Acabo de leer muchas entradas antiguas mías, y me han hecho pensar... Pero más que ellas, me han hecho pensar los comentarios. Cuántos recuerdos así de golpe, de cosas que brillaron como estrellas moribundas antes de llegar a nacer (stillborn love, perhaps), de otras que ocurrieron y se torcieron de una manera que no por fácil de predecir resulta
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Este señor es un ignorante que NO sabe lo que es la psicología actual, y mucho menos la psicología conductual, que -como le he comentado a él- rechaza el concepto tradicional de enfermedad mental. Por no hablar de que "sicología" no existe, y si existiera, sería la ciencia que estudia los higos.
Todos estos pseudoiluminados que van de que saben algo sobre lo que ni han estudiado ni han reflexionado ni, sobre todo, se han informado, me revuelven las tripas. Están ahí para capturar a los incautos, a los conspiranoicos, y sobre todo son tremendamente insultantes para los que ejercemos una profesión que consiste, fundamentalmente, en ayudar a la gente. Máxime cuando ni siquiera usamos fármacos!
La enfermedad mental no existe. Eso no significa NI DE COÑA que la psicología sea un fraude... básicamente porque tampoco ella contempla lo de "enfermedad mental". Por supuesto dejo aparte cosas como el psicoanálisis, las flores de bach, la psiquiatría tradicional, etc, porque esas cosas NO SON PSICOLOGÍA.
En todo caso, cualquier comentario anónimo a partir de este será eliminado. Si quieres decir algo, ten los cojones de hacerlo con tu nombre. La cobardía es algo que he dejado de tolerar hace bastante. Ya sabes, los que engañan a sus parejas y no tienen los huevos de decirlo, o si lo dicen jamás aceptan pagar el precio... Los que pasan de sus amigos de toda la vida por miedo a que les lleven la contraria... Etc. Es sólo un ejemplo, ojo.
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