Un vicio que comparto con Remus Lupin. Un poco apurada... ojalá les guste ^^.
Vicios compartidos y el sabor del tabaco en el subconsciente
Vicio# 18 - Tabaco
Gryffindor ha ganado la copa de Quidditch. La sala común es una fiesta en toda regla, con bulla, música, cerveza de mantequilla, gritos destemplados y James y Sirius montando un espectáculo.
No es que a Remus no le gusten las fiestas. Es sólo que a veces necesita un poco de espacio entre tanta gente. Se escapa a la habitación. Abre la ventana y se sienta en el borde, enciende un cigarrillo y observa el cielo despejado de junio. Las voces suben, intensas, jóvenes, celebrando la vida. El aire llega cargado de recuerdos.
Sirius fue el que les enseñó a fumar a todos. Una de esas noches de gramófono en la Torre de Astronomía. Fue a principios de setiembre, en su primera escapada nocturna de cuarto año. Sacó un paquete del bolsillo, se puso un cigarrillo entre los dedos, se lo llevó a los labios y lo encendió con la varita, con tanta naturalidad que no cupo duda de que lo estaba haciendo a propósito.
- ¿Alguien quiere uno?
Mostrando sus plumas.
James fue el primero en alargar la mano y tomar uno. Peter siguió a James. Remus se lo pensó un poco, pero no quiso ser (otra vez) el raro del grupo.
Todos se rieron cuando Peter tosió espectacularmente. Remus bajito. Sirius y James a carcajadas. Luego se atoró James, y quedó claro que atorarse no era ningún demérito. Remus aspiró despacio, la punta de la varita de Sirius tocando su cigarrillo. El humo era suave y el sabor intenso.
- Hasta el fondo, Lupin.
La voz de Sirius iba cargada de una burla ronca que Remus no había escuchado antes.
Hasta el fondo. Y luego hacia afuera. Suave, fluido, como un velo entre él y el mundo, el humo desdibujó la noche. Fue el único que lo hizo bien a la primera. (Se atoró con la segunda. Pero es que nada es perfecto.)
Un cigarrillo para cada uno. Y uno más, compartido entre él y Sirius.
Dedos que viajaban a los labios. El sonido del humo aspirado entre los dientes. Velos difuminados. Toses ocasionales entre bromas. Los dedos de Sirius rozando los suyos. Sus dedos rozando los dedos de Sirius. Puntos de luz roja ardiendo y muriendo en la noche.
Le gusta el sabor del tabaco. Que nunca sabe a hierba quemada en un rollo de papel delgado. Sabe a la Torre de Astronomía y a desafiar las normas. Sabe a volar en moto y a cuero negro. A secretos compartidos. A tardes junto al lago. A cerveza de mantequilla y ser parte del grupo. A 'qué me importa si hace daño, es mi cuerpo y yo decido... yo, y no la luna'. Sabe a rebeldía.
- ¿Lunático? ¿Qué haces aquí arriba?
- Quería un cigarrillo,- miente.
- Podías fumártelo abajo.
- Fumar en la escuela está prohibido.
A Sirius se le escapa la risa. No hace falta que diga 'como si alguna vez nos hubiera importado'.
- Soy Prefecto.
- Cierto.- El gesto de 'como si alguna vez nos hubiera importado' no deja su rostro.- Dame uno,- dice, y se sienta a su lado.
James fuma muy poco. Por lo general cuando beben, y sólo uno o dos en toda la noche (o va robándole pitadas a Sirius y nunca enciende uno propio). Dice que no le gusta demasiado, y que no puede ser bueno para su resistencia en el Quidditch. Pero todos han oído a Evans decir que no le gustan los fumadores.
Peter fuma si Sirius fuma. O no fuma, si James no fuma. A veces duda antes de coger uno, pero se nota que le gusta. Le cambia la actitud y parece más 'duro' por un instante. Remus sospecha que lo que le gusta, mucho más que fumar, es que lo vean fumando.
A quien le quedó el vicio fue a Remus. Ese sabor a tabaco en el subconsciente, ese velo de humo... Fuma cuando beben. Fuma cuando salen a Hogsmeade. Fuma algunas noches junto a la ventana. Fuma cuando se queda estudiando de madrugada. Una que otra luna, fuma en la Casa de los Gritos, mientras espera. Pero no todas las lunas, ni todas las madrugadas de estudio, ni todas las noches, ni todas las salidas a Hogsmeade. Nunca como rutina ineludible, y nunca cuando está realmente nervioso. Porque para dependencias, tiene suficiente con la luna, muchas gracias.
Sirius enciende el cigarillo con la varita. Aspira. Sonido, aire, humo, tabaco, dientes, dedos, labios...
- Rojo,- sonríe, y el humo escapa de sus labios.
- Siempre,- responde Remus.
El mundo mágico produce cigarrillos, de sabores exóticos y humo que dibuja mujeres danzantes, barcos y dragones. Pero Sirius fuma Lucky Strike rojo. Porque, si bien James y Peter fuman de vez en cuando, sólo Sirius comparte el verdadero vicio de Remus. Que no es fumar. Es el tabaco que nunca sabe a hierba quemada en papel delgado. Que sabe a ganas de romper con todo. A viento en el rostro y el rugido de la moto. A gente con la que puede ser él mismo. A 'estoy en Hogwarts y no puedes tocarme'. A 'métete tus reglas dónde mejor te quepan, me estoy fumando un cigarrillo Muggle'.
Se quedan junto a la ventana, saboreando el momento, hasta que James sube gritando que Marlene McKinnon está bailando sobre la mesa y Sirius tira el cigarrillo por la ventana, antes de volar escaleras abajo.
Tabla 30 vicios