Vicios ^^

May 07, 2007 12:48

No me había dado cuanta de que había pasado tantos días sin subir vicios.

Van 3 más.

Códigos
Vicio #19 - Porno

"Es interesante," comenta Remus.

"Ya lo creo," dice Sirius, con los ojos pegados a las figuras bidimensionales que se frotan y se retuercen en posiciones inimaginables, a dos por página y a todo color.

"Un poco denso al principio, pero es cuestión de hacerse al ritmo."

El 'ritmo' es precisamente el punto fuerte del libro. El Kamasutra Animado, robado de la biblioteca de los tíos de Peter la tarde de Navidad.

"Si mi madre llega a enterarse, no voy a necesitarlo nunca. Me castra seguro."

Pero James suelta un silbido y dice "tío, voy a mudarme a la India... eres mi nuevo Merodeador favorito," y de pronto la castración no parece una amenaza tan terrible.

Sirius le da tres vueltas al libro antes de preguntar "¿cuántas personas se supone que hay en este dibujo?"

"Dos," responde Remus, como explicando un problema de Aritmancia. "En el capítulo anterior se explica el encantamiento para conseguir los brazos extra. Aunque la sensibilidad no es la misma y personalmente no... ¿qué?"

Tres pares de ojos lo observan atentos.

"¿Lo leíste?" pregunta James, incrédulo.

"¿Las páginas sin dibujos?" pregunta Sirius, dolido.

Peter no pregunta nada, pero no hace falta.

Maldita sea. Lo ha vuelto a hacer.

Nunca, nunca, nunca terminará de entender los malditos códigos masculinos.

***

Muggle
Vicio #16 - Fastidiar

- ¿Qué pasa, pelirroja? ¿Nunca habías visto una escoba?

La voz de Sirius es burlona, pero no lleva veneno. Como mucho, fastidio por el aburrimiento.

Es su primera clase de vuelo. James, que probablemente aprendió a volar antes que a caminar, salió disparado apenas tuvo una escoba cerca. Sirius, que no puede resistir la oportunidad de lucirse, salió disparado detrás de él. Estaban jugando a 'quién se acerca más al piso en picado' cuando Hooch los obligó a descender, bajo amenaza de no dejarlos tocar una escoba en lo que quedaba del año. Llevan una hora castigados en tierra, entreteniéndose en picar a los fracasados que todavía no consiguen que la escoba los obedezca. Remus (que nunca se ha llevado bien con las escobas), una Hufflepuff de cara redonda, y la pelirroja.

Que parece querer fulminarlos con la mirada.

- Así no, Lupin. Con autoridad. La escoba tiene que saber quién manda.

- Arriba,- dice Remus, que sigue demasiado nervioso por su primera semana en Hogwarts como para transmitir 'autoridad'.

- Arriba,- dice la pelirroja a su lado, con autoridad indiscutible. La escoba sube, pero no se sostiene en el aire con firmeza suficiente.

- Nada mal, pelirroja. Un par de años más y vas a poder montarla.- James se une a la broma. Sirius ríe como ladrando. Remus frunce el ceño, pero no dice nada.

Esa noche, durante la cena, Peter habla de la clase sin parar. De cómo Hooch le enseñó la forma correcta de coger la escoba y ahora vuela mejor que nunca. De que si sigue mejorando, quiere ser Buscador del equipo de Gryffindor. De que James y Sirius tienen que entrar al equipo, porque lo que hicieron en clase fue absolutamente increíble. De cómo los veía desde arriba y les hacía señas, pero parecía que estaban distraídos con algo.

Remus parece de pronto muy interesado en su plato.

- No es nada. Estábamos picando a la pelirroja. Era la más divertida del grupo.

- ¿Evans?

- Ésa. No recordaba su nombre. Por Merlín, parecía que no había visto una escoba en su vida.

- De hecho...- dice Remus con voz amable, sin levantar la vista del plato.- Lily Evans es de familia Muggle. Lo más probable es que no haya visto una escoba en su vida. Al menos, no una que pueda volar.

Sirius y James abren mucho los ojos, y hay silencio en la mesa por un momento.

- Oh,- dice James eventualmente, y parece avergonzado.

- Vaya,- dice Sirius luego, pero suena más bien sorprendido.

La semana siguiente, tienen su segunda clase con Hooch. Peter no vuela nada mal, para ser sinceros. Pero Sirius y James vuelan espectacularmente, y se llevan toda la atención. Remus consigue alzar vuelo (si bien no le gusta mucho la idea). Lily Evans, la pelirroja, se queda en tierra repitiendo la orden sin desanimarse hasta que, casi al final de la clase, la escoba obedece y ella la monta unos cuantos metros, los ojos encendidos entre la fascinación y el terror absoluto.

Desde lo alto, a James le parece la expresión más intensa que ha visto nunca, y Lily Evans la persona más valiente que haya conocido en la vida.

***

Mentiras
Vicio #12 - Mentir

No es que a Remus le guste mentir. Es sólo que... a veces ni siquiera se da cuenta. No lo procesa de esa manera. No piensa estoy mintiendo, piensa es un secreto. Piensa nadie puede saberlo. No hay nada de malo en guardar secretos. Hay cosas que no son asunto de nadie, y no tiene ninguna obligación de contarlas.

