Tras tres días más en la UCI la mejoría había sido lo suficientemente buena para decidir su traslado a planta, aunque todavía tendría que continuar con los antibióticos por vía intravenosa un tiempo más. Como otro dato positivo a añadir, el día antes de su traslado a planta le habían empezado a reducir las dosis de analgesia, con la intención de ver como su organismo reaccionaba y si el hecho de bajarle la medicación no le provocaba ninguna sensación de dolor que no fuese la correspondiente a llevar demasiados días en una cama sin moverse y la consecuente atrofia de sus músculos y eso sin duda era bueno desde el momento en que su mente empezaba a estar más clara y podía permanecer más tiempo despierto.
Únicamente cuando tocaban las malditas curas diarias, la enfermera, por precaución y a petición del propio Jared, se la volvía a subir, pero el efecto no duraba más que una hora y media y por mucho que Jensen protestase, en el fondo no podía negar que agradecía que durante esos momentos desagradables, lo ayudasen a llegar a un estado en el que volvía a moverse entre algodones.
Una de las mejores novedades de su subida a planta fue encontrarse con que, de algún modo, alguien había conseguido que dispusiesen de una cama supletoria en su habitación, con lo que Jared podía estar con él las 24 horas del día, lo que sin duda era de agradecer cuando por culpa de alguna pesadilla se despertaba empapado en sudor en medio de la noche.
La otra novedad a destacar, había sido que a partir de su segundo día en planta un fisioterapeuta había empezado a pasar todos los días por su habitación para masajearle y tonificarle los músculos de las piernas y de los brazos. Y aunque cada vez que ese hombre se marchaba de allí, Jensen quedaba tan agotado que pensaba que podría dormir hasta su siguiente sesión, la verdad es que sentir como su cuerpo empezaba a perder ese especie de morbilidad que lo llevaba acompañando desde que se había despertado, no dejaba de ser una sensación fantástica.
Tal y como le había prometido Jared, éste le había ido contando detalles desde el mismo momento que él mismo recordaba haberse despertado en ese hospital. Le había hablado de Terry, a quien todavía no había podido conocer y con quien se sentía en deuda por haberse jugado su propio pellejo por ir a rescatarlo. El caso es que, en tan solo unos días, el castaño le había contado tal cantidad de cosas que en algunos momentos su cerebro necesitaba desconectar para poder descongestionarse un poco.
No podía negar que en esos momentos, más que nunca, le encantaba oír la voz de Jared tan animada como siempre que estaba feliz hablándole sin parar, pero por la misma, eso le había recordado lo agotador que éste y su hiperactividad podían llegar a ser.
Sin embargo, los temas más delicados, relacionados con su estado de salud y su estancia en ese hospital, habían corrido por cuenta del doctor Valderrama.
Como era de esperar, el saber que llevaba prácticamente un mes ingresado, que había permanecido en coma durante dos semanas y que durante la primera de ellas su estado había sido complicado hasta el punto de no saber si saldría adelante, lo había dejado afectado. Le había explicado la gravedad de su infección y de los motivos por los que se encontraba todavía tan cansado y por supuesto teniendo que depender de los antibióticos por vía venosa. Y luego por supuesto estaba el tema de la violación.
Por lo que el propio Jensen le había contado de sus últimos recuerdos en el campamento, no recordaba nada de ese episodio desagradable, sin embargo, cuando el médico le había explicado que en unos meses tendría que repetir el test de la hepatitis y el del VIH el rubio tuvo claro que era lo que le había pasado. Es más, eso explicaba el tema de las curas.
En el fondo lo sabía e incluso podía imaginarse quien había sido. Encajarlo no había sido fácil y de hecho no había podido evitar que un absceso de náuseas ascendiese por su garganta hasta el punto de hacerlo vomitar. Pero por otro lado era afortunado por el hecho de no acordarse de nada y sobre todo por algo mucho más importante: esa pesadilla por fin se había acabado y no sólo estaba vivo, sino que además Jared también lo estaba.
