30 vicios: Una de vampiros (Bela Lugosi's dead)

Nov 20, 2006 22:58

(1988)

Kiefer Sutherland sonríe autosuficiente y lo mira directo a los ojos mientras se burla desde el fondo rojo del afiche.

No se burlaría tanto si supiera con quién se está metiendo.

"Hay que entrar a verla."

"¿Perdón?"

"Hay que entrar a verla. ¿O tienes algo mejor que hacer?"

"¿Mejor que esto? Seguro."

"No me vas a decir que te ofende un poco de irreverencia mortal."

Victoria sonríe. Tiende a burlarse de estas cosas. Es joven... muy, muy joven, y todavía no comprende del todo las implicancias de la maldición.

Ser un vampiro no es divertido. Y aunque en estos días hay muchos neonatos que van por ahí con el mismo gesto de niño mimado arrogante del actor en el afiche, la vida nocturna de los Vástagos dista mucho de 'festejar toda la noche'. Sobretodo en estos tiempos. El Sabbat ha tomado control de Huaraz y ha asentado finalmente su poder en Ayacucho. La Camarilla sigue luchando en el norte, y la aparente calma de Lima no lo convence. Los Nosferatu se mantienen ocultos en las zonas de conflicto y aunque los informes son alentadores (el Sabbat está retrocediendo), la ciudad crece sin tregua y los humanos siguen llegando... y con la presa, llegan siempre los predadores. La ciudad se magnifica, se convierte en un laberinto... y tras décadas de vagar por las calles de Lima, de pronto Esdras se sorprende perdido en barrios que no existían hace algunos años, que eran otros hace pocos meses.

No le preocupaba en un principio. Algunos de los antiguos tienen problemas para adaptarse, pero él está acostumbrado a la adaptación constante. Fue entrenado para eso, desde mucho antes del Abrazo.

No le preocupaba en un principio, pero le preocupa ahora. Porque esto no es la llegada de un tiempo de calma, por más que el Sabbat retroceda y Victoria pasee por la noche, explorando la inmortalidad. No es un momento de euforia, aunque los Brujah se empeñen en involucrarse en la política de los mortales y gritar consignas en las calles del centro; aunque los Toreador vuelvan al placer excesivo, cargado de rímel y neón, de los 80; aunque los Gangrel bailen a empujones toda la noche, e incluso los Ventrue se dejen seducir por el dinero fácil del mercado negro. No es un momento de euforia, como pretenden los mortales en las películas para adolescentes y la música pegajosa que de pronto han tomado control de los medios.

No. Es un momento peligroso y más vale que la Camarilla esté preparada para lo que viene. Porque el último tramo de esta guerra va a ser el más difícil de cruzar.

"Dale. Vamos a reírnos un rato."

Victoria lo mira divertida. Menos de un año como vampiro, y todavía inconsciente de su condición. Creyéndose todo lo que le dicen los Toreador. Jugando a ser inmortal.

¿Y quién puede decirle que no cuando sonríe de esa manera, ignorante de los peligros que se ciernen sobre el mundo? ¿Acaso no es su deber como Ventrue protegerla?

Asiente despacio. "Vamos."

¿Quién puede decirle que no cuando la recuerda en vida, con esa misma sonrisa y un brillo irrecuperable en los ojos castaños?

Se pasa la película sintiéndola al lado, oyendo sus comentarios al oído. No se entera mucho del argumento, pero no le parece que se haya perdido de mucho.

Si Bela Lugosi no estuviera muerto, el cine de los ochenta lo mataría.

vampiro, 30 vicios-vlm

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