Aug 05, 2009 02:50
Hacía tiempo que quería postear este párrafo, de una novela leída recientemente. Así, porque si, porque yo lo valgo, y el texto también. Asique actualizo esto en plan ligero, pero profundo. Que no falte.
- El silencio de todos los fantasmas que uno ha ido dejando tras de sí. Como Eneas al huir de Troya.
-Sé a qué se refiere.
-¿Lo sabe? Sí, tal vez. Empiezo a creer que sí lo sabe.
-Las sombras de quienes pudimos ser y no fuimos... ¿No se trata de eso?... De quienes soñamos ser y nos hicieron despertar -ella hablaba en tono monocorde, sin inflexiones, como si recitase de memoria una lección aprendida mucho tiempo atrás-. Las sombras de aquellos a quienes una vez amamos y no conseguimos jamás; de quienes nos amaron y cuya esperanza matamos por maldad, estupidez o ignorancia...
-Sí. Veo que lo sabe perfectamente.
La cicatriz intensificó el sarcasmo de la sonrisa:
-¿Y por qué no había de saberlo? ¿O acaso cree que sólo los hombres pueden tener una Troya ardiendo a sus espaldas?
vida,
literatura