En mi mente, soy una mary sue fallada

May 07, 2011 19:53

Dean... ¿De dónde salió Dean? ¿Existe gente como Dean, de verdad?

Tengo este mundo imaginario en el que viajo con los chicos por las carreteras. Soy la fangirl que llegó de una dimensión paralela mientras volvían de cazar una mujer de blanco y los hizo correr hasta Palo Alto (a fuerza de soltar incoherencias), pero no lo bastante rápido. Decidieron que era mejor tenerme cerca, porque sabía demasiado, y terminaron cogiéndome cariño, por eso que tienen de terminar queriendo siempre a la gente que los quiere.

Vivo con Bobby buena parte del tiempo. Nos llevamos bien. Le gusta tener compañía mientras no se metan en su vida, y no cocino mal. Además, el latín se parece al italiano y me gustan los libros y la internet. Los chicos llegan de vez en cuando y salgo disparada a colgarme de sus cuellos. Es un poco patético, pero ellos también me extrañan.

John no me quería nada al principio (no le gustan los extraños que saben demasiado). Pero una vez le dije "¿sabes lo que significa ser fangirl? Te dirán que significa que algo te gusta y te obsesionas un poco, y compras muñequitos, y escribes historias. Pero lo que significa, en realidad, es que en este momento soy la única otra persona en el mundo que moriría por la felicidad de tus hijos sin pensarlo dos veces." Y desde entonces nos llevamos mejor. Conseguí que le hablara de Adam a los chicos e hicimos juntos el viaje para decírselo a Adam. (Es guapísimo, John. Pero me recuerda tanto a mi ex marido que sería incapaz de intentar nada.)

Me llevo mejor con Sam, por eso de que se equivoca tanto y está destinado al lado oscuro (cosas de la identificación). A Dean lo impresionan mis conocimientos de lo sobrenatural (o los suyos... le encanta escuchar que todo lo aprendí de ellos). No cazo. Nunca cazo. Pero colaboro de vez en cuando. Inventé una trampa para demonios portátil de la que estoy muy orgullosa xD. Y tengo un portal sobre cosas sobrenaturales para cazadores, con consejos prácticos para civiles. Le doy la dirección a todas las personas que salvamos. (Uno de mis lectores, a quien los chicos salvaron de un espíritu, ha abierto un restaurante en NY con una línea de sal cubierta de vidrio que da la vuelta a todo el perímetro y se ve de lo más zen... las trampas para demonios van bajo las lajas de cerámica para no espantar a nadie.) Dean dijo que era la idea más rara que había escuchado, pero conseguí que me prestara el diario de John. Sé que hay cazadores que consultan la página. La verdad es que en un gremio que depende tanto de la información y se comunica tan poco por las redes comunes, sorprende que nadie lo haya hecho antes.

No me gusta eso de matar todo lo que es difierente. Es el dilema de mi vida paralela. Hablo con Lenore de vez en cuando y conseguí que dejaran vivir a Madison (vive con su hermana, que la seda y la encierra en un sótano en luna llena, no es una vida perfecta, pero es una vida mejor que la de muchos que no tienen ninguna maldición encima), pero sigue siendo difícil manejar el conflicto. Me niego a que se torture a los demonios. Peleamos mucho por eso.

Cuando estamos solos, Bobby y yo hacemos chistes de Winchesters.

A veces me siento con Sam o Dean en alguna escalera (ventana, balcón) y nos tomamos una cerveza. Ellos hablan de su infancia, de Stanford, de John. Yo hablo de mi familia y cuánto los extraño. No sé si algún día volveré a casa. Conseguí el número de Chuck y se lo pregunté. Me sorprendió mucho que supiera quién era, pero me sorprendió más que no supiera cómo ayudarme a volver a casa. Meses después me dijo que estaba bastante convencido de que seguía en casa, de que nunca me había ido, de que esa parte de mí que recorre la carretera en un impala con Sam y Dean existe de forma independiente al resto. (A veces me pregunto si no será verdad, en la infinidad de posibilidades que ofrece el multiverso.) Me gusta Chuck. Es dios y es hombre, y hay muchas cosas que no sabe, y tiene miedo y se esconde. Es tal vez la primera vez que entiendo a qué se refieren con eso de "a su imagen y semejanza".

No pudimos salvar a Jess, pero hemos cambiado muchas cosas. Muchísimas. El problema es que mientras más cosas cambian, menos sé del futuro, más propensos estamos a que el destino encuentre otro camino para engañarnos. Trato de confiar en Dean, incluso cuando creo que soy lo bastante lista para adelantarme al diablo. No se me olvida que el final de la cuarta temporada me cogió totalmente por sopresa.

Cas es uno de mis personajes favoritos, pero ruego nunca tener que conocerlo.

Dean hace que me tiemblen las rodillas, pero lo manejo lo mejor que puedo. Dice que soy parte de la familia (me dice "freak"). También dice que soy la persona más rara que haya conocido. Habiendo visto la serie, se me hace difícil creerle.

Alguna vez me he enrollado con Sam en las escaleras de algún motel, borrachos y divertidos. Ninguno de los dos se lo toma en serio, pero a veces Sam hace bromas como "a lo mejor esto tendría más sentido si no estuvieras enamorada de mi hermano," y yo digo "Sammy, todos estamos enamorados de tu hermano. Tú estás enamorado de tu hermano. Pero no te preocupes, él solo tiene ojos para ti." (A veces le digo Sammy. Es mi derecho de fangirl.)

Y creo que ese era un poco el fin de toda esta historia de Mary Sue fallada que no consigue enamorar al héroe y no sabe cómo salvar el mundo. Dean. (Todo de alguna manera, gira siempre en torno a Dean.)

winchester love

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