RL, Parte I: Emergencia Nacional (esta vez, con fic)

Aug 18, 2007 20:45

Lo del terremoto se pone cada vez peor. Las réplicas siguen (aquí se sintieron 3 esta tarde), ya vamos en más de 500 muertos, y los heridos llegan por montones. En Chincha, Ica y Pisco (donde pegó más fuerte) está todo por los suelos, no hay casi agua ni comida, las carreteras están cerradas y todo es un caos.

Pero lo peor, creo, es la gente capaz de aprovecharse de un momento así. La comida ha subido a más del doble y hay bandas saqueando las casas destruidas (se cayó una pared del penal y escaparon 600 presos... si es que esto ya parece Batman Begins).

(Y creo que el gobierno no está manejando muy bien la situación... pero no hablemos de eso.)

Por ahora, no hay más que hacer que juntar ropa/comida/dinero y mandar ayuda. La gente está apoyando como puede. Creo que hay más conciencia que otras veces, por eso de que lo hayamos sentido tan fuerte aquí en Lima.

A mí me agarró en la calle, comprando unas cosas para la oficina. Al principio pensé que estaba mareada o algo. Luego la gente empezó a salir. La calle estaba repleta. El tráfico empezó a colapsar. Por un segundo pareció que se calmaba... y empezó la segunda sacudida. La gente lloraba. Los cables se mecían. Las luces empezaron a fallar (y eso sí me asustó). El tráfico terminó de colapsar. Los teléfonos estaban muertos.

Regresé a la oficina y mi jefe me dejó en casa (que es cerquísima). Pero las líneas seguían muertas, y resulta que la mitad de mi familia (mi abuela, sus hermanas y un par de primos) vive en un distrito que se llama La Punta, una especie de 'punta' de 5 calles x 10, que sale al mar (vamos, que es precioso, tranquilo, alejado... y el primer maremoto se lo come entero). No había cómo comunicarse con ellos, ni cómo traerlos, y la radio empezó a decir que estaban evacuando, que había alerta de tsunami. Como a las dos horas de angustia infinita, llegaron a casa. Un vecino-primo los había traido. Noticias en la radio. Sopa para todos. Café para algunos. Tratar de contactar al resto de la familia para avisar que no pasaba nada. Alerta de tsunami levantada. Amigos que no llegaban a sus casas (llegaron todos, eventualmente). Arreglo campamentero para pasar la noche.

Al final, las líneas empezaron a funcionar de a pocos, y algunos de mis tíos vinieron por sus madres. Un grupo pequeño regresó a La Punta. Mi abuela y una tía se quedaron a dormir. Cancelaron las clases y el pollo se acostó a la una.

No supimos la magnitud del desastre hasta el día siguiente (y, en realidad, los números siguen creciendo).

No sé si es muy insensible subir un vicio ahora. Pero estamos juntando ropa y alimentos para las donaciones... y no sé de qué manera podría ayudar a alguien no escribiendo.

De todos modos, es un vicio bastante respetuoso (creo).

Spoilers de DH (so sorry, honey... you know I love you). Un momento perdido que necesitaba ser escrito. (Sólo espero hacerle justicia.)

Como quedarse dormido...
Vicio #25 - Labios

Es una batalla como nunca vio otra.

Ni durante la primera guerra, con Sirius y James en la línea de fuego, energizando el viento, gritando y luchando como si el fin del mundo corriera tras ellos (y no resistieran el impulso de burlarlo). Ni en el dormitorio de los chicos de la Torre de Gryffindor, durante la legendaria Guerra de las Bromas (desatada en la primavera de cuarto año) que remeció todo Hogwarts y toda Escocia. Ni siquiera en su imaginación, en esas escenas que Binns narraba sin emoción y que él re-editaba en su mente, con fuego y saliva y gritos heroicos, y la risa de sus amigos contra el cielo ensangrentado (ésas de las que habló sólo una vez en la vida, y a las que Sirius respondió con una risa perruna y un "por dios, Lupin, necesitas ayuda," que no hubiera sonado tan bien si no hubieran estado los dos desnudos sobre esa cama que nunca más sería la misma).

(Bajo las circunstancias, sonó como si toda la sangre de su cuerpo vibrara, y fuera por una vez libre de la luna, sólo Remus Lupin, desnudo sobre la cama.)

Esta batalla las supera todas.

