Cuatro viñetas ;)

Apr 15, 2008 16:29

Título: Orgullo.
Fandom | Pairing: Fandom | Bella/James. Bella/Sirius.
Palabras: 435
Rating | Advertencias: +15? | Referencias a temas adultos.
Tabla: Aquí

#6 - Orgullo.

El orgullo es el sello Black. Es esa característica que se pasan de padres a hijos y que, si fuera visible a simple vista, haría que todos supieran inmediatamente a qué familia pertenecen. Corre por sus venas, contaminándolo todo, envenenando cada célula de su cuerpo e imponiéndose a cualquier otro sentimiento. Tal vez por eso, cuando dos Black se juntan, el duelo está servido.

Nunca lo admitirá. No importa lo que haga, o las amenazas que reciba, porque le gusta así. Sirius está justo delante, con la varita en alto, amenazándole. Y ella sabe que podría usarla. Un movimiento, un par de palabras, y ella estaría en el suelo, boqueando en una lucha imposible por sobrevivir. Sabe que podría también torturarla hasta la locura. O golpearla, porque él tiene consideración por las mujeres, pero no la considera mujer a ella.

-¿Es cierto?

Tiene ese brillo peligroso en la mirada. El que dice que sería capaz de todo. Sirius está fuera de control. Pregunta, grita, exige saber, aún consciente de que ella no abrirá la boca. Es cuestión de orgullo, de vencer una batalla que no se han declarado, pero que existe desde que él se convirtiera en un Gryffindor. Quizás desde antes, desde que él se convirtiera en todo lo que ella odiaba.

-Sabes que no te lo diré. -ladea la cabeza y lo mira con una sonrisa falsa-. ¿Por qué no se lo preguntas a él? ¿No quieres confesarle por qué quieres saberlo?

La respuesta es sí. Ella lo sabe y él lo intuye. Hace semanas que James desaparece en la noche y amanece cansado, con ojeras. Hace semanas que le oculta algo y, por primera vez, no lo comparten todo. Remus murmura algo sobre la privacidad y Peter se calla, como si supusiera algo más que no quiere contarle.

-¿Me has llamado sólo para esto, Sirius? ¿Otro ataque de celos? Sabes que si se lo contase a Rodolphus se pondría furioso, ¿verdad?

La fulmina con la mirada. Quiere decirle tantas cosas, quiere gritarle que deje de arrebatárselo todo. Su orgullo, su dignidad, su hermano, su amigo. Quiere decirle que se vaya a tirar a otro. Pero no lo hará. Es lo que Bella quiere, verle rendido. Todo lo que hace, lo hace para destruirle. Lentamente, a poder ser. Para vengarse por no ser lo que se esperaba de él, por destruir el orgullo de su familia.

Bien, pues no va a verle así. Se marcha, caminando por la principal calle de Hogsmeade y deja atrás a su prima. Ella apoya la espalda contra la roca y sonríe. Porque le tiene justo donde quiere.

***

Título: Pereza.
Fandom | Pairing: Fandom | Bellatrix/Narcissa.
Palabras: 504.
Rating | Advertencias: M | INCESTO. FEMSLASH.
N/A: Esta pareja merecía su huequito en la tabla, juju.
Tabla: Aquí

#7 - Pereza.

Cuando Bellatrix era pequeña, fue castigada una sola vez. Recuerda haber estado en el Salón de Grimmauld Place, con su primo Sirius (que entonces, cuando sólo contaba un mes de edad, seguía siendo un Black en toda regla), y ver acercarse a Narcissa. Venía con una de esas muñecas de porcelana que llevaba siempre. Rubia, casi tanto como ella, y de ojos azules.

-Bella… ¿quieres peinar a mi muñeca?

-No.

-Bella, por favor…

-He dicho que no.

-Bella, peina la muñeca de tu hermana.

No se puede decir que en aquella época fuera una niña dulce (nunca lo fue en realidad, ni inocente), pero se podría decir que era algo más infantil, o quizás que ya entonces le gustaba jugar con el mayor de sus primos. Y esa fue la razón de que decidiera negarse.

-¿No me has oído, Bella?

Sí que la había oído. Aún hoy lo recuerda, pero aguantó estoica en su sillón, con su primo en brazos. ¿Quién tendría ganas de peinar a una estúpida muñeca? Decidió quedarse allí sentada en un acto de rebeldía que le costaría demasiado caro. Ahora se pregunta por qué y no le encuentra razón.

-Bella, no toques esa muñeca.

Narcissa camina delante de ella, con su paso elegante y su melena rubia, guiándola por habitaciones y pasillos laberínticos que parece conocer a la perfección. Recuerda que durante unos meses estuvo enfada con ella por aquello. Cada vez que miraba las cicatrices la odiaba un poquito.

Ahora ha pasado demasiado tiempo y ya no le guarda rencor, pero sigue haciéndole gracia el aprecio que tiene su hermana por las muñecas de porcelana. Un estante completo en una de las salitas de la Mansión Malfoy es la única muestra exterior de ello, pero eso es porque el resto están en una habitación oculta, de la que sólo ella dispone.

Bueno, ellas.

