Fanfic: Cena de Bienvenida #Flufftober2024 #MakoHaru
Título: Cena de Bienvenida
Fandom: Free!
Personajes: Nanase Haruka. Makoto Tachibana.
Género: Vida adulta. Romance. Fluff. Ligero angst.
Advertencias: Ninguna.
Resumen: Haruka regresa de su recuperación en Hungría y Makoto quiere prepararle una bienvenida especial.
Longitud: 799 palabras.
Estado: Terminado.
Aclaración: Free!, novelas y animes, pertenecen a Koji Oji, Kyoto Animation y demás socios y derivados comerciales. No busco beneficio alguno al escribir y publicar esto más que el placer de hacerlo y la esperanza de que sea leído y guste. Fin.
Nota: Este fanfic participa en el Flufftober 2024 organizado por la página Es De Fanfics, con el promp del doceavo día: Recetas Quemadas.
Leelo también en: ff.net, ao3 y amor yaoi.
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Quería hacer algo especial para recibir a Haruka cuando regresó de Hungría, algo para celebrar su recuperación. Ya sabía que lo que más le gustaba era la caballa asada y cada que podía Haruka se quejaba de que la caballa asada en Hungría no sabía igual que en Japón (Rei dio una larga explicación sobre la geografía y la psicología detrás del cambio de sabor) así que sí, caballa asada, también algunos otros pescados en sashimi ¿por qué no? Makoto había tomado un curso de sushi, no implicaban usar la estufa, sólo ser cuidadoso con el cuchillo, y ya había dominado a la arrocera ¿qué podía salir mal si sólo tenía que asar la caballa?
Pues salió mal.
A pesar de que por mucho que quisiera no tenía que recogerlo en el aeropuerto pues llegaría con su entrenador y habría un pequeño contingente de reporteros esperándoles para tener una entrevista rápida, por lo que disponía de tiempo más que suficiente para prepararse.
Ya había acordado con Ryuji que llevaría a Haruka directo a su nuevo departamento, se había mudado hace un mes, era más caro pero ahora vivirían juntos (se lo había propuesto a Haruka cuando lo visitó en Hungría y éste había aceptado, para gran felicidad de Makoto). Y aunque no fueran a vivir juntos de todos modos habría ofrecido su lugar para recibir a Haruka, no importa que los Nanase vivieran en Tokio también. Incluso le había dado a Ryuji una copia de la llave para que Haruka pudiera pasar.
Fue muy temprano al mercado de peces para tener los mejores y frescos ingredientes, se puso una hora en específico para empezar a cortar los pescados para el sashimi y empezó puntualmente. Sin embargo quería que fuera tan perfecto que cortarlo le tomó más tiempo del que planeó, cuando se dio cuenta era hora de poner el arroz.
Luego de poner el arroz siguió con el pescado, tratando de darse más prisa, sentía que no había avanzado cuando llegó el mensaje de Ryuji avisándole que ya iban para allá, entonces Makoto empezó a entrar en pánico. Puso té a hervir, preparó la sartén y cuando estuvo bien caliente echó dos trozos de pescado, ya casi acababa con el sashimi así que los dejó ahí, sólo sería un momento.
Acaba de terminar de colocar el último sashimi en la tabla cuando le llegó el aroma a quemado. Soltó un grito y se giró hacia la estufa, corrió a apagar la sartén y el té pero el pescado ya estaba arruinado, completamente quemado de un lado.
Miró la hora, quizás podría poner otro par.
Pero escuchó la puerta abrirse y se quedó paralizado. En sus prisas no debió notar que le llegaba otro mensaje de Ryuji avisando que llegaban y dejaba a Haruka.
-¿Makoto? -la muy conocida y amada voz de Haruka llegó hasta él- ¿Qué se quema? -escuchó los pasos de la puerta a la cocina, Makoto no podía moverse, sólo pudo ver a Haruka entrar, un semblante de preocupación en su hermoso rostro que estudió rápidamente la situación.
-Ha-¡Haru! -exclamó como si no estuviera tratando de cubrir con su cuerpo la estufa y con ello la evidencia- ¡Bienvenido!
Pero Haruka se acercó y se asomó detrás de él, luego miró más allá y vio el sashimi, luego a Makoto, y le sonrió.
-Me prepararse caballa -dijo finalmente- y sushi.
Makoto sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas.
-Lo-lo siento Haruka -dijo con voz quebrándosele un poco, había querido hacer algo bonito para él y quedó en ridículo- tiraré esto y pondré más.
Estiró la mano para tomar el sartén pero Haruka lo detuvo.
-Está bien, sólo se quemó de un lado.
Makoto lo miró a los ojos y vio sinceridad, entonces le dio el gran abrazo que había planeado darle en cuanto entrara.
-Bienvenido Haru…
-Estoy en casa Makoto…
Se quedaron así un rato, hasta lloraron un poquito, luego se separaron y, como si no se hubieran separado meses, trabajaron en sincronía para llevar todo a la mesa.
Aunque quitaron lo quemado la caballa todavía quedó con ese sabor pero Haruka le dijo que estaba deliciosa, y le alabó mucho su trabajo con el pescado, Makoto le habló del curso que tomó y Haruka de todo lo que hizo en Hungría.
Siguieron hablando mientras recogían, mientras Haruka desempacaban y cuando se metieron a la cama, su rutina no tropezó en las pocas horas que pasaron juntos. Makoto no se dio cuenta de cuán conmovido se sentía Haruka con el recibimiento que le dio y cuanto le había extrañado, pero se dio una idea con la manera en que lo abrazó al dormir.
En la mañana la cocina todavía olía un poco a caballa quemada, pero sólo se miraron con una sonrisa y empezaron su día.
Gracias por leer.