Esa mañana de miércoles la sesión con el fisioterapeuta había acabado con el literalmente, básicamente porque después de los masajes de rigor, este había avisado a un par de enfermeras para obligarlo a levantarse de la cama y tratar de permanecer unos instantes de pie para después intentar dar unos pasos hasta una de las butacas. Unos pasos que habrían acabado con él en el suelo de no ser porque tanto las enfermeras como el propio Jared estaban allí para sujetarlo. Por supuesto, tras el mareo inicial, la sensación de que todo el suelo bailaba bajo sus pies y el convencimiento de que no iba a poder dar un paso sin irse de bruces al suelo, el llegar a aquella silla, sudando como si hubiese corrido la maratón de nueva york había sido una sensación increíble.
Pero claro, ese sobre esfuerzo lo había dejado baldado hasta el punto de quedarse frito en la cama así como le habían llevado la comida. Una comida de hospital que tras semanas sin ingerir nada sólido y tras dos meses y medio alimentándose a arepas, la había saboreado como si estuviese comiendo una hamburguesa de una libra de carne preparada al estilo más puro estilo tejano.
Se despertó al creer oír la voz de Jared entremezclándose con otra que no conocía. El castaño estaba hablando animadamente con un hombre de unos cuarenta y pocos con el que parecía haber hecho muy buenas migas. Se incorporó ligeramente, tratando de no hacer ruido para no interrumpirlos, pero sus movimientos todavía seguían siendo algo torpes y como era de esperar, así como la sonda de la intravenosa se movió un poco el castaño y el otro hombre giraron la cabeza hacia la cama.
- Hey... - Jared se levantó mostrando una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola - le devolvió la sonrisa, sin evitar poder apartar la vista de la otra persona.
- ¿Has descansado? - Así como llegó a su altura lo ayudó a sentarse en la cama sin hacerse ningún cristo con las entradas de las vías, por supuesto todo ello acompañado por una buena dosis de caricias gratuitas y un sabroso beso, sin importarle si estaban solos o no.
- Vaya… me gusta esta forma de despertarme - le devolvió el gesto acariciándole lentamente la mejilla -… ya lo creo que he descansado. Ese paseo kilométrico me ha dejado para el arrastre.
- ¿Y lo bien que los has hecho, qué?
- Uhmmm…, mentiroso - se frotó los ojos tratando de desperezarse algo más - ¿He dormido mucho?
El castaño miró su reloj - Unas tres horas.
- Vale…, entonces si que he dormido mucho.
Jared se dio cuenta de las miradas de reojo de Jensen hacia la otra persona y por un momento se sintió un desconsiderado por no haber hecho la parte que le correspondía.
- Jen, éste es Terry... Terry, este es Jen.
- ¡Ohh! vaya… yo - el rubio se sintió atorado por no imaginarse antes quien podía ser esa persona -… yo debería de haberme dado cuenta. Lo siento…, mi cabeza a veces aún va demasiado lenta.
Terry se acercó hasta la cama y le estrechó la mano - Ni se te ocurra disculparte. ¿Cómo lo vas llevando?
- Pues… supongo que bien… aunque no veo el momento de salir de aquí.
- Bueno…, poco a poco. Créeme que de cómo te encontré a como te veo ahora media un abismo.
- Eso me han contado.
- Pero bueno, al menos me hiciste caso como no podía ser de otra manera.
Jensen lo miró sin entender a qué se estaba refiriendo. Según le habían explicado, había llegado al hospital inconsciente y él no recordaba haber visto a Terry ni tan siquiera unos segundos. De todos modos, tampoco era momento de hacerse demasiadas preguntas.
- Yo…, quería agradecerte todo lo que has hecho por nosotros. Mi madre y Jay me han ido contando.
- Bueno… - el hombre trató de quitarse mérito -… al fin y al cabo era mi trabajo. Además, de haber sido algo más ágil habría podido evitar ciertas cosas.
Jensen entendió perfectamente por donde iban los tiros y trató de sacarle importancia, sobre todo porque a esas alturas Jared no sabía nada de la violación y no quería que se enterase en ese momento. No hasta que estuviesen de vuelta en Vancouver, descansando tranquilos en su casa y sin Jared preocupado por el hecho de que pudiese tener cualquier recaída.
- En serio…, está todo bien… me va a faltar tiempo para agradecerte lo que has hecho.
- Bueno… tal vez me lo podáis pagar invitándome un día al set de rodaje si me cuadra estar por Vancouver.
- Ufff… la serie - suspiró Jensen - Eso si cuando volvamos seguimos teniendo serie.
