Será aquel taller donde arreglo tristezas

Feb 27, 2007 15:53

La verdad es que cuando pienso en escribir algo siempre me tiro diez horas pensando en el título y luego me quedo sin nada que poner aquí. No es que no haya nada que decir, que en realidad habría que decir tantas cosas que se me amontonan en la cabeza y no sé por donde empezar.

Anoche fue una de esas noches que, como dice Ismael, te reconcilian con el mundo. Ya puedes estar cansada, destrozada, realmente jodida que te vas a Galileo miras al escenario y siempre se sube alguien a cantar capaz de arrancarte una sonrisa.

No voy a hablar de Tontxu porque creo que todas sabeis perfectamente lo que opino de él desde lo más profundo de mi corazón y desde tiempos remotos (cuando todavía tenía pelo). Lo bueno de esta ciudad es que le pegas una patada a una piedra y, además de dos mil asturianos, también te salen unos cien cantautores nuevos.

Hace algo más de un año me arrastraron a Libertad 8 para ver a un tal Marwan que daba un concierto. No le había oído en mi vida, pero no hicieron falta más de diez minutos para que me quedara tonta mirándole. Marwan es de esos tíos que probablemente sean un desastre como novios pero que a casi todas nos gustaría tener; es de esa gente que además tiene la facilidad de definirse perfectamente a si mismo en una canción ("como puedes ser tan bueno y a la vez tan animal"). Dentro del mundo de los cantautores es prácticamente perfecto. Tiene una voz preciosa y unas letras tan directas como reales (a pesar de lo salido que está). Pero además es de los tíos más entusiastas que he visto en mi vida;le encanta hablar con la gente, antes de firmarte un autógrafo te pregunta qué estudias, a qué te quieres dedicar y un millón de cosas más y lo más grandioso de todo es que escucha lo que respondes. Es prácticamente perfecto.
Y la perfección llega cuando lo juntas con Luis Ramiro. Luis Ramiro es de esos cantautores que escupen poesía hasta para pedirte la hora. Le sale solo. Cualquier cosa que diga no te la va a decir de cualquier manera, pero siempre sin llegar a lo pedante. Es elegantemente directo y urbano ("Yo te doy el mundo a largo plazo y a corto un trago de ron"). Es, además, frikifan de Quique, lo que le convierte en un verdadero Dios.

La noche tuvo además sus sorpresas. Andrés Lewin es uno de los tíos más peculiares que he visto en mi vida. Está claro que no se puede ser más argentino que él: sus neuras, su psiquiatra siempre presente y su manifestación contra su propia depresión. El alcohol, las drogas y el prozac no le sientan bien...o quizás le sientan demasiado bien. Hace un año, el mismo día que conocí a Marwan le conocí a él. Y un ratito después conocí a Conchita.

Cuando la ves salir al escenario lo primero que piensas es "a donde va esa pija". Pero no. Además de una de las voces más espectaculares que he oído en mi vida (su duo con Tontxu fue de ponerte los pelos de punta - quizá la canción tuvo algo que ver-) tiene unas letras de esas que solo se le suponen a cantautores y nunca a las chicas, que siempre se esperan que canten cosas más blandas (sí, se que lo estais pensando, como Ella baila sola). Pero Conchita canta esas cosas que cantan los tíos pero desde nuestro punto de vista, que no tiene por qué ser más cursi. La verdad es que cuando la conocí hace un año y la escuché cantar intenté huir de ella y de alguna de sus canciones porque se me activó el cerebro y me dio verdadero miedo; ahora ha vuelto y sigo pensando lo mismo, pero intento compensar esas canciones que me desnudan con otras cargadas de ironía, cachondeo o sabe dios qué como la de "Tonta".

En definitiva, anoche fue una de esas noches en las que "los relojes agacharon la cabeza".
Previous post Next post
Up