May 24, 2012 00:35
Hola, tripulación. Lo sé. No quiero ni mirar la fecha de mi última entrada.
Pero pasa una cosa, y creo que a estas alturas ya puedo respirar hondo y decirlo aquí.
Llevo todo este tiempo (prefiero no pensar cuánto ha sido) inmersa en una intensa relación amor-odio con Brian y Alex y su viaje por Europa, y creedme, ha sido muy duro. Ha habido muchos momentos, demasiados, en los que les he abandonado a su suerte en un andén y he fingido olvidarlos. Pero no.
La historia de Brian y Alex se ha transformado de una forma terrible (terrible porque tengo que reescribir tantos principios que parece imposible) pero también maravillosa, y por primera vez tengo las ideas claras y me he vuelto a quedar escribiendo hasta horas indecentes
La historia de Brian y Alex ha crecido conmigo.
Si sólo fuera eso sería una decepción, otra de mis idas y venidas narrativas que no parecen concluir jamás. Y sin embargo ahora tengo una cuenta atrás.
Tengo menos de una semana para terminarlo porque lo voy a presentar a un concurso. Este estupendo monstruo que parecía comerme a mí va a tener una oportunidad (ínfima, pequeñísima, pero brillante oportunidad) de salir a la luz fuera del mundo de Internet e imprimirse en papel.
Probablemente no consiga ganar, pero esta noche ha sido el único momento, desde que empecé a vislumbrar a Alex y a Brian, en que realmente creo que voy a acabar su historia. Y ya sólo eso va a ser un triunfo, seguramente uno de los mayores que he tenido en estos dos -¿tres?- años.
Es una relación que consume y posee y, joder, es peor que cien mil partos, pero Dios, lo único que deseo es poder compartirlo con alguien.
Qué coño. Con vosotros. Lo que más deseo en el mundo es terminarla y compartirla, que deje de comerme a mí y se aleje libremente de una puta vez. Que se suba por fin al tren y pare en vuestros andenes.
(Ah, sí. Publicar también estaría bien).
PD: Más me vale terminarlo, ahora que estoy tan, taann cerca.
PD2: Eh. Que os quiero.
carreteras extraterrestres,
ficción original