Princesas
¡Feliz cumple, kitty_partner!
Llego un poco tarde para felicitar y demás, pero que no se diga xP Y si te felicito por aquí y no por mi lj (que puede parecer algo absurdo) es por... esto (hihi):
Título: Princesas.
Fandom: Original.
Palabras: 415
Notas: Para Kitty, por ser tan encantadora, por escribir tan bien y porque quiere ir a estudiar a Madrid el mismo año que yo (hihi). Felicidades, guapa :)
Princesas
Cuando era pequeña, Fátima tenía un sueño. Como todas las niñas del mundo, pero a la vez, muy diferente. Ella no quería ser bombera. Ni pintora. No quería subirse a un escenario o grabar ante una cámara. Ni siquiera le gustaba bailar. No, ella tenía un sueño distinto: quería ser princesa, montar el caballo más hermoso nunca visto y enamorar a un príncipe azul (apuesto y elegante) que supiese bailar.
Recuerda los cuentos que le contaba mamá. Se echaban sobre la cama, antes de ir a dormir, y le hablaba de torres infinitas y princesas atrapadas, de príncipes apuestos y valerosos y bodas fabulosas. Y ella bebía sus palabras como si fueran las únicas en el mundo. Su madre le acariciaba la melena y seguía susurrando aquellas historias hasta que el sueño la vencía. Y aún entonces, las princesas y los príncipes, los córceles blancos y las hadas madrinas, seguían ahí.
Pero entonces, como todo niña que se precie, creció. Poco a poco, las muñecas quedaron olvidadas en el fondo de su armario. Los libros llenaron las estanterías y las tardes de compras suplantaron los cuentos y los juegos. Se hacía mayor, y ya no creía en la magia. Y así llegó su primer día de instituto, su primera borrachera, su primer novio e, incluso, su primer día de universidad.
Fátima nunca creyó poder volver a creer en los cuentos. Quizás porque ahora sabe que no existen, o porque ha descubierto, poco a poco, que los príncipes azules no existen. Y si existen, están desteñidos o prefieren otros príncipes.
Pero mientras pasean junto a la playa, celebrando que, por fin, la universidad ha quedado atrás, Fátima sabe que en el fondo, ella nunca quiso un príncipe. Porque los príncipes tienen pelos en las piernas, y se hurgan la nariz. Los príncipes se van a cazar dragones y dejan sus princesas en casa, porque creen que son de cristal. Y a veces, se pasan con el vino y comparten lecho con otras princesas, olvidándose de todo lo demás.
Ahora, ella sabe que prefiere las princesas. Porque las princesas pueden bordar preciosos tapices y cocinar exquisitos manjares y son delicadas y hermosas, pero también pueden empuñar una espada mejor que cualquier príncipe y luchar contra todo y contra todos. Porque ellas son divertidas, y siempre están ahí.
Ahora, ella sabe también que vuelve a creer en los cuentos. Pero en sus propios cuentos, donde las princesas luchan y se enamoran, y no necesitan príncipes que las salven.
~~~~~~
Es cortito y la idea no es que fuera un femslash ^^U, pero se me rebeló y salió esto. Espero que igualmente te haya gustado x)
Y a las demás también, claro.
Llego un poco tarde para felicitar y demás, pero que no se diga xP Y si te felicito por aquí y no por mi lj (que puede parecer algo absurdo) es por... esto (hihi):
Título: Princesas.
Fandom: Original.
Palabras: 415
Notas: Para Kitty, por ser tan encantadora, por escribir tan bien y porque quiere ir a estudiar a Madrid el mismo año que yo (hihi). Felicidades, guapa :)
Princesas
Cuando era pequeña, Fátima tenía un sueño. Como todas las niñas del mundo, pero a la vez, muy diferente. Ella no quería ser bombera. Ni pintora. No quería subirse a un escenario o grabar ante una cámara. Ni siquiera le gustaba bailar. No, ella tenía un sueño distinto: quería ser princesa, montar el caballo más hermoso nunca visto y enamorar a un príncipe azul (apuesto y elegante) que supiese bailar.
Recuerda los cuentos que le contaba mamá. Se echaban sobre la cama, antes de ir a dormir, y le hablaba de torres infinitas y princesas atrapadas, de príncipes apuestos y valerosos y bodas fabulosas. Y ella bebía sus palabras como si fueran las únicas en el mundo. Su madre le acariciaba la melena y seguía susurrando aquellas historias hasta que el sueño la vencía. Y aún entonces, las princesas y los príncipes, los córceles blancos y las hadas madrinas, seguían ahí.
Pero entonces, como todo niña que se precie, creció. Poco a poco, las muñecas quedaron olvidadas en el fondo de su armario. Los libros llenaron las estanterías y las tardes de compras suplantaron los cuentos y los juegos. Se hacía mayor, y ya no creía en la magia. Y así llegó su primer día de instituto, su primera borrachera, su primer novio e, incluso, su primer día de universidad.
Fátima nunca creyó poder volver a creer en los cuentos. Quizás porque ahora sabe que no existen, o porque ha descubierto, poco a poco, que los príncipes azules no existen. Y si existen, están desteñidos o prefieren otros príncipes.
Pero mientras pasean junto a la playa, celebrando que, por fin, la universidad ha quedado atrás, Fátima sabe que en el fondo, ella nunca quiso un príncipe. Porque los príncipes tienen pelos en las piernas, y se hurgan la nariz. Los príncipes se van a cazar dragones y dejan sus princesas en casa, porque creen que son de cristal. Y a veces, se pasan con el vino y comparten lecho con otras princesas, olvidándose de todo lo demás.
Ahora, ella sabe que prefiere las princesas. Porque las princesas pueden bordar preciosos tapices y cocinar exquisitos manjares y son delicadas y hermosas, pero también pueden empuñar una espada mejor que cualquier príncipe y luchar contra todo y contra todos. Porque ellas son divertidas, y siempre están ahí.
Ahora, ella sabe también que vuelve a creer en los cuentos. Pero en sus propios cuentos, donde las princesas luchan y se enamoran, y no necesitan príncipes que las salven.
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Es cortito y la idea no es que fuera un femslash ^^U, pero se me rebeló y salió esto. Espero que igualmente te haya gustado x)
Y a las demás también, claro.