- Estoy seguro de ello… - puntualizó el hombre -… creo que tenéis unos fans que están amenazando con reventar la sede de la cadena si se les ocurre cancelarla.
Jensen se quedó viendo para Jared buscando una explicación.
- Bueno… no exactamente eso, pero el fandom está revolucionando la red. Sólo hizo falta que saliese un rumor de sabe dios donde de que la cadena la cancelaba para que se montase la de dios y claro, la cadena ha tenido que desmentirlo.
- Vaya… - Jensen sonrió entre aliviado y sorprendido después de tantos años del poder que su fandom podía llegar a tener -… pues entonces date por invitado al set y a nuestra casa, cuando quieras.
- Tendré que buscarme un trabajillo por ahí para tener no tener excusa.
- No necesitas excusa para venir. Ni tú ni el resto de tu equipo.
- Uyyyyyyyyy…, a esos mejor no se te ocurra decirles nada, porque en cuanto menos te lo esperes se harán fuertes y ocuparán tu casa.
- Vale…, tomo nota… No equipo. Por cierto, Jared se equivoca.
- ¿Yo?... ¿en qué me equivoco?
- Si qué te das un aire a Russell Crowe, sólo que Jay siempre ha sido un desastre con los parecidos.
- Pues entonces en este caso me lo tomaré como un cumplido.
Donna y Sherry entraron al día siguiente en la habitación de Jensen hablando con el doctor.
- Entiendo su postura Sra. Ackles, pero creo que por unos días más, sería recomendable que Jensen permaneciese en este hospital.
- Pero usted mismo nos ha dicho que Jen está en condiciones para viajar y entienda que cuatro meses es demasiado tiempo para mi familia y para la de Jared.
- Entiéndame. Está en condiciones pero con sus limitaciones - trató de convencerla el médico Pero el viaje no deja de ser muy largo. La diferencia de presión podría afectarle. No hay nada más pesado que viajar en un avión no encontrándose bien. Al menos deberían esperar a que le retirásemos las últimas intravenosas.
- En ese sentido está todo controlado. La cadena se ha puesto de acuerdo con la aseguradora y nos trasladarán en un avión privado, con un equipo médico por si pasase cualquier cosa. - Insistió la mujer - Al fin y al cabo es lo mínimo que pueden hacer para compensar de algún modo su mala conciencia.
Jensen, que había estado escuchando atentamente la conversación no pudo aguantarse más.
- ¿Me… me voy a casa? - se corrigió - ¿nos vamos a casa?
- Parece que tu madre tiene claro que sí - le contestó el doctor, quien a pesar de no estar de acuerdo con la idea, no pudo ocultar una sonrisa al ver la cara de ansiedad de Jensen -… Aunque yo sigo opinando que deberías de quedarte aquí unos días más.
- Pero… yo estoy bien…, quiero decir… vale, no para echarme a correr, pero me encuentro lo suficientemente fuerte para viajar.
- No te precipites Jen… - le corrigió su madre -… si el doctor está medio convencido es porque así como llegues a Vancouver vas a seguir ingresado unos días en el hospital.
- ¿Qué? - toda la emoción del momento se le bajó de golpe - Pero… puedo descansar en casa… tengo treinta y cuatro años… no soy ningún crío que vaya a hacer alguna tontería. Además está Jared.
Así como estaba terminando esa frase, Jared entró por la puerta de la habitación con un café en la mano.
- ¿Yo estoy para qué? - preguntó con curiosidad.
- Para que no haga ninguna tontería en Vancouver
Al castaño casi se le cae el vaso al suelo - ¿Nos vamos a casa?... ¿Te dan el alta?
- ¡No! - ambos chicos se quedaron perplejos por la reacción de las otras tres personas que estaban en la habitación y que habían contestado a la vez de un modo contundente
- ¡Vale!... Jen, ¿qué les has hecho que están de lo más alterados?
- Déjalos… - Jensen se encogió de hombros - al fin y al cabo parece que yo aquí ni pincho ni corto.
Finalmente, el doctor Valderrama pareció quedar medianamente convencido. Tal vez tuvo algo que ver la llamada de teléfono que había mantenido con uno de los médicos que iría en el avión y que se encargaría del ingreso inmediato del rubio así como aterrizasen en el aeropuerto internacional de Vancouver.
