Post relámpago (que debí dejar hace días)

Jul 11, 2008 10:47


Solo para promocionar informar:

Resulta que mi hermano teatrista (que además es economista, pero lo dejaría todo por el teatro si pudiera... y aún así insiste en jugar al adulto serio y responsable, por mucho que yo insisto en que ese no es el camino *asume posición de gurú*) ahora es parte de una asociación cultural que se llama Espacio Libre, y están montando una obra absolutamente espectacular.

La obra se llama Cuatro Historias de Cama, y recorre cuatro situaciones en cuatro camas distintas (la cama como símbolo de intimidad, del lugar en el que uno es más uno y todo eso). Va a las 8 y a las 10, en la Av. Balta 170 (Barranco, a una cuadra del Óvalo Balta), de jueves a domingo, hasta el 19 de julio. La entrada cuesta 10 lucas.

Y nunca invertí 10 lucas de mejor manera.
Esto no debe tomarse como la crítica de una hermana fangirl. Nop. Debe tomarse como la crítica de una hermana a la que el teatro nunca terminó de convercer. Lo sé, lo sé... es una confesión terrible. Qué hermana más inculta. Es sólo que me resulta terriblemente difícil convertir al actor en el personaje (no puedo dejar de ver a una persona actuando), y por alguna mágica razón, nunca consigo identificarme del todo (o bueno, muy rara vez... no sé si soy demasiado rara o demasiado simple para los escritores de teatro).

Anyway. No esta vez.

Esta vez me encuentro en todos los personajes (que por fin son personajes y no actores), en todas las escenas, en todo el subtexto, en todas partes. Hasta en el blogger que no es friki (y por lo tanto, su visión de lo que es un blog a mi me suena a dimensión paralela), y te hace creer que habla de bloggers... hasta que te das cuenta de que habla de la depresión, y de la pose, y de encerrarte en ti mismo, y de la practicidad ajena, y de parejas disfuncionales. Y me río de él (de mí). Y luego aparecen dos hermanas y tengo que cogerme de la mesa porque carajo, duele. Y eso nunca me había pasado en una función de teatro. Y luego me río de nuevo, con calorcito dentro, porque alguien me recuerda lo hermosa que puede ser nuestra disfuncionalidad (esa disfuncionalidad que no lo es realmente, ésa que es simplemente aceptarnos, disfuncionales como somos). La genialidad de la obra está en tratar cosas perfectamente normales como si fueran perfectamente normales (la depre, la muerte, la realidad detrás de lo que uno pretende que es la realidad). Un poco como nosotras, pero sin frikismo.

Lo que ha hecho esta obra por mi visión del teatro solo puede compararse con lo que ha hecho Matt Parkman por mi visión de los policías. Es, aparentemente, un año de tirar prejuicios por la ventana y abrir la mente a nuevas posibilidades (un buen año para estar aquí ^^).

No sé cuántos limeños (o de-paso-por-Lima) leerán esto. Pero los que haya... ya lo saben. De jueves a domingo, Av. Balta 170. No solo vale la pena. Sirius quiere que vayas.

Also...

La asociación está queriendo sacar un boletín on line sobre teatro, y mi hermano teatrista (que no es friki, pero reconoce nuestro poder ^^) me ha pedido que convoque valores en la ciudad flotante. Como el rollo es on line, no importa mucho si vives en Nepal. Lo que importa es eso que por aquí nos sobra, y que el teatro parece entender igual de bien... la pasión desenfrenada por el tema (a.k.a. frikismo) y las ganas de meterse de cabeza. (Cuando preguntó, le dije que hay frikis para todos los gustos y que las fangirls aman toda forma de transgresión... así que fandom, no me dejes mal.)

la vida es fandom

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