Gris
Originalmente esto iba a ser un drabble para mi tabla gigante, pero al final me emocioné y decidí que lo mejor era dejarlo como una opinión personal, un ensayo o algo.
Esto trata sobre los buenos y los malos, aunque es de entenderse que se usará esa "clasificación" solo por darles un nombre.
Gris
¿Por qué todos siempre dividen al mundo en blanco y negro, buenos y malos, luz y oscuridad? Es algo que escapa de mi comprensión, porque ¡maldita sea!, ¡el mundo no es un jodido partido de ajedrez!
En la vida real no hay buenos ni malos, no hay extremos y todo está en una escala de grises. El bien y el mal son separados por una línea muy delgada, inexistente.
Odio las historias que me quieren vender un mundo así, porque es inverosímil, es increíble. En la realidad, los buenos no siempre lo son y los malos a veces pueden ser buenos. En la vida real, las personas luchan por lo que quieren, o por lo que ellos creen que es mejor. En la realidad los buenos odian y los malos también aman.
En la realidad, no hay héroes ni villanos. Además, ¿quién define lo que es alguien bueno o alguien malo? Para mí, una persona puede ser buena, pero para alguien más la misma persona puede ser mala.
La vida es un matiz de gris, no hay lugar para otro color. Todos luchamos por lo que queremos y hacemos lo que pensamos que es mejor o lo que es necesario, no lo hacemos pensando en que vamos a hacer algo “bueno” o “malo”.
Todos tenemos maldad y bondad en nuestro interior, no puedes definir a nadie como bueno o malo, es la principal regla. Todos somos una mezcla, un equilibrio, todos tenemos a nuestro angelito y a nuestro diablito.
El concepto de maldad y bondad va cambiando a lo largo del tiempo, la sociedad lo va modificando, por tanto lo que es bueno hoy mañana no lo será. Es tan ambiguo y temporal, que no tiene sentido hacer su definición.
Odio la ficción en la que no hay personajes grises, porque la vida está llena de ellos. Odio la ficción en la que los buenos ganan, porque en la realidad nadie gana. Odio la ficción en la que alguien es “malo” solo porque sí, solo por un apellido o una etiqueta, porque la realidad no es así. Odio la ficción con finales felices, porque los finales felices no existen, porque los finales felices son historias incompletas. Odio la ficción en la que el héroe nunca es malo y el malo nunca es bueno.
Porque la bondad y la maldad es el Yin y el Yang, dentro de todo lo bueno hay algo malo y dentro de todo lo malo hay algo bueno. Jamás he visto lo contrario, y a pesar de ello muchos prefieren imaginar un mundo negro y blanco, un mundo inexistente.
Esto trata sobre los buenos y los malos, aunque es de entenderse que se usará esa "clasificación" solo por darles un nombre.
Gris
¿Por qué todos siempre dividen al mundo en blanco y negro, buenos y malos, luz y oscuridad? Es algo que escapa de mi comprensión, porque ¡maldita sea!, ¡el mundo no es un jodido partido de ajedrez!
En la vida real no hay buenos ni malos, no hay extremos y todo está en una escala de grises. El bien y el mal son separados por una línea muy delgada, inexistente.
Odio las historias que me quieren vender un mundo así, porque es inverosímil, es increíble. En la realidad, los buenos no siempre lo son y los malos a veces pueden ser buenos. En la vida real, las personas luchan por lo que quieren, o por lo que ellos creen que es mejor. En la realidad los buenos odian y los malos también aman.
En la realidad, no hay héroes ni villanos. Además, ¿quién define lo que es alguien bueno o alguien malo? Para mí, una persona puede ser buena, pero para alguien más la misma persona puede ser mala.
La vida es un matiz de gris, no hay lugar para otro color. Todos luchamos por lo que queremos y hacemos lo que pensamos que es mejor o lo que es necesario, no lo hacemos pensando en que vamos a hacer algo “bueno” o “malo”.
Todos tenemos maldad y bondad en nuestro interior, no puedes definir a nadie como bueno o malo, es la principal regla. Todos somos una mezcla, un equilibrio, todos tenemos a nuestro angelito y a nuestro diablito.
El concepto de maldad y bondad va cambiando a lo largo del tiempo, la sociedad lo va modificando, por tanto lo que es bueno hoy mañana no lo será. Es tan ambiguo y temporal, que no tiene sentido hacer su definición.
Odio la ficción en la que no hay personajes grises, porque la vida está llena de ellos. Odio la ficción en la que los buenos ganan, porque en la realidad nadie gana. Odio la ficción en la que alguien es “malo” solo porque sí, solo por un apellido o una etiqueta, porque la realidad no es así. Odio la ficción con finales felices, porque los finales felices no existen, porque los finales felices son historias incompletas. Odio la ficción en la que el héroe nunca es malo y el malo nunca es bueno.
Porque la bondad y la maldad es el Yin y el Yang, dentro de todo lo bueno hay algo malo y dentro de todo lo malo hay algo bueno. Jamás he visto lo contrario, y a pesar de ello muchos prefieren imaginar un mundo negro y blanco, un mundo inexistente.