Jul 20, 2011 22:33
No tiene nombre, no soy buena para ellos, está del asco, pero bueno xD, es de los primeros que escribí :D!
La lluvia había comenzado a caer y golpeaba la ventana del cuarto cada vez más ruidosamente. Yuri y Yamada hacían tarea en el cuarto del segundo, ya habían terminado de cenar y aun faltaba mucho para poder completar la investigación que habían decidido hacer en pareja. Después de casi un mes habían regresado a la escuela y debían apurarse para recuperar el tiempo perdido.
-¿Yama chan?- dijo Yuri levantando la mirada del libro que estaba leyendo.
-¿Mmm…?- musitó Yamada sin desviar la atención del monitor de su computadora.
Yuri se acercó por la espalda de Yamada y lo envolvió en un abrazo, se acercó a su oreja y le dijo: - no sería bueno tomar un pequeño descanso- y cuando terminó la frase comenzó a dar pequeños besos en los lunares que, según él, le pertenecían.
-Basta Chinen, tenemos que acabar esto…- dijo molesto porque Yuri sabía donde tocarlo para volverlo loco y de verdad necesitaban terminar el trabajo. -Recuerda que es nuestra calificación final- terminó Yamada, volteándose hacía Yuri solo para quitarlo de encima de una manera un poco brusca.
-Yama chan, ¡estoy muy cansado! - se recostó en la cama de Yamada un poco indignado por el empujón- además desde que regresamos del concierto tú no me… - pero se paró en seco y se limitó a rodarse y darle la espalda a Yamada.
-Pero a qué te refieres, todos los días intento darte un beso de buenos días, pero muchas veces yo…- comenzó Yamada a hablar sin sentido cuando de repente se quedó pasmado por unos momentos, había olvidado por completo el cumpleaños de Yuri, vio su calendario, habían pasado ya cuatro días desde esa fecha especial. No podía creer que tan tonto era como para olvidar un día tan importante. Sus ojos regresaron a la espalda de su novio. -Yuri… lo siento mucho… yo, he estado muy ocupado últimamente, mi madre no me deja pasar tiempo…- de nuevo inició la palabrería pero calló casi al momento. Tomó aire, pasó su mano por la cabeza y dio un largo soplido.
Yuri estaba a punto de llorar, en los años que llevaban conociéndose Yamada nunca había olvidado su cumpleaños, hasta ese, el primer cumpleaños que iban a pasar juntos, no solo como amigos, si no como algo más. Ya no escuchaba ningún ruido proveniente de su espalda, pero no quiso voltear, quizá Yamada seguía ocupado con el trabajo, seguramente le interesaba más que su propia relación.
Yamada se acostó a lado de Yuri y lo abrazó, sintió el sobresalto de Yuri, pero no se separó ni un segundo de su lado, hundió la cabeza en su cabello y aspiró profundamente el olor de su cabello, mucho tiempo había pasado desde que habían estado en esa situación, solos los dos en una cama.
-Lo siento, Yuri - acercó aun más el cuerpo de éste y sus labios tocaron su oreja ligeramente- soy muy malo por olvidarlo.
-Sí, mucho, pensé que porque ahora somos novios te ibas a acordar, pero no… ya veo que no te importo- se separó un poco de Yamada empezando a portarse como un niño pequeño.
Yamada optó por ignorarlo, y besó la parte desnuda del cuello de Yuri. Éste se quedó quieto al momento de sentir el contacto de esos labios que lo volvían loco. - Así está mejor…- se levantó un poco de la cama para tener mejor acceso a su cara- cuando no hablas eres aun más lindo- continuó besando la cara de Yuri comenzando con la quijada, dio un pequeño beso en la nariz y en los ojos. Sostuvo la cara de Yuri lo más cerca posible e hizo que volteara su cuerpo para que estuviera dando de frente a él. Yamada se movió encima de éste y aprisionó sus caderas con sus piernas, se inclinó a su oído y simplemente murmuró- Te amo - y besó sus labios tiernamente, despacio, disfrutando el momento. Los truenos se acercaban cada vez más, cimbrando los vidrios.
Yuri había esperado por esas palabras desde hace tiempo, no pudo hacer nada más que rendirse al encanto de Yamada, sus manos se perdieron en su cabello y cuello, mientras, Yamada acariciaba sus costados, mientras intentaba no aplastar por completo a su novio. Yuri terminó el beso, ya comenzaba a marearse por la falta de aire y por último le dio un pequeño beso en los labios. -Yama-chan, tú crees que podamos…- dijo aún perturbado por el largo y profundo beso.
-Hacer ¿qué?... - sin comprender el sentido de las palabras de Chinen- ya estamos descansando, ¿no?
- ¡No! Yo hablaba de… de que tú y yo tengamos… - evitando por completo el ser directo.
Yamada lo vio atentamente a los ojos para descifrar lo que estaba intentando decirle, siempre era lento para saber qué era lo que pasaba por la mente de su novio. Cayó en la cuenta de que el chico que estaba en sus brazos hablaba de hacer algo más, no sol besarse y acariciarse encime de la ropa. Yamada se puso inmediatamente rojo y tapó su boca por la sorpresa. -Yuri, yo… es que nunca pensé que tú… quisieras eso - dijo, tratando de evitar su mirada.