El médico había vuelto a la habitación, donde ambos chicos, acompañados por Chris y Steve estaban expectantes como quien espera un veredicto.
- Está bien…, parece que está decidido. Mañana vuelves a casa.
El viaje de regreso, tal y como había predicho el doctor Valderrama, se les había hecho especialmente largo, y eso a pesar de viajar con todas las comodidades posibles que a uno le permite viajar en un avión privado.
De hecho, a quien se le había hecho más corto el viaje y quien mejor lo había llevado había sido Jensen, sin duda alguna ayudado por una pequeña dosis de sedante y relajante muscular que lo había ayudado a dormir la práctica totalidad del viaje, despertándose de aquella manera cuando estaban a punto de aterrizar y sólo porque Jared supuso que le gustaría poder ver como se acercaban a la ciudad.
Lo bueno de viajar en ese avión privado es que, así como habían aterrizado, habían trasladado el avión hasta uno de los hangares, donde una ambulancia los estaba esperando para poder traslada a Jensen hasta el hospital directamente y sin que nadie tuviese que enterarse de lo que había pasado exactamente ni de su estado actual.
Una vez en el hospital lo habían trasladado al ala correspondiente a los pacientes con coberturas privadas, donde lo instalaron en una habitación que, de no ser por la cama de hospital y el equipamiento médico, cualquiera la habría podido confundir con una habitación de hotel.
- Creo que hay alguien empeñado en que nos olvidemos de cierta demanda a base de llevarme entre algodones - había bromeado Jensen.
- Pues que se esfuercen - le rebatió el castaño - De todos modos, creo que aunque tú o yo decidiésemos hacer la vista gorda, la cadena no lo va a permitir.
- ¿Quieren compensación por el retraso del rodaje?
- Bingo.
- Joder… ¿hasta de esto van a sacar provecho? - lo miró con cara de incredulidad - recuérdame que cuando ya nadie nos quiera contratar montemos una cadena de televisión.
- ¡Vale! - Jared lo ayudó a recostarse en la cama para que pudiese seguir descansando un poco más.
Sin embargo, no había pasado ni media hora desde que lo habían instalado, cuando uno de los médicos, acompañado por una enfermera y un celador habían entrado en la habitación para llevarse a Jensen a hacerle un reconocimiento completo, no volviendo a la habitación hasta casi dos horas más tarde, lo que hasta cierto punto había sido una ventaja para el rubio, ya que, así como entraba en la habitación claramente cansado de todas las pruebas se había encontrado con Jared pidiéndole a centralita que por favor en lo sucesivo capturasen todas las llamadas y que no les pasasen ni una más en lo que quedaba de día.
Donna y Sherry se habían instalado en uno de los hoteles más cercanos al hospital, a pesar de que los chicos habían insistido en que usasen su casa. Sobre todo porque ésta iba a estar vacía, ya que Jared se iba a quedar el resto de los días que fuese necesario en el hospital, y por los que les había dicho el médico que había llegado a la habitación unas horas más tarde con los resultados de algunas pruebas, tendría lugar en aproximadamente una semana.
- ¿Una semana más encerrado? - Jensen se había llevado las manos instintivamente a la cara como un gesto de incredulidad.
- Es una cuestión de precaución Sr. Ackles.
- Pero si es simplemente por precaución no lo entiendo.
- Sus análisis muestran todavía presencia de la bacteria que le provocó el cuadro de sepsis. Los volúmenes son bajos, de acuerdo, pero el ejemplo más evidente de que aún no está bien es que todavía sigue teniendo algunas décimas de fiebre.
Jensen chasqueó los dientes a modo de disconformidad.
- Por otra parte - continuó el médico - como le habrán explicado en el hospital anterior, el tratamiento al que le han estado sometiendo ha sido muy agresivo y ha descompensado algunos parámetros en sangre que es necesario controlar y tratar de restablecer lo antes posible. Y no estoy hablando de una anemia sencilla que se cura con pastillas de hierro. No sé si me entiende.
- Pero… ¿eso no lo puedo hacer en casa?
- Sí, pero no ahora. Una vez que le demos el alta hospitalaria deberá seguir su recuperación en casa con tranquilidad y continuar con ciertos cuidados y un tratamiento de mantenimiento durante un tiempo bastante largo.