Y es que, aunque ya hace unos meses desde que la fastuosa boda de Narcissa Malfoy se celebrara, una Black siempre tiene sus secretos y sus pequeños (o no tan pequeños) momentos de pecado.

Así que se encierran en la sala, lejos de los elfos, en un lugar al que nadie puede acceder, y se besan. Húmedo, con lengua (y esa saliva que pertenece a la misma familia). Se muerden y arañan y Bellatrix hunde los dedos en ella, primero uno y luego los dos. Lame sus pezones, primero uno, y luego otro, y dibuja círculos en torno a su ombligo, mientras sus dedos nadan en la humedad de Narcissa y ésta gime y arquea la espalda.

Y cuando todo haya acabado, Bellatrix tendrá que irse, aunque no le apetezca, porque su cuñado vendrá pronto y no le gustará encontrarse a las dos mujeres tiradas en una cama, desnudas y oliendo a sexo. Lo que no sabe es que no habrá más veces. No más besos, no más sexo con su hermana. Corren los primeros días de 1981 y pronto nacerá un niño (rubio, de ojos grises y nombre poderoso) que separará sus caminos para siempre.

***

Título: Bonustrack.
Fandom | Pairing: Harry Potter | Bella/Severus.
Palabras: 246
Rating | Advertencias: T? |
N/A: Vendría a ser una continuación de Envidia y bueno, es una especie de premio, porque iba a ser la viñeta de Pereza pero al final no había pereza XD So, aquí os la traigo de regalito :***
Tabla: Aquí

#8 - Bonustrack

-¿Por qué lo has hecho, Bella?

La voz siseante junto a su oído, fría y estremecedora, le asusta y le fascina a partes iguales. Temblorosa, levanta levemente la mirada. Sus ojos rojos como brasas ardientes (curioso en alguien que parece ser de hielo) están clavados en ella, escrutadores y amenazadores. Se muerde el labio y busca una excusa.

-¿Por qué… Bella? No recuerdo haberte dado permiso.

-Señor… no creí que fuera tan importante. Yo sólo…

Cuando la maldición que no ha visto venir impacta en ella, se muerde la lengua para no tener que gritar. Mil cuchillos parecen clavarse en cada centímetro de su piel. Le duelen las piernas, las manos, los ojos… Podría incluso aventurar que le duele hasta la larga melena negra e incluso las uñas. Pero calla y levanta la mirada cuando todo cesa.

-Lo lamento, mi señor.

-¿Lo lamentas? ¿Crees que basta que lo lamentes?

Antes de sentir de nuevo el rayo en su pecho, mira justo detrás de su Señor. Allí está él. Él. El mismo que tiene la culpa de todo eso. ¿Por qué lo ha hecho? Porque le odia, porque no le soporta. Porque su pelo le produce repulsión y su mirada es tan insulsa que dejaría indiferente a cualquier mujer. Porque cuando entro en aquella casa, no pensó que terminaría saboreando su lengua, lamiendo su miembro, gimiendo, y sintiéndose más mujer que nunca.

Porque por una vez, no fue domadora, fue domada. Y eso, merecía una venganza épica.

***

Título: Saliva.
Fandom | Pairing: Harry Potter | Cho/Hermione.
Palabras: 290
Rating | Advertencias: T | Lime/Lemon. FEMSLASH.
Tabla: Aquí.

#3 - Saliva.

Se besan y todo es húmedo y apasionado, y rápido. Y aprieta su cuerpo contra el suyo, colando las manos bajo su camisa y haciendo saltar esos botones rebeldes que quieren evitar lo inevitable. Pone la mano en su cadera y se aparta un instante. Se miran y coloca ese mechón rebelde tras su oreja, recorre su mandíbula con la yema del dedo índice y sigue bajando, atraviesa el escote y aventura su camino más allá del ombligo. Su risa (ahogada en el primero de muchos gemidos) resuena en su habitación y casi al mismo tiempo, ella la acalla con besos breves, labios uniéndose castamente, caricias de nariz, miradas de esas que te hacen temblar.

-¿Qué estás mirando? -pregunta con una sonrisa incitadora, que hace que Cho se acerque un poco más.

-A ti.

Se sonríen, se hacen cosquillas, intercalan besos y algún mordisco inocente y Hermione se coloca encima. Sonríe, con esa picardía que tan oculta lleva siempre y le quita la camisa, cuela su mano bajo un sujetador de lencería fina, negro, y juguetea con su pezón mientras ella se tensa. Se deshace de la molesta prenda y juguetea. Labios, lengua, círculos en torno al ombligo; asciende lentamente (como si no tuviera prisa, torturándola) hasta su pecho izquierdo, lame (y gime con ella) y acaricia sus muslos, la besa en el cuello. Besos cortos, leves toques, caricias casi infantiles.

-¿Cho?

-¿Mmm?

-¿No deberíamos volver ya?

-Mmmm… puede.

Puede que sí, pero también puede que no les importe. Y ambas deciden (simultáneamente, tal es su grado de complementación ahora) que prefieren quedarse allí, escondidas bajo las sábanas, recorriendo con ojos brillantes cada centímetro de piel de la otra, besándose en lugares recónditos y contando pecas escondidas en lugares secretos.

***

! femslash, long: viñeta, fandom: harry potter, long: drabble

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