¡Hola!
He estado perdida estos dos últimos días. Unos amigos muy, muy queridos se casaron el sábado... y me tomó todo el domingo recuperarme de la celebración u///u.
Pensaba tomarme la mañana y escribir algo para compensar los día perdidos del
womenlovefest, y luego se me ocurrió... ¿qué mejor idea puede haber para tu cumpleaños que hacerle regalos a tus amigos?
(
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El nombre fue idea de Jon.
- Ésta es para ti,- dijo nada más llegar, sonriente y cargado de lobos huargo (y hacía tanto que Sansa no veía esa sonrisa).- Es la que mejor se ha portado en el camino. Toda una dama.
Su hermano bastardo. Bastardo. Nunca se le olvida. De alguna manera lo hace un poco menos malo. No es como si fuera la sonrisa de Robb. No exactamente.
Sansa ha oído los rumores. Jon se irá al Muro en algún momento, es su destino. Ella tiene un destino distinto, entre damas y caballeros. Paseará por los jardines de la corte y será la princesa del norte, guardada siempre por un lobo fiel, y el vencedor del torneo le ofrecerá una sonrisa secreta (una confesión terrible, una devoción callada) en la oscuridad del sendero que lleva al castillo (en un puente solitario, bajo las llamas verdes de la batalla).
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Su sonrisa, una lástima que no vuelva a verla. La verdad es que duele pensar que el destino de Sansa en la corte no tendrá ninguna de la dulzura que esperó.
♥♥♥♥ Ay Sansa. Ay Jon ♥♥♥♥
Espero que vuelvan a verse.
Muchas gracias, es que no quepo en mi de lo contenta que estoy XDDD.
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Ha sido curioso escribir a Sansa con todos esos sueños, sabiendo en qué van a convertirse. (¡Y por supuesto que quería casarse con Jon! ¿Cómo podría no querer? *suspira por Jon*)
Es tan curioso que los Dama y Fantasma se parezcan tanto, tan quietos, uno observando el otro descansando. ¿Verdad que sí? Debe ser por eso que dices de que los lobos no conocen las distinciones que Sansa aprendió a hacer luego. Lo vemos en los lobos, pero nos cuesta reconocerlo en la gente.
Ay, Sansa. Ay, Jon.
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