- Pero… yo no puedo permanecer sin trabajar de manera indefinida - ahora el tono de Jensen sonaba preocupado - Usted sabe que de mi trabajo depende el trabajo de mucha gente, como por ejemplo el de Jared.
- ¡Qué le den al trabajo, Jen!
- Sabes que no es tan fácil Jay - entendía que el castaño estuviese preocupado, pero también era consciente de que, si finalmente la serie no la habían cancelado, lo que no podían era posponer el inicio de rodaje de un modo indefinido. Y en esto le daba igual Sera o la cadena. A el le preocupaban el resto de sus compañeros, sobre todo los de aquellos que estaban detrás de las cámaras y que ni mucho menos tenían un sueldo tan jugoso como el de ellos.
- Nadie le está diciendo eso - el médico se dio cuenta de que no se había explicado bien - Por supuesto que va a poder trabajar, pero sin excesos al menos durante el primer mes.
Vio que Jensen le iba a replicar e hizo un gesto con las manos para que lo dejase continuar
- Estoy seguro de que la cadena se las sabrá ingeniar para que puedan ir rodando poco a poco sin arriesgarse a tener que retrasar nuevamente el rodaje por culpa de que uno de sus protagonistas ha tenido una recaída.
- Está bien… - Jensen se dio por vencido -… lo entiendo. Es sólo que estar las veinticuatro horas del día metido en una habitación, por muy cómoda que esta sea llega a ser desquiciante.
- Si es por eso no se preocupe. Según indica su informe previo no hace mucho que ha empezado con las sesiones de fisioterapia y por lo que he podido comprobar, sus piernas…, especialmente la herida - señaló hacia su gemelo y hacia los dos orificios de la herida que aún empezaban ahora a cerrar con normalidad, tras un mes entero de drenaje y curas - necesitan ganar urgentemente tono muscular. Sobre todo si pretende encontrarse en un estado medianamente óptimo para empezar a trabajar.
- Estoy de acuerdo - Jensen sabía de sobra que aún le quedaba un buen camino para estar ya no como antes del secuestro, sino como antes de haber contraído malaria.
- Por eso mismo, a partir de mañana retomará las sesiones de fisio. Vamos a tratar que sean unas sesiones intensivas pero adaptadas a su estado actual. De todos modos, créame que por experiencia con otros pacientes esas sesiones suelen resultar agotadoras.
- Y usted créame que en estos dos últimos meses tanto Jared como yo nos hemos acostumbrado a llevar nuestro aguante físico a situaciones a la que nunca pensamos que seríamos capaces, así que no se preocupe por ello.
Si Jensen estaba preocupado porque las horas no se le diesen pasado en esa habitación de hospital, al final había acabado echando en falta el no tener más tiempo para estar, si no viendo para el techo, al menos sí para tener tiempo de estar a solas y tranquilamente con Jared.
Desde que había ingresado en ese hospital, las visitas sencillamente se habían convertido en una especie de locura. De acuerdo que algunas como las de la mañana siguiente, en la que habían estado su padre y Mac y la de dos días después entre las que estaba la visita de Josh y también de Danneel y Jason, habían sido fantásticas y Jensen no las cambiaría por nada.
Pero a esas visitas del todo familiares se habían sumado las de la gente de la cadena, empezando por el mismísimo Mark Pedowitz, seguido al día siguiente por Ben, que realmente parecía preocupado por su salud y por cómo se encontraban anímicamente y como no por Sera, quien como era de esperar, se había centrado más en saber cuando podrían empezar a rodar de nuevo, lo que de ir todo según lo acordado podría ocurrir en la tercera semana de noviembre.
- Os he traído los guiones de los cinco primeros capítulos para que os vayáis poniendo al día de por dónde va a tirar la serie esta temporada - les había pasado un par de pen drives al tiempo que centraba su atención en Jensen - Por cierto Jen, no te preocupes por la dirección del capítulo. Podemos hacer que dirijas uno más hacia mitad de temporada, cuando le hayamos metido al rodaje un avance en condiciones.
- Gracias Sera - Jensen le contestó con un tono de lo más sarcástico que Sera pareció no captar pero que a Ben le hizo bajar la vista como si sintiese vergüenza ajena - No era necesario que te tomases tantas molestias - volvió a apuntillar.
