Jan 21, 2008 22:44
Somos una familia ruidosa.
A veces voy por la calle con él y me dice: sssssssssh, no grites. Yo me quedo con cara de poker:
curiosamente, en casa, soy la que menos ruido hace.
He sido una persona paciente. Pero 26 años en nuestro piso equivalen a muchos decibelios.
Así que cuando no puedo concentrarme más de dos minutos seguidos en escribir aquí o en retocar una foto con el photoshop, cuando un fantástico grito de "Rosario ven ven ven que tienes que ver esto!" desde el comedor da al traste con mi primera escucha de la nueva canción de Portishead o con mi conversación por el Messenger con alguien a quien no veo desde hace meses, cuando mis padres vuelven del fin de semana y ya no hay quien acabe de ver "La vida de los otros" en paz porque mi madre necesita conversación aquí y ahora y con nosotros concretamente, cuando estoy durmiendo un domingo y a las 10 de la mañana me despiertan con un portazo fuera de lugar o el ruido de cacerolas en la cocina (¿es necesario fregar a esas horas?, entonces...
...pienso que sólo me faltan unas 3 semanas. Y después el silencio. Volver a hablar a los mismos decibelios que el resto del mundo. Poder ver una película, escribir un cuento, hablar con alguien sin interrupciones.
Creo que hace unos 6 años que no sé lo que es eso.