Jun 02, 2006 18:41
They are only words
-No lo entiendo... ¿Acaso es malo?
-¿Uhm?
-¿Es un pecado o algo así?
El cielo se aclaraba, poco a poco, dejando atrás el firmamento que se desplegaba por las noches, como sendas alas estrelladas.
My mind wonders with no map
I have no route no point I daydream
No fue la luz... La luz no le despertó.
Los apagados rayos del Sol que se filtraban entre las cortinas no llegaban a molestarle demasiado. Aún no eran lo suficientemente fuertes como para sacarlo de su letargo.
No... Fue ese sueño...
Ese sueño que aun rondaba por su cabeza. Que bailaba, que danzaba de un lado a otro, mostrándose ante él; provocándole, incitándole a que le persiguiera para que sus palabras no cayeran en el olvido.
En el delicado duermevela, luchaba por conservar ese sueño... Ese recuerdo.
-¿Es malo que me sienta así de bien? ¿Es malo que sea feliz?
Sus párpados se movían ligeramente. Frunció el ceño al sentir como el sopor se iba marchando, para dar paso al despertar.
Abrió los ojos. Unos profundos ojos grises, ahora apagados debido a la confusión inicial.
My mind wonders with no map
And real life colours seem washed out
Al ver el techo por encima de él, no pudo hacer menos que suspirar.
A veces le resultaba duro volver a la realidad, a esa habitación que siempre le esperaba cuando abría los ojos.
A veces, resultaba mucho más reconfortante perderse en las inmensidades del sueño.
A veces... Le costaba mucho despertar.
Sonrió, en una clara burla hacia sí mismo.
A mí y a todos, pensó, incorporándose lentamente en la cama.
Dejó que el largo pelo azabache cayera hacia delante, como una sedosa cortina, separándolo por unos breves segundos del resto del mundo. Alzó una delicada mano y se masajeó el puente de la nariz, intentando con todas sus fuerzas que sus ojos no se cerraran de nuevo involuntariamente.
My eyes see things of a secret nature
I resist from trying to understand
I tear the pages of my past
Los despertares como esos siempre se le hacían eternos. Odiaba soñar con su pasado y volver al mundo real con esa sensación en el pecho. Una sensación que pocas veces venía a él, pero que en esos leves momentos de calma lo asediaban sin piedad.
No era normal que dudara de su valía; de su vida; de sí mismo.
Pero, aunque le molestara admitirlo, era un humano, después de todo. Y los humanos suelen caer ante tales provocaciones del destino con tanta facilidad... Como una incauta mosca queda atrapada entre las redes de la araña.
Una trampa de la vida, solían decir.
No podía evitar aquellas situaciones tenebrosas, por mucho que lo intentara.
Entrecerró los ojos cuando el Sol comenzó a salir, por el horizonte; la luz empezó a bañar lentamente su habitación de dorado, iluminando el principio del día, dándole color a la oscuridad que había sido su cuarto durante la noche.
Tampoco solía despertarse tan temprano. No solía ser más rápido que el Sol a la hora de mostrar su cara al mundo.
Yumichika volvió a suspirar, y se quitó las sábanas de encima de un irritado movimiento.
-Eso es una estupidez.
-No es una estupidez. No es agradable cuando el mundo te da la espalda.
Se tomó la satisfacción de quedarse por unos momentos sentado en el borde del lecho, echado hacia delante, con los codos apoyados en las rodillas.
Palabras. Sólo recordaba palabras sueltas, palabras de una conversación sin sentido.
Lo odiaba. Lo odiaba con toda su alma. Odiaba regresar al mundo con esa sensación de estar... incompleto.
Se levantó, no sin esfuerzo. Ya podían escucharse los alegres cantos de los pájaros, celebrando la llegada de la luz. Un escalofrío le recorrió la espalda cuando, fuera de la calidez de su cama, el frescor del alba se adhirió a su piel.
