Título: Era eso en lo que se parecían.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn!
Pairing: Lean |DDDDDDDD
Advertencias: OoC. Spoilers del Arc del Futuro. NUEVO PAIRING HETERO (¿??)
No necesitabas verlos por más de cinco segundos para darte cuenta de lo diferentes que eran.
Y que no se parecían en nada.
Mientras uno era rubio el otro tenía el cabello gris.
Uno era de ojos azules y el otro de ojos verdes.
Ambos eran atractivos, si, pero de formas completamente diferentes, sin ningún rasgo físico parecido siquiera.
El carácter de ambos también era muy diferente.
Y, aunque ambos eran igual de violentos ―en ocasiones―, las diferencias seguían opacando las pocas y muy sutiles similitudes que podían tener.
Pero, a pesar de eso, en esos momentos que estaban sentados, uno junto a otro, recargados contra una de las paredes de la sala de entrenamientos, Lal, observando de reojo al italiano que dormitaba debido al gran cansancio que traía encima, no podía evitar pensar, sentir, que había algo en Gokudera que le recordaba enormemente al Arcobaleno rubio.
Pero no lograba descubrir de que se trataba por más que lo pensaba y analizaba detenidamente.
Solo cuando se separaron y cada uno tomo rumbo hacia sus habitaciones, en esos momentos en que se encontró completamente sola, cuando la tristeza comenzó a invadirla lentamente y sintió lo mucho que dolía, se dio cuenta de que era eso que los hacía tan parecidos.
Ambos, con solo su presencia, lograban distraerla de los sentimientos negativos y deprimentes que la embargaban.
Y, solo por eso, al día siguiente, en el entrenamiento, lo iba a golpear muy fuerte.
Título: Las notas de Nadalandia, siempre tan oportunas.
Fandom: Katekyo Hitman Reborn! Dresden Files
Pairing: Gokudera+Ivy
Advertencias: OoC porque duh, no conozco a Ivy en los libros, puramente basado en cómo la veo en Nadalandia xD. Basado en el foro de rol de Mansión rpg.
Ivy había perdido la cuenta de las veces que Gokudera se había disculpado ―y había azotado su cabeza contra alguno de los árboles que había en el bosque― desde hace un buen rato así como había desistido de detenerlo en su “castigo” cuando al décimo intento no había logrado nada.
Ahora solo se entretenía mimando a Uri en lo que Gokudera decidía dejar de autocastigarse.
― ¡P-Perdón Ivy, no sabía que eso iba a pasar!
Y otro cabezazo, ahora contra el piso, e Ivy pudo jurar que, viéndolo desde esa distancia y ladeando la cabeza justo así, sobresaliendo de entre el cabello gris podían verse un par de orejas de ¿perrito? que ahora habían descendido hasta perderse entre el cabello de Gokudera, justo como hacían los perros cuando estaban deprimidos.
Se encogió de hombros y siguió acariciando a Uri que ahora jugaba entretenido con la bola de papel en que se había convertido la nota que Nadalandia les había mandado minutos antes.
Bueno, quizá eso era lo mejor, no creía que fuera bueno para la cordura de Gokudera seguir viendo el “Y, por decreto de Nadalandia, ahora ambos deberán encargarse del cuidado de los hijos de ambos, es decir, los árboles recién plantados, con una multa cuantiosa para ambos si es que alguno llega a marchitarse, gracias de antemano” que venía impreso en dicha nota.
Ahora, y solo por precaución, tomaría las medidas necesarias para que Harry no se enterara de su repentina maternidad.
Gokudera, por otro lado, se encargaría cuidadosamente de que el Décimo no se enterara que tenía hijos con alguien más.