¡Y venga más retos! xD
Título: Primer beso
Autor:
arkady_Universo: Canción de hielo y fuego
Personajes: Theon Greyjoy, Asha Greyjoy.
Spoilers: La aparición de los personajes, principio de Juego de Tronos y algún momento de Choque de Reyes, nada importante.
Rating: PG
Palabras: 310
Notas: Escrito para el reto
El primer beso de
invernalia.
Su entrepierna se empezaba a calentar al sentir los labios de aquella mujer contra los suyos. Había pagado unas buenas piezas de oro y más valía que las valiera. Desabrochó su cinturón y la tiró contra la cama. No se paró a pensar en lo corto que había sido su primer beso, ni lo insulso que le había parecido, eso era lo de menos, todos los hombres decían que lo importante venía ahora...
En el otro extremo de Poniente, una chiquilla un par de años mayor que él se divertía jugando con la hija del herrero.
- Creo que es así como lo hacen - le dijo acercándose a ella y cogiendo su cara con delicadeza para depositar un no tan tímido beso en sus labios. Parecía que hubiera nacido para eso, pensaba su amiga, que, a pesar de su tierna edad, había sentido un cosquilleo en el estómago al sentirla atrapar su labio inferior con los suyos.
Se separó de ella y la miró curiosa, estudiando su reacción al milímetro. Sonrió al ver el rubor de sus mejillas y le propuso probar otra vez, acercándose esta vez más segura a sus labios, acariciando su cuello por debajo de la oreja como había visto hacer a algunas mozas en los establos y dejando luego resbalar su mano hasta el principio de su pecho, sintiendo la respiración de su compañera apresurarse bajo ella. Las lenguas se tocaron durante un segundo y un destello brilló en sus ojos vivos, fijándose en la expresión de ella antes de separarse lentamente arrastrándola inconscientemente hacia adelante, buscando más. Entonces abrió los ojos y vio cómo se le ponía la cara roja como un tomate. Se echó a reír e hizo un comentario irónico sobre lo mal que había estado antes de seguir con sus juegos de siempre. Aunque ya nada sería lo mismo para ninguna.
Título: La endemoniada sonrisa Greyjoy
Autor:
arkady_Personajes: Asha Greyjoy, Catelyn Tully (Asha/Catelyn)
Spoilers: Choque de Reyes
Rating: PG-13
Palabras: 827
Notas: Escrito para el reto
UST con triple de U de
invernalia.
Le rodeó el olor a sangre y sudor de la mujer que se había puesto detrás de ella. Había atrapado sus muñecas con una mano y ahora las sujetaba con fuerza contra su espalda. El filo de la daga le rozaba el cuello pero estaba tranquila. Era una Tully, y ahora también Lady Stark, y tenía que mantener la calma y negociar por el bien del castillo y de sus hijos. Le dio un vuelco al corazón al pensar en ellos.
Sintió cómo le susurraba unas instrucciones al oído y miró de reojo hacia ese lado, sin poder ver más que unos mechones oscuros antes de que su captora se volviera a apartar hacia atrás para guiarla a través de un pasillo. Caminaron despacio durante un trecho para luego acelerar el paso cuando la puerta de su dormitorio quedó a la vista. No se encontraron a nadie por el camino y, de no ser por la presión que sentía a su espalda, habría podido pensar que estaba allí sola, de lo sigilosa que era la soldado al andar.
Le hizo abrir la puerta y cuando entraron comprobó con desesperanza que el Maestre Luwin no estaba allí; tenía que lavarle la herida y cambiarle los vendajes pero quizás le hubieran capturado a él también.
Tras unos segundos, la presión en sus muñecas se aflojó y Catelyn se vio liberada del agarre. Pudo darse la vuelta y mirar a los ojos a la mujer que se plantaba ante ella. Con la daga atenta en una mano, parecía haberse dado por satisfecha con la fugaz inspección del cuarto y ahora la miraba a ella calculadora. Le recordó que no hiciera ninguna tontería si quería que no hubiera víctimas. Y después se dio la vuelta sin apartar la vista de ella para poner una de las herramientas de la chimenea atrancada en la puerta. Sus movimientos eran ágiles a la par que bastos y su vestimenta guardaba mucho que desear en cuanto a elegancia pero era práctica y había podido ver un burdo kraken dibujado en su pecho. La línea de su mandíbula, sin embargo, hacía recordar a la realeza. Así que esta era la Hija del Hierro.
- Asha Greyjoy.
Pareció no sobresaltarse lo más mínimo al oír su nombre. Sólo se enderezó y le lanzó una mirada penetrante, antes de sonreír lateralmente:
- Me alegra ver que no ha perdido su famosa sensatez. Será mucho mejor para todos si arreglamos esto cuanto antes.
Habían venido a tomar el castillo. Y su hijo mayor estaba en el tridente, luchando contra los Lannister. Todo dependía de ella.
- ¿Qué queréis?
Asha soltó una corta carcajada. Se acercó a ella jugando con la daga y posó la punta sobre su pecho, justo debajo del nacimiento del cuello.
- Todo.
Su sonrisa se había serenado en los labios y tenía un brillo en los ojos difícil de descifrar. Deslizó la punta de la daga por su piel hasta llegar al cierre de su vestido. Estaba fría y afilada. Se estremeció ante el pensamiento de que le fuera a cortar la piel o de que sus intenciones no fueran tan inocuas como pensaba. Y entonces cortó el primer enganche con un movimiento rápido de muñeca, dejando a la vista sus generosos pechos, sujetos ahora tan solo por la pequeña prenda que le había dejado el maestre para utilizar mientras se curaba la herida del costado.
Catelyn alzó la vista, intentando respirar con normalidad, para encontrarse con la expresión maliciosa, casi traviesa, de la hija de Balon Greyjoy. “Es una niña”, pensó, “no es mayor que Robb”. Pero había sido educada según las costumbres de Pyke, el lugar más duro de la tierra a este lado del Muro. “Y los dioses saben qué harán allí con sus niños.” Sólo había que ver al joven Theon.
A Asha pareció no gustarle su mirada inquisitiva, y con un fuerte empujón la hizo caer sobre la cama. No tardó ni dos segundos en subirse a horcajadas sobre ella, volviendo a mostrar esa endemoniada sonrisa Greyjoy y dándole golpecitos con el metal sobre su pecho semidesnudo.
- Quiero el castillo. - Volvió a pasear el filo por su piel desnuda. - Quiero a los castellanos. - Se inclinó hacia adelante, poniendo el rostro a la altura del de Catelyn. - Quiero Invernalia. - Le susurró al oído, dejando que sus largos mechones oscuros cayeran sobre la mejilla sonrosada de Catelyn Stark.
Olía a sudor. Y podía ver en su armadura restos de la sangre de algún incauto que se había cruzado en su camino. Su cota de malla se empezaba a clavar en ella a la altura de la cintura. El corazón de Catelyn empezó a latir con fuerza.
Y, entonces, tan rápido como había subido a la cama, Asha Greyjoy se alejó de ella y volvió a adoptar su posición natural de líder, de pie en la habitación, repitiéndole sus exigencias mientras ella se intentaba recomponer el vestido.
Y gracias a este (fui la primera en publicar el reto) regalito de
invernalia: