sido un no - sonrió casi como un niño pequeño- . Y bueno, el resto ya es obvio.
Sí, era obvio y a la vez increíble que por simple casualidad - o más bien por lo mal que en un principio nos lleváramos - hubiéramos terminado juntos. Dos personas totalmente opuestas que no tienen nada en común acaban enamorándose.
FIN
Notas de la autora: Primero de todo debo de darle las gracias a mi artista
nuka_winch que se ha currado lo indecible los arts del fic y a la que más os vale decirle lo awesome que ha sido y lo mucho que habéis disfrutado los arts :DDDD.
Después muchas gracias a todas las que habéis decidido leer la historia, espero que aunque no es nada del otro mundo por lo menos os haya hecho reír. Con eso me doy mucho más que satisfecha. Por último deciros que, por vuestro bien, es mejor que ignoréis un poco el epílogo....
La historia necesitaba uno tras el capítulo 4, pero la inspiración fue bastante puta para dejarme hacer uno decente so, terminé haciendo este que por lo menos dejaba la historia minimamente cerrada.
Muchísimas gracias por pasaros a leer, amores <3333