Carpe Noctem.
"I understand the fascination,
the dream that comes alive at night..."
La noche hay que vivirla. Hay que estar en su centro para conocer sus caras. Porque la noche es muchas cosas...
Es la risa de tus amigos sobre una copa o entre el humo de un porro...
...y ese cartel que no puedes leer porque no puedes enfocar la mirada.
Es esa chica a la que no puedes dejar de mirar, esa que brilla, la que retumba como un trueno en tus retinas...
...y su pálida fotocopia levantándose a tu lado a la mañana siguiente.
Es la mirada codiciosa del hombre más guapo del local...
...y la vacuidad en tu pecho cuando te besa.
Es esa puta reluciente que te venden envuelta en papel muy fino...
...y horas mirando el techo de tu habitación.
Bailar con tus neuronas dopadas haciendo sinapsis a millones de kilómetros por hora...
...e inclinarte sobre el váter sucio de un bar, doblado por el vómito amargo.
Es la perspectiva de otros millones de noches que vendrán después...
...y ese hombre mal vestido y demasiado mayor para el local, que mueve la cabeza y baila con torpeza.
Amigos nuevos cada noche, y el borracho del bar que no tiene casa a la que volver.
Es una modelo vestida sólo con un tanga, botas altas y una máscara de gas paseando por la línea contínua de la Gran Vía, y también es el gordo pajillero con la camiseta de Blind Guardian a quien nadie mira con deseo.
Los ojos de gata de esa chica rápidamente ojerosos, y luego arrugados, tiranizados por las patas de gallo, el pecho que se cae, los pulmones que se colapsan, la cintura menos flexible, los dientes amarillos, el pelo demasiado teñido...
La línea de la mandíbula orgullosa de ese chico, perdiendo tersura y luego llena de vómito, los abdominales perdiendo firmeza, el pelo retrocediendo acobardado, las manos nerviosas al coger el cigarrillo...
Y tú, cómo ves la noche?
the dream that comes alive at night..."
La noche hay que vivirla. Hay que estar en su centro para conocer sus caras. Porque la noche es muchas cosas...
Es la risa de tus amigos sobre una copa o entre el humo de un porro...
...y ese cartel que no puedes leer porque no puedes enfocar la mirada.
Es esa chica a la que no puedes dejar de mirar, esa que brilla, la que retumba como un trueno en tus retinas...
...y su pálida fotocopia levantándose a tu lado a la mañana siguiente.
Es la mirada codiciosa del hombre más guapo del local...
...y la vacuidad en tu pecho cuando te besa.
Es esa puta reluciente que te venden envuelta en papel muy fino...
...y horas mirando el techo de tu habitación.
Bailar con tus neuronas dopadas haciendo sinapsis a millones de kilómetros por hora...
...e inclinarte sobre el váter sucio de un bar, doblado por el vómito amargo.
Es la perspectiva de otros millones de noches que vendrán después...
...y ese hombre mal vestido y demasiado mayor para el local, que mueve la cabeza y baila con torpeza.
Amigos nuevos cada noche, y el borracho del bar que no tiene casa a la que volver.
Es una modelo vestida sólo con un tanga, botas altas y una máscara de gas paseando por la línea contínua de la Gran Vía, y también es el gordo pajillero con la camiseta de Blind Guardian a quien nadie mira con deseo.
Los ojos de gata de esa chica rápidamente ojerosos, y luego arrugados, tiranizados por las patas de gallo, el pecho que se cae, los pulmones que se colapsan, la cintura menos flexible, los dientes amarillos, el pelo demasiado teñido...
La línea de la mandíbula orgullosa de ese chico, perdiendo tersura y luego llena de vómito, los abdominales perdiendo firmeza, el pelo retrocediendo acobardado, las manos nerviosas al coger el cigarrillo...
Y tú, cómo ves la noche?