Kimi to Boku (o cómo engancharse a una serie con monerías varias)
Me encanta Kimi to Boku. Es tan slice-of-life y los personajes son tan mosnosos que los achucharía a todos y los aplastaría. Chizuru es súper-daaaaaw...
(If somebody wants to translate it into English, go ahead! ^w^)
Aquí una serie de drabbles :3
Me da pereza poner fichitas. Y el señor de la sierra se queda mientras busque imagen sólo para ellos
Perros cariñosos
-¡Ya sabes cómo te quiero, Shun!
Se le abalanzó cual animal necesitado de cariño. Y no es que Chizuru andara falto de caricias. O golpes, más bien.
Con esa sonrisa tan beatífica no creía que Shun fuera a pegarlo, ni mucho menos. Le encantaba que le pasara la mano por el cabello en punta, que hiciera brillar los aros y le hiciera calmarse durante un breve instante de paz.
Si hubiera sido un perro, Chizuru habría movido el rabo con sólo olerlo.
Ratitas
Cómo le picaba el disfraz. Era calentito y creía que se le quitaría la capucha al mínimo instante.
Se ponía cada vez más nerviosa. Quería memorizarlo bien, pero el traje le venía demasiado grande, había demasiada gente... el sudor aumentaba y aumentaba, y la cosa empeoró cuando vio a Shun entre el público.
¡Cómo le picaba la piel y la calma!
Por favor
-Déjanos tus apuntes, Kaname, por favor...
-¡Mejor los robamos!
-¡No lo haréis otra vez!
Chizuru esperó pacientemente hasta que dijo "vez" y empezó a correr con esos maravillosos apuntes de matemáticas, tan perfectos, tan cuidados, bajo su brazo derecho.
-¡Te enterarás, Chizuru! ¡Te enterarás!
Kaname dio media vuelta y entró en su clase, esperando con las gafas bajadas hasta que el otro volviera.
Dicen que las venganzas se sirven frías.
(If somebody wants to translate it into English, go ahead! ^w^)
Aquí una serie de drabbles :3
Me da pereza poner fichitas. Y el señor de la sierra se queda mientras busque imagen sólo para ellos
Perros cariñosos
-¡Ya sabes cómo te quiero, Shun!
Se le abalanzó cual animal necesitado de cariño. Y no es que Chizuru andara falto de caricias. O golpes, más bien.
Con esa sonrisa tan beatífica no creía que Shun fuera a pegarlo, ni mucho menos. Le encantaba que le pasara la mano por el cabello en punta, que hiciera brillar los aros y le hiciera calmarse durante un breve instante de paz.
Si hubiera sido un perro, Chizuru habría movido el rabo con sólo olerlo.
Ratitas
Cómo le picaba el disfraz. Era calentito y creía que se le quitaría la capucha al mínimo instante.
Se ponía cada vez más nerviosa. Quería memorizarlo bien, pero el traje le venía demasiado grande, había demasiada gente... el sudor aumentaba y aumentaba, y la cosa empeoró cuando vio a Shun entre el público.
¡Cómo le picaba la piel y la calma!
Por favor
-Déjanos tus apuntes, Kaname, por favor...
-¡Mejor los robamos!
-¡No lo haréis otra vez!
Chizuru esperó pacientemente hasta que dijo "vez" y empezó a correr con esos maravillosos apuntes de matemáticas, tan perfectos, tan cuidados, bajo su brazo derecho.
-¡Te enterarás, Chizuru! ¡Te enterarás!
Kaname dio media vuelta y entró en su clase, esperando con las gafas bajadas hasta que el otro volviera.
Dicen que las venganzas se sirven frías.