To recall what you think, you thought, you wanted
Every yesterday is empty
And no tomorrow will hold
Se miró al espejo, menos animado de lo habitual.
Normalmente solía corresponder a su reflejo con una sonrisa; una sonrisa que le daba a entender a su otro yo que esa mañana estaba listo para dar su hermosa cara; listo para enfrentarse al mundo con la cabeza alta, con orgullo, y con la sonrisa que esbozaba dibujada en el rostro.
Se demostraba a sí mismo que era capaz de llevarse a todo y a todos por delante, arrollar entre las penalidades y las tristezas de la vida.
Cuando se miraba al espejo, contento de poseer esa belleza innata, pensaba que nadie podría echarle abajo.
Pero... Hoy no.
Hoy su reflejo le miraba con el entrecejo fruncido, bastante más enojado de lo habitual. Le reprochaba con esa inquisidora mirada su falta de endereza al dejarse pisotear por sentimientos tan vulgares para él como lo eran...
...la impotencia...
-Es decir... Si el mundo me da la espalda, yo le doy la espalda al mundo.
...la inseguridad...
-Y aún así...
-Si le das la espalda al mundo sólo demuestras que eres un miedica.
…la cobardía.
What you carry with yourself today
I carry with myself today
No route, no point, no map
-Yo no soy un miedica, joder.
-¿Cómo que no? ¿Le das la espalda al mundo, sin ni siquiera intentar enfrentarte a ellos? Me parece bastante rastrero.
-¡¿Cómo te atreves?!
No. No estaba acostumbrado a esos sentimientos. No sabía cómo actuar en semejantes situaciones.
Cogió un peine y, lentamente, con ceremonia, comenzó a peinar esa cabellera oscura.
Al contrario que la mayoría de la gente, estaba tan bien cuidada que cuando despertaba no era la maraña de nudos descontrolados que debería ser. Le bastaba un par de pases con el cepillo para que quedara perfecto.
Desde luego, los despertares de ese shinigami, quinto oficial de la onceava división, solían ser bastante diferentes comparados con los de los demás.
Eran animados; le bastaba mirar su reflejo para que el día comenzara con buen pie.
Un seco golpe resonó en el silencio de la habitación, cuando golpeó el tocador con el puño.
Lo odiaba.
Suspiró con amargura y hundió la cabeza entre los hombros, tratando de controlarse a sí mismo para no dejarse llevar por sus sentimientos.
Él no era un cobarde.
-Prefieres girarte y huir en vez de dar la cara. ¿A ti te parece valiente?
Alzó la mirada y se encaró con su reflejo.
Esas palabras... Tan resbaladizas, que a veces se escapaban de sus manos como la arena se escurre entre los dedos.
Esas palabras... No quería olvidarlas.
-¿Por qué no les demuestras que puedes con todo lo que te echen? Aunque te duela. Así se callan la boca, si ven que no pueden derribarte con sus palabras.
Porque...
Son sólo eso.
Palabras.
-No creo que seas tan débil como para dejarte vencer por unas estúpidas palabras... ¿no?
I will unlock the past
As if a morning
Could wake up some side of me
Al otro lado del espejo, unos bellos y delicados rasgos se relajaron en una sonrisa.
-Sólo palabras...
Se estiró en toda su estatura, desentumeciendo los músculos, sonriendo abiertamente; con una sensación que ya había empezado a echar de menos.
Esa calidez en el pecho que siempre le hacía ver las cosas de otra manera; de una manera diferente a la de los demás.
Que le hacía ver la vida... desde otros ojos.
Desde unos ojos grises, orgullosos de sí mismos.
Es irónico, pensó. Es irónico como unas palabras significan tanto...
No... No se podría olvidar de ellas. Nunca.
No se lo perdonaría.
...y otras tan poco.
-Exacto.
Después de todo...
Plain and full of colours
'Cause I have all the words in me
Son sólo palabras.
FIN