- Por cierto chicos… La cadena quiere que deis una rueda de prensa un par de días antes del comienzo del rodaje.
- ¿Una rueda de prensa?... ¿Para qué? - por el tono de voz era evidente que Jensen estaba molesto - Pensé que la cadena ya se había encargado de decir todo lo que consideró conveniente en estos últimos días.
- Bueno… sí - la mujer empezó a juguetear nerviosamente con su melena peinada a toque de plancha -… Claro que han ido informando, pero ya sabéis.
- No…, sinceramente no lo sabemos - le volvió a rebatir Jensen.
- Pues… bueno… La cadena y la productora creen que es bueno que tanto la prensa como los fans os vean antes de empezar el rodaje, tan sólo eso. Y que ya de paso podáis contestar algunas preguntas. Sería una buena publicidad y una manera de generar expectación.
- Perdona Sera - fue Jared el que la interrumpió - ¿no crees que eso es un tema bastante personal? Al menos la cadena y el show podían haber contado con nuestra opinión, ¿no?
Se le escapó una risita nerviosa como cada vez que le hacían una pregunta que la incomodaba
- Si es por eso chicos, no os preocupéis. Antes de la rueda de prensa nos reuniremos para comentar qué cosas podéis contestar sin que vuestra situación de cara a la luz pública tenga que cambiar.
¿Su situación? - Pensó Jensen - La madre que la parió. Por él como si se enteraban en la estación internacional de la Antártida de la noticia de que él y Jared eran pareja. Acababan de pasar por una experiencia de la que ni siquiera habían tenido tiempo de hablar entre ellos. Ni siquiera había podido dejar aflorar sus sentimientos, sus miedos, porque las heridas, tanto físicas como emocionales eran todavía demasiado recientes y la cadena y Doña Sera - “solo pienso e mi y mi dinero” - Gamble ya estaban pensando en cómo volver a equilibrar, o mejor dicho redirigir sus estupendas y falsas vidas. Lo que no sabían ni ella ni la cadena es que, después de todo lo sucedido, Jensen había empezado a valorar la vida de un modo muy diferente a como lo había hecho hasta entonces.
- De hecho - continuó esa especie de arpía, mientras Ben seguía sin abrir la boca - lo que la cadena pretende evitar es que tengáis que pasar algún mal trago sin necesidad. Habíamos pensado en dirigir las preguntas, pero finalmente hemos creído que lo mejor es que sencillamente dejemos cerrados aquellos aspectos realmente importantes. El resto…, bueno, ya sois unos auténticos expertos en desviar y despistar.
Jensen se quedó viendo para Jared a quien, a medida que Sera iba hablando, los músculos de su cara se le iban tensando más y más. Así que decidió intervenir antes de que de su boca saliese cualquier cosa de la que después se pudiese arrepentir.
- Está bien, Sera. Lo haremos a vuestra manera…, como siempre hemos hecho.
Mientras decía esa última frase, pudo ver como la expresión en los ojos de Jared cambiaba por completo. Lo que hasta unos instantes atrás era una mirada de incomodidad y enfado, ahora había pasado a ser una mirada triste y alicaída.
Al parecer todo estaba volviendo a su equilibrio natural. Jared entendía que en los momentos de miedo y de incertidumbre uno solía pensar en cosas que en otras circunstancias jamás haría. Y Jensen y él habían pasado un auténtico infierno en el que no les había quedado otra que apoyarse el uno en el otro llevándolo a extremos a los que jamás habían tenido que llegar. Y eso mismo, era lo que los había llevado a hacerse promesas que realmente tampoco eran tan importante si se llegaban a materializar o no. Al fin y al cabo, llevaban un montón de tiempo juntos y ya se había acostumbrado a vivir de esa manera.
Además, lo que nadie podría negar jamás, era que esa experiencia los había unido todavía más de lo que ya lo estaban. Así que, si hasta ahora habían podido llevar su relación de esa manera, podrían seguir haciéndolo del mismo modo en un futuro.
Sin embargo, no podía evitar que esa situación no le doliese. En realidad dolía y mucho, hasta clavársele como si un cuchillo le atravesase el corazón. Pero tendría que hacer borrón y cuenta nueva, aunque llegado al punto al que había llegado su situación con Jensen, ese continuar como si nada se hubiesen dicho, era un esfuerzo demasiado grande.