No es lo mismo que mentir.

- ¿Tu madre sigue enferma, Lupin?

Tenía doce años la primera vez que lo descubrieron. Llegó cansado a la habitación, después de una luna llena, para encontrar a sus tres compañeros esperándolo. Supo que algo andaba mal inmediatamente, y temió lo peor (lo cual no estaba tan ligado a su aguda percepción como al hecho de que vivía temiendo lo peor desde su primer día en Hogwarts). Perdió la sangre en el rostro, y entre eso y el cansancio de la luna, no sabe bien cómo pudo seguir en pie. James lo miraba con una curiosidad que no podía ser sana. Peter tenía los ojos grandes como platos, y el miedo que reflejaban era el mejor indicativo de lo que estaba pasando. Sirius parecía más enojado que sorprendido, y fue el primero en hablar.

- Nos mentiste.

Entonces, por un segundo, Remus pensó que se había equivocado. Que esto se trataba de alguna otra cosa. Porque su maldición, la enfermería, las escapadas en luna llena, no eran mentiras. Eran su secreto. La enfermedad de su madre, las 'visitas' mensuales, los 'animales que lo habían atacado', eran sólo mecanismos para ocultar el secreto. Un segundo. En el segundo siguiente, Remus fue capaz de ver por primera vez el mar de mentiras en el que vivía. Fue cuando le fallaron las piernas y cayó sentado sobre la cama de James.

James fue el primero en comprenderlo. La licantropía, las mentiras, todo. Puedes confiar en nosotros, decía. Somos tus amigos. Y Remus lo escuchaba con los ojos llenos de lágrimas, porque por primera vez tenía amigos que sabían lo que era y no lo abandonaban. Amigos leales. Amigos de verdad. Y les había estado mintiendo.

- Lo siento,- fue lo único que atinó decir, antes de ponerse llorar como una niña.

Cuando pasó el shock del primer momento, empezaron las preguntas. ¿Cómo es? ¿Qué se siente? ¿Estás seguro de que no pasa nada si no hay luna llena? ¿Lo sabe alguien? ¿Qué edad tenías? ¿Tú mismo te haces todas esas heridas?

Las respondió todas con la verdad.

Pasaron un par de semanas antes de que las cosas volvieran a la 'normalidad'. Un par de semanas en las que descubría a sus amigos observándolo, casi todo el tiempo. Peter, nervioso, desviaba la mirada inmediatamente. James, curioso, sonreía con un gesto que hacía que Remus se preguntara si realmente quería saber qué estaba pensando. Sirius simplemente lo miraba, sin preocuparse por ser descubierto, con ese descaro Black con el que hacía todo. A veces había curiosidad en sus ojos, y era el que hacía preguntas más directas sobre la transformación. A veces había tristeza.

Luego, la 'normalidad' se transformó en algo mucho mejor que el mejor de sus sueños. Porque ya no eran Sirius y James y dos amigos que los seguían por los pasillos. Ahora eran cuatro compañeros. Cuatro que lo compartían todo: las bromas, los castigos, las ideas, los secretos. Cuatro merodeadores nocturnos, invencibles, inseparables.

- Lupin...

- ¿Perdón?

- Pregunté si tu madre sigue enferma. Como ayer faltaste de nuevo...

- Por supuesto que sigue enferma, no necesita que se lo recuerdes.

Sirius miente por él.

- Realmente, Shacklebolt, ¿no ves lo cansado que está? ¿Te parece una pregunta necesaria?

James miente por él.

- Ya, Remus, no pienses en eso. Desayuna tranquilo.

Peter miente por él.

- Perdona, Lupin. No quise hacerte sentir mal.

- No te preocupes, no pasa nada.

Visitas mensuales a su 'madre enferma', la Casa de los Gritos, hombres-lobo, animagos ilegales... Están tan acostumbrados a mentir que a veces ni siquiera se dan cuenta.

Sirius se estira en la mesa, con esa elegancia desenfadada de aristócrata rebelde. Lleva la túnica abierta y la camisa por fuera del pantalón. Muestra todo el cuello, y esa curva (justo esa) que se estira hacia sus hombros y que provoca tanto morder. Todas las chicas cercanas (y la mitad de las lejanas) voltean a verlo. Remus no se da cuenta de que él también lo está mirando hasta que el mismo Sirius parpadea y pregunta "¿qué pasa?"

- Nada,- dice Remus inmediatamente, y vuelve a fijar la vista en su desayuno.

Y no piensa estoy mintiendo. Piensa es un secreto y nadie puede saberlo.

***

Notas de la autora (porque hoy me provocaba comentar ^^):

Sobre Códigos: fue el primero que escribí, a raíz de algo que piensa James sobre Remus en Lupercalia (también conocido como 'el fic que algún día terminaré'). Así que es el iniciador de todo y el culpable de que me inscribiera en los 30 vicios ^^.

Sobre Muggle: Ah... los pequeños sangre-pura de Gryffindor...

Sobre Mentiras: Alguien en ffn me dejó un comentario de otro drabble diciendo algo como "dime la verdad ¿eres Remus Lupin?" Y a veces sospecho que maldita sea, lo soy.

Todos los vicios, todos (tabla 30 vicios)
 

sirius/remus, mwpp, 30 vicios-hp, james/lily

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