O la última película de Forest Whitaker por la que opta a un óscar.
En ella, Whitaker interpreta a
Idi Amín (en
inglés más detallado), dictador en Uganda del '71 al '79. No duró mucho, y se hizo famoso por matar a unos 300.000 ugandeses.
El
trailer lo vi hace ya algún tiempo, pero os recomiendo echarle un vistazo, la película promete.
Cartel de la película
Hoy he visto un artículo en
ElPais que hablaba de la película y quería poner algunos fragmentos:
Metabolizar a Idi Amín Dadá no fue sencillo. Whitaker engordó 24 kilos, cambió sus andares para convertirlos en pesarosos y temidos y consiguió que su mirada proyectara a la vez brutalidad, humor y confusión. Fueron horas y horas delante de las imágenes reales del dictador. Todo para trasladar al cine la vida del dictador en El último rey de Escocia.
Viajó a África, continente que visitaba por vez primera, para el rodaje de esta película en Uganda. Allí conoció a políticos, ciudadanos, admiradores y detractores de Idi Amín. Y se encontró con un hombre complejo, al que intentó comprender y buscar aspectos positivos. Habló con mucha gente, rebuscó en su infancia para poder entender sus motivaciones. "He visto de lo que son capaces los seres humanos, pero eso para un actor es una oportunidad única", explicaba ayer un sonriente y amable Withaker.
"Lo más difícil fue hacer humano a un dictador". La solución fue la de adoptar el personaje desde el punto de vista de la gente de Uganda, "con una opinión tan diferente a la que tenemos los occidentales". "Es una dualidad muy positiva, en Uganda están todavía muy orgullosos de algunas de las cosas que hizo, carreteras, edificios, le admiran todavía por la expulsión de los extranjeros, fue el único líder africano que se atrevió a hacerlo", asegura el actor en un intento de comprender a este loco visionario, nacido en 1925 y convertido al Islam con 21 años.
Whitaker llegó ayer a Madrid desde Uganda, donde el pasado domingo se estrenó la película en medio de un clamor popular. Asistieron los presidentes de Uganda y Tanzania, además de militares, políticos y ciudadanos. "El presidente de Uganda me dijo que, en el futuro, cuando le pregunten por los años de Idi Amín, recomendará ver esta película".
Los ugandeses, sorprendidos por el parecido que guarda Whitaker con Amín, están conmovidos por las escenas de una época que les gustaría olvidar. Algunos, como Davis Kizito, director de un orfanato, han visto la película tres veces. "Ha sido maravilloso", decía a la salida de un pase con un bebé en brazos. "Pienso volver a verla".
En fin, ya tenía buena pinta cuando vi el trailer, pero ahora las ganas de verla son inmensas.
A ver si continúo con el relato del viaje a África y cuento las vivencias que pasó Lázaro en la época de Amín, durmiendo en el bosque.