Yuri no pudo evitarlo, se veía tan adorable en esa situación, con la cara sonrojada y muy avergonzado, lo sujeto por la nuca y lo besó intensamente. Yamada estaba un poco rígido al principio, pero, los labios de Yuri lo calmaron un poco y le siguió el juego.
-Quiero que seas mío…- fueron las últimas palabras de Yamada esa noche. Las manos de Yuri comenzaron a recorrer la espalda de Yamada, le encantaba que fuera tan ancha, llegó al final de su camisa y metió las manos para sentir por primera vez la piel escondida del cuerpo de su amante. Yamada seguía entretenido con los labios del menor, los mordía delicadamente, disfrutaba la textura del labio inferior. Poco a poco el calor se hacía más insoportable, sin importar el frío que había por la lluvia que caía, Yamada dejo de besar los labios de Yuri para ponerse al nivel de los botones de su camisa, mientras iba desabotonándolos, iba besando la piel desnuda. Metió las manos entre la tela y su cuerpo, lo acarició unos segundos y después hizo que Yuri se levantara para quitarle por completo la primera prenda. La aventó a lado de su cama y se quedó unos segundos admirando su torso sin ropa. Primero, Yamada pasó la punta de su dedo por el brazo izquierdo de Yuri, mientras subía el dedo, su piel se estremecía. Avanzaba por el hombro, pasó por la clavícula y al final llegó a sus pezones. Su boca fue atraída instantáneamente a esa zona, dio un pequeño beso, mientras que con una mano se ocupaba del pezón libre. Lo besaba de la manera más gentil posible, no quería lastimarlo por ningún motivo. Su lengua salió para degustar la piel rozada, ésta se hinchaba de placer. Yuri suspiró fuertemente, Yamada supo en ese momento que hacía bien su trabajo. Cambió de lado e hizo lo mismo con el otro pezón.
Yamada podía comenzar a sentir la excitación de Yuri crecer en su entrepierna, a él también le comenzaban a quedar chicos los pantalones. Yamada desabrochó el cinturón y después el pantalón de Yuri, comenzó a tocar su miembro por encima de la ropa. Metió la mano incluso debajo del bóxer, Yuri soltó un grito ahogado. Se levantó por un momento y dejó su trabajo para quitarse la ropa, Yuri lo ayudó, estaba desesperado por tocarlo. Yuri daba besos fugaces al pecho de Yamada mientras se deshacía de su pantalón y quedaba a la orilla de la cama. Su bóxer dejaba ver más la erección del pene. Yamada recostó al otro, se puso encima de él de nuevo y recorrió su cuerpo con su nariz hasta llegar al comienzo bóxer y se lo quitó muy despacio, éste cayó encima de la pantalla de la computadora. Con una mano rodeó al miembro y besó la punta, sus labios acariciaron cada parte del pene y la mano ayudaba duplicar el placer.
Yuri se resistía a gritar, pero cada movimiento de su novio le hacía más difícil seguir callado. Se sujetó de las sábanas cuando sabía que iba a llegar a su primer orgasmo. La eyaculación tomó por sorpresa a Yamada, pero éste siguió lamiendo su pene.
Yamada regresó a los labios de Yuri recostándose en él, lo abrazó y lo volteó para quedar abajo. Seguían besándose, mientras Yamada manoseaba el trasero de Yuri. Lo levantó un poco de sí mismo y puso su miembro en la entrada del más pequeño.
-Hazlo ya, Ryosuke- le dijo Yuri, muy bajito en el oído.
Lo bajó poco a poco para que pudiera entrar despacio su pene. La cara de Yuri se desfiguro en una cara de dolor. Yamada se detuvo unos momentos. Se sentó, sin soltar a Yuri y lo besó de nuevo, acarició su cuello y lo mordió con dulzura, continuó con sus labios y siguió con la penetración. Gran parte del dolor había desaparecido y dejaba espacio al placer. Yamada entró por completo, Yuri comenzó a hacer movimientos circulares con su cadera. Los besos seguían, el ritmo de ambos se aceleraba, la cama de vez en cuando crujía debajo de sus cuerpos, el corazón de los dos bombeaba más y más rápido. Uno que otro gemido lograba salir del cerco de sus dientes. Yamada comenzaba a tener una nueva sensación en su cuerpo, se comenzaba a hacer adicto a ella. Yuri sabía ya lo que se sentía, solo le quedaba esperar tener esa explosión de sensaciones que hacía poco había experimentado por primera vez. Minutos después la acumulación de los sentidos se hacía muy insoportable, tenía que explotar en cualquier momento. Y sucedió, Yamada tuvo su primer orgasmo aun dentro de Yuri y éste el segundo de la noche. Yuri clavó sus uñas en la espalda de Yamada. Cayeron rendidos en la cama, la lluvia y el mundo seguían su curso fuera de la ventana, pero por un momento sólo fueron ellos.
fic,
yamachi