Título: Acuario
Fandom: Free!
Personajes: Makoto Tachibana y Haruka Nanase.
Género: Vida de adultos. Pre-romance.
Advertencias: Ninguna.
Resumen: Parecía otro San Valentín genérico pero un asistente al acuario lo tomó por sorpresa.
Longitud: 1024 palabras.
Estado: Terminado.
Aclaración: Free!, novelas y animes, pertenecen a Koji Oji, Kyoto Animation y demás socios y derivados comerciales. No busco beneficio alguno al escribir y publicar esto más que el placer de hacerlo y la esperanza de que sea leído y guste. Fin.
Nota: Este fanfic participa en el MakoHaru Week 2023 con uno de los promps del día 1: Acuario.
Leelo también en:
ff.net,
ao3 y
amor yaoi.
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Estaba acostumbrado a ver parejas, muchas parejas, el acuario era un sitio popular para tener citas, aunque Haruka siempre esperaba que el 14 de febrero fuera diferente, y cada año se decepcionaba al ver a todas esas parejas cursis mirándose a los ojos e ignorando el fabuloso espectáculo que tenían alrededor. No es que tuviera algo en contra del romance, pero a veces le gustaría tener el acuario para él solo, o al menos que los visitantes lo apreciaran correctamente.
Al menos como veterinario no tenía que convivir con los visitantes realmente, sólo los veía cuando daba sus rondas y especialmente cuando cuidaba los espectáculos (siempre debía haber un veterinario y un médico en caso de que algún animal o humano se lastimara).
En un día así, aparentemente otro 14 de febrero genérico, luego de asegurarse de que los leones marinos del espectáculo de medio día estuvieran de buen ánimo y que fueran guardados en sus hábitats, Haruka se dio cuenta de que un visitante seguía en las gradas. Era muy extraño porque había personal que se encargaba de asegurarse de que no quedaran espectadores. Miró a su alrededor y como no vio a nadie suspiró y se dispuso a ir más allá de sus actividades asignadas.
-Disculpe -llamó cuando estuvo lo bastante cerca, la persona en cuestión, un varón de hombros anchos, brincó un poco y giró con aire nervioso buscando quien le hablaba, tenía un hermoso rostro y unos aún más hermosos ojos verdes. Por un momento se le fueron las palabras pero logró reaccionar a tiempo, antes de que la contemplación mutua se alargara demasiado…-. Debe desalojar el área, no puede quedar nadie aquí luego del espectáculo.
-Ah… s-sí, disculpe -dijo el hombre poniéndose de pie, era alto, muy alto-. Afuera está algo lleno y aquí se está muy a gusto.
Haruka podía empatizar pero de todos modos no podía dejarlo ahí.
-Lo acompaño afuera.
-Eh, sí. Gracias…
Era increíble como el hombre de aspecto intimidante como él podía encorvarse como un cachorro regañado y seguirlo mansamente.
-Di-disculpe… ¿es uno de los veterinarios?
A Haruka le sorprendió la pregunta, nunca le habían preguntado eso. Es decir, debía usar un uniforme médico pero cuando salía de su área procuraba ponerse encima la chaqueta para evitar que lo confundieran con personal de la enfermería, aun así hubo muchas personas que al verlo con el uniforme del acuario le hacían preguntas que algunas ocasiones derivaban en que cuestionaran cuál era su trabajo ahí pero era la primera vez que le preguntaban directamente.
-Sí… ¿qué le hizo pensarlo?
-La insignia en su chaqueta -dijo señalando el pequeño logo bordado en una de sus mangas, se suponía que aunque algunas prendas de los uniformes eran parecidos entre todos debía haber distinciones dependiendo del puesto-. Cuando era niño vine aquí en una excursión escolar y nos explicaron los trabajos y cómo distinguirlos. La verdad ya lo había olvidado hasta que lo vi en usted.
Haruka no sabía como responder a eso.
-Ah, ya veo…
Silencio incómodo.
-¡La-lamento si lo molesté! Simplemente trataba de hacer conversación y ¿eh? ¿Qué pasa?
Haruka se había detenido cuando llegaron a las puertas para el público, que estaban cerradas, y suspiró.
-Ya cerraron el acceso al público, tendré que llevarlo por la zona de personal.
-¡Disculpe si eso le causa problemas!
-No me causará problemas, el que podría tener problemas es usted -dijo sintiendo algo de diversión por su expresión mortificada, pero le hizo un gesto para que le siguiera.
Lo guió hasta abajo de las gradas, rodeando el estanque y entrando tras bambalinas, afortunadamente los miembros del espectáculo ya no estaban por ahí aunque el personal de limpieza no tardaría en entrar.
-Usted no parece el tipo de persona que ignoraría la instrucción de abandonar el lugar -comentó algo intrigado, ya que el hombre se había visto bastante azorado con la idea de causarle problemas y eso no concordaba con alguien que se ignoraría esa instrucción sólo por un acto absurdo de rebeldía, y aunque ya había dicho que había mucha gente fuera y que era más agradable estar en las solitarias gradas, no se imaginaba que se quedaría tanto tiempo sentado a propósito.
Y consiguió volver a incomodarlo con su observación.
-Eh, bien… bueno… mi compañero de departamento iba a llevar a su novia y me pidió que saliera unas horas, pensé que el acuario estaría más vacío, no pensé que hubiera tantas… bueno, tantas parejas.
Ah.
Un joven sin cita para San Valentín.
No pudo evitar preguntarse cómo podía ser eso posible, el hombre parecía bastante atractivo, educado y agradable como para no faltarle novia… o novio.
-El acuario es muy popular para las citas, aunque muchos pierden el interés en los peces luego de un rato.
El joven se rió ligeramente.
-Por cierto, me llamo Tachibana Makoto.
-… Nanase Haruka.
-Mucho gusto Nanase-san.
Haruka se limitó a asentir como diciendo «igualmente».
Y finalmente estaban llegando a la salida donde Makoto podría unirse a los visitantes y Haruka podía seguir su camino. Sin incidentes y sin encontrar a nadie.
-Aquí estamos… -anunció casi con solemnidad.
-Muchas gracias por su ayuda, Nanase-san.
Haruka sólo asintió y Makoto dio un par de pasos, pero se detuvo y se giró hacia él.
-¿Sería muy atrevido de mi parte preguntarle si puedo invitarle un café cuando salga hoy?
En realidad… sí lo sería, acababa de conocerlo y sacarlo de un aprieto pero contestó antes de procesarlo del todo.
-Salgo a las dos. No sé si encontremos alguna mesa libre en cualquier lugar a esa hora.
Otra risita, y empezaba a gustarle más que incomodarlo.
-Si no le molesta, podemos comprar el café y pasear en el parque.
-… No suena mal.
-Es una cita entonces -y la radiante sonrisa con la que Makoto dijo eso evitó cualquier objeción de Haruka, asintiendo sin más-. De acuerdo, lo veo en un rato, no lo distraeré más -dijo haciendo una pequeña reverencia y alejándose ahora sí.
Y de todos modos Haruka se quedó estático unos momentos tratando de entender lo que acababa de pasar, y concluyendo que definitivamente quería tener esa cita.
Gracias por leer.