Hay alumnos y maestros peleando en el campo. Familiares y amigos. Mortífagos. Aurores. Acromántulas trepando la Torre de Astronomía. Gigantes demoliendo las paredes del castillo. Desesperación de fondo, al ver Hogwarts destrozado. Y en medio del orgullo, esa sensación de vejez que trae el descubrirse luchando junto a antiguos alumnos (que apenas ayer preguntaban qué era un Boggart).

Neville Longbottom lleva el cabello largo. Dispara un Reducto desde una de las torres y le salva la vida. Cuando Remus voltea hacia la ventana, sólo un segundo (¡vigilancia constante! ¿quieres morir, Lupin? hubiera gritado Ojoloco, de estar entre ellos), el líder del Ejército de Dumbledore sonríe entre moretones, y avanza para seguir luchando.

(La última vez que se vieron, Neville Longbottom le temía a su profesor de Pociones más que a nada en el mundo.)

Al mismo tiempo (y eso lo confunde), se siente joven. Más joven de lo que se ha sentido en muchos años, con la sangre pulsando y los sentidos agudos, y el Lobo inquieto bajo la piel como un cachorro. Casi le cuesta no aullar, no salir corriendo hacia el Bosque Prohibido como si la luna lo estuviera llamando.

(O tal vez, no es la luna.)

Dora aparece de pronto, corriendo hacia él desde el castillo. ¿Qué hace aquí? ¿Y si está aquí, quién cuida a su hijo?

Tiene un hijo, por todos los dioses. Un hijo de Nymphadora.

Teddy lleva la sangre de Dora, y a veces le parece una traición quererlo tanto por eso. Porque de Ted Tonks lleva sólo el nombre, y tiene en cambio esos ojos grises que le derriten el alma, y que algún día romperán un pobre corazón que no podrá evitar quererlo de todos modos.

(Tal vez, no es la luna en absoluto.)

Dora pelea a su lado, y eso debería ayudar. Es excepcional en batalla. Pero se preocupa por él más de lo necesario y eso la distrae. Con todas las diferencias (que son muchas y muy obvias, y Remus no puede evitar notar todos los malditos días desde que accedió a esta locura), es incuestionable que Sirius y Nymphadora comparten genes.

- ¡Stupefy!

Tiene sentido que la guerra termine en Hogwarts, piensa. En Hogwarts, donde todo empezó.

(Y de pronto, lo sabe, donde todo termina).

Pelean a pocos metros del árbol del lago. Teddy se sentará allí algún día, cuando sus diminutas manos hayan crecido (y Remus no pueda ya envolverlas en las suyas). Sabe qué mundo quiere legarle. Y por primera vez, comprende realmente por qué pelea. Por qué Harry, James y Lily. Por qué la Orden.

Sabe (como se sabe que las nubes están compuestas de agua) que Dora pelea a su lado. Sabe (como se sabe que la magia existe) que no pelea solo. Tres varitas se alzan con la suya. Tres voces gritan ¡Protego! desde su garganta. Tres pares de piernas sostienen su cuerpo.

Sabe que ha cruzado el Velo mucho antes de que lo alcance el rayo verde que lo confirma.

No siente a Nymphadora caer sobre su cuerpo, morir a su lado.

Siente en cambio el sol de junio calentar su piel, el peso de los años abandonar su cuerpo.

Sirius, James y Lily se sientan bajo el árbol del lago. Sirius lleva el cabello suelto y la camisa se le levanta cuando se estira sobre la hierba. James se arregla los lentes, apoyado en el tronco, y el cabello de Lily es fuego entre sus piernas. Sirius hace una broma, que a Lily no le hace gracia. La risa de James contagia el viento.

Mientras avanza sonriente, Remus se pregunta por un segundo dónde está Peter.

Entonces recuerda.

Peter los traicionó. James y Lily están muertos. Sirius pasó 12 años en Azkabán y Harry creció sin familia. Sirius está muerto. Harry lo necesita. Ojoloco está muerto. Dumbledore está muerto y la batalla final de una guerra terrible se pelea en Hogwarts. Tiene un hijo de ojos grises con la sobrina de Sirius.

Él mismo, Remus Lupin, está muerto.

- Tengo un hijo, -es lo primero que consigue decir. James sonríe divertido. Lily sonríe.- Tiene tus ojos, -dice.

La sonrisa de Sirius sólo la siente contra sus labios.
*
Tabla 30 vicios
  

momentos perdidos dh, de las cosas serias, sirius/remus, 30 vicios-hp, de los viajes